Seis de cada diez autónomos han subido los precios ante la inflación

La subida de los precios energéticos a consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado que seis de cada diez autónomos hayan encarecido sus tarifas para hacer frente a la inflación, según el primer barómetro de 2022 que ha publicado este lunes la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomo (ATA). La cifra, ya de por sí elevada, podría incrementarse próximamente: dos de cada tres trabajadores por cuenta propia que todavía no han subido precios, prevén hacerlo si se mantiene la escalada actual.

Para el grueso del colectivo de autónomos, compuesto por 3.161.061 trabajadores ―según los datos de abril―, el encarecimiento de la luz ha sido la subida que más impacto ha tenido sobre sus negocios (70%), aunque lo que más ha condicionado su actividad ha sido el aumento del coste de las materias primas (42,3%), seguido de la subida de los precios de los carburantes (42%). Tan solo un 17% afirma que la inflación ha afectado poco o nada a su negocio. Cuestionados acerca de las soluciones adoptadas para hacer frente a la inflación, el 57% reconoce haber repercutido el aumento de los costes a los precios, mientras que el 37,8% afirma haberlos mantenido al margen. Sin embargo, dos de cada tres, el 62,3%, prevé tener que subirlos de mantenerse este ritmo de inflación.

Los resultados de la encuesta de ATA se han elaborado a partir de 1.246 encuestas realizadas durante los días 13 y 16 de mayo, donde se preguntaba a los autónomos por su situación durante los primeros cuatro meses del año. Un periodo claramente marcado por la invasión rusa de Ucrania que ha desembocado una escalada de los precios inédita en España en las últimas tres décadas.

Este golpe, unido al de la pandemia durante los últimos dos años, ha hecho que seis de cada diez trabajadores por cuenta propia no haya recuperado lo perdido desde la llegada del coronavirus (66,5%); y que, dentro de este grupo de afectados, el 30,2% no descarte tener que cerrar su negocio debido a las dificultades que arrastra. “Estas cifras ponen de manifiesto que si la economía no se ha recuperado a los niveles anteriores a la pandemia, es comprensible que los autónomos tampoco lo hayan hecho”; ha señalado Lorenzo Amor, presidente de ATA.

Pesimismo

Los últimos dos años no han sido fáciles para el empleo autónomo. Cuando las restricciones sanitarias por la pandemia parecían historia, y la actividad volvía a recuperarse, la subida de los precios ha vuelto a comprometer la contabilidad de miles de negocios. Con el enfrentamiento bélico en Ucrania todavía vigente, y sin que las medidas del Gobierno para contener los precios hayan logrado doblegar sustancialmente la curva alcista, algo más de un millón de autónomos, el 30,3%, se muestra pesimista en cuanto a su actividad, e incluso prevé que esta pueda rebajarse en los próximos seis meses. ¿En qué medida? Dos de cada tres creen que la caída será del 30% o mayor.

Si la debacle de los autónomos en este tiempo no ha sido mayúscula, se debe, entre otras razones, gracias a su capacidad para financiarse tanto a través del ICO o de otras entidades públicas o privadas. Sin embargo, solo cerca de un millón de autónomos recurrieron a esta vía, ya que el 38,3% decidió no hacerlo por no estar dispuesto a “endeudarse más”, según el estudio de ATA.

Un dato “preocupante” para ATA es que tan solo uno de cada cinco autónomos tiene previsto solicitar el kit digital ―un programa público de ayudas para pymes, microempresas y autónomos destinado a mejorar e impulsar la digitalización―, frente a un 55,2% que no se lo plantea, y otro 24,8% que ni siquiera conoce la existencia de esta ayuda. “Todos tenemos que hacer un esfuerzo si queremos cumplir con este proyecto”, ha asegurado Amor.

Sin avances

Cuestionado acerca de la situación de la negociación del sistema de cotización por ingresos reales para los autónomos que dirimen el Ministerio de Seguridad Social, los agentes sociales y las organizaciones que los representan, el presidente de ATA se ha limitado a decir que el único punto concreto en el que se avanzó durante el último encuentro fue en el de fijar una propuesta que comprendiera los próximos tres años, y ha criticado que el departamento que dirige José Luis Escrivá colgase en su página web un texto legal ―Proyecto de Real Decreto por el que se modifican el Reglamento General sobre inscripción de empresas y afiliación, altas, bajas y variaciones de datos de trabajadores en la Seguridad Social―, “sobre una ley que se está negociando, y que ni siquiera ha entrado en el Parlamento”.

La novedad principal de este texto con respecto a anteriores planteamientos es que los autónomos puedan cambiar su base de cotización, esto es, decidir si suben o bajan su cuota hasta seis veces al año, o lo que es lo mismo, cada dos meses. Actualmente, solo es posible hacerlo en cuatro ocasiones durante un mismo ejercicio.