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El bitcoin se toma un respiro mientras el pánico se traslada a otras criptomonedas

Las preocupaciones se centran en Luna, que cae más de un 50% en un solo día

Bitcoin criptomoneda
Cajero de bitcoins en Turquía, en abril de 2021.Chris McGrath (getty images)
Álvaro Sánchez

Las criptomonedas estarán por todas partes, vaticinaba hace unos días Changpeng Zhao, el todopoderoso jefe de la plataforma de compra y venta Binance, uno de los hombres más ricos del planeta. El poder de las firmas ligadas a ese nuevo universo digital ya es visible en agresivas campañas publicitarias —incluso en el exclusivo intermedio de la Super Bowl— y en el patrocinio de estadios tan emblemáticos como la cancha de baloncesto de Los Ángeles Lakers y en eventos como el reciente Mutua Madrid Open de tenis.

En las últimas horas, sin embargo, su nombre ha estado ligado al miedo: el bitcoin profundizó este lunes en sus caídas y ha perdido la mitad de su valor en solo seis meses. Este martes, la principal criptodivisa se tomaba un respiro y rebotaba un 5% por encima de los 31.000 dólares tras haber caído a los 29.900. Pero las aguas están lejos de volver a su cauce: Luna, una de las monedas digitales más populares —también entre los pequeños inversores—, ha perdido más de un 50% en solo 24 horas, y Terraform Labs, la compañía con sede en Singapur detrás de su lanzamiento, ha tenido que salir a la palestra para tratar de calmar las aguas.

Pese a ser prácticamente desconocidas para el gran público, hay criptomonedas cuyo valor se cuenta en miles de millones. En el caso de Luna, tras el desplome, su valor de mercado ronda los 10.000 millones de euros, en el puesto 14 por capitalización. Si se la compara con empresas de la economía real, todavía está por encima de la aerolínea IAG, dueña de British Airways, Iberia y Vueling, con un valor en Bolsa de algo más de 8.000 millones.

El hundimiento de su cotización ha llegado debido a que UST, la moneda estable de Luna, ha perdido la paridad con el dólar. Las denominadas stablecoins son consideradas un refugio para los inversores en momentos de volatilidad, dado que su precio se vincula al de activos seguros como el oro o el dólar, que suelen fluctuar mucho menos. En el caso de UST, eso se consigue mediante un algoritmo y el respaldo de sus grandes reservas de bitcoins —Terraform Labs se comprometió a alcanzar 10.000 millones de dólares en bitcoins—. Sin embargo, al perder la igualdad con el dólar, el círculo vicioso de desconfianza, ventas y dudas sobre su credibilidad amenaza ahora su futuro. Un UST ha llegado a cambiarse por debajo de 0,70 dólares, pese a que no tienen razón de ser si no mantienen la paridad con el billete verde. Horas después, la situación mejoraba algo y al mediodía se cambiaba por 0,90 dólares.

Los problemas del bitcoin y Terraform Labs se retroalimentan. La caída del primero hace que las reservas del segundo pierdan valor. Y Terraform Labs se plantea la venta —en pérdidas— de parte de sus bitcoins para mantener el precio de su moneda estable a flote en medio de las turbulencias. El mayor temor es evitar la llamada death spiral —espiral de muerte—, por la cual, la caída del precio de Luna obligaría a Terraform Labs a acuñar más y más unidades de esta moneda para mantener la paridad con el dólar de su stablecoin UST, en un proceso sin final hasta el colapso total. El CEO de Terraform Labs, el surcoreano Do Kwon, ha lanzado un breve mensaje en Twitter para insistir en que están utilizando sus recursos para devolver los precios a la normalidad. “Desplegando más capital”, ha anunciado.

El descenso ya ha provocado cuantiosos daños en las carteras de miles de inversores minoritarios, que han visto esfumarse en cuestión de horas más de la mitad de su dinero. Y puede aumentar la desconfianza hacia el ecosistema cripto si la firma no consigue revertir las pérdidas.

Inquietud por el bitcoin

Mientras tanto, el ligero rebote del bitcoin no ha hecho desvanecerse los temores por su evolución. Este martes se cambia por 31.000 dólares, más de un 50% por debajo del precio de hace seis meses. Entre el nerviosismo, hay quien recuerda que la moneda digital ya vivió en el pasado caídas similares de las que luego se levantó con más fuerza para tocar nuevos máximos, y creen que es momento de aguantar y acumular. Pero eso no siempre es posible: aquellos que compraron más caro y necesitan los fondos a corto o medio plazo se verán obligados a vender en pérdidas. Y las revalorizaciones pasadas tampoco garantizan las futuras.

Empresas como la firma de software estadounidense MicroStrategy, que ha hecho de la acumulación de bitcoins su verdadero modelo de negocio, están notando en Bolsa las consecuencias de las tensiones en el mercado cripto: este lunes cayó un 25%, y en lo que va de año ha perdido un 60%. Coinbase, la plataforma estadounidense de compraventa de criptomonedas que cotiza en el Nasdaq, se dejó ayer un 19%, y un 66% en 2022. Entre los inversores en criptomonedas, sin embargo, hay quien señala que no se debe dar por muerto al sector, teniendo en cuenta que caídas iguales o mayores se han producido también en gigantes tecnológicos como Netflix o Zoom. Y otros como Amazon, Google y Facebook, aunque han sufrido descensos algo menos vertiginosos, están en rojo intenso en este año negro para las firmas de internet.

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Sobre la firma

Álvaro Sánchez
Redactor de Economía. Ha sido corresponsal de EL PAÍS en Bruselas y colaborador de la Cadena SER en la capital comunitaria. Antes pasó por el diario mexicano El Mundo y medios locales como el Diario de Cádiz. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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