_
_
_
_
obtituario
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Belén Cebrián, profesora de periodismo

La periodista, que fue directora de la Escuela de EL PAÍS, ha fallecido a los 66 años en Madrid

La periodista Belén Cebrián, en una imagen de 2014.
La periodista Belén Cebrián, en una imagen de 2014.Gorka Lejarcegi
Joaquín Estefanía

No ha habido en la historia de la Escuela de Periodismo de EL PAÍS nadie como Belén Cebrián —que fue su directora— que haya defendido con más ahínco y coherencia los valores que allí se enseñan, que son, al fin y al cabo, los valores fundacionales del periódico: responsabilidad profesional, independencia, formación continua, rigor en las informaciones…, pero también europeísmo, defensa de la democracia y de la libertad de expresión, Estado de bienestar, etcétera. Estos conceptos tan hermosos son sobados y banalizados hasta la náusea en muchos programas que se reclaman del periodismo, hasta el punto de que acaban por no significar nada. Belén se rebelaba contra ello, los dignificaba en sus clases y decía, sin dosis de soberbia pero con enorme irritación: “Si éstos son periodistas, yo soy una intrusa”.

Dio tanto carácter a la Escuela, habló tanto a sus alumnos de lo que no deben olvidar, que se la puede emparentar —cada uno con su diferente estilo— con otro grande del periodismo, también profesor de la Escuela, Miguel Ángel Bastenier, de quien estos días se cumplen cinco años de su desaparición. Ambos coincidían: “El periodismo no se puede enseñar pero sí se puede aprender”. Testigos de ello son los centenares de periodistas en activo que se formaron en las aulas de la Escuela (salas de redacción) y que hoy forman parte de la tropa de lo mejor de nuestra profesión. Algunos de ellos son ya profesores de la Escuela. Una generación ha sustituido a otra.

En algunos momentos, la vida ha sido inmerecidamente cruel con Belén. Una muestra de su grandeza personal ha sido la forma con la que fue preparando a su familia y a sus amigos para lo peor. No se engañó con lo que tenía. Todavía el jueves pasado, en lo que fue su último internamiento en el hospital, enviaba un WhatsApp que decía: “No parece que esto vaya bien”. La compensación a esa entereza ha sido su hija Belén (“Belén junior”), también periodista y también exalumna de la Escuela de Periodismo. La joya de la corona.

En su prehistoria, Belén Cebrián fue una excelente periodista que participó en primera fila en la profesionalización de una especialidad, el periodismo laboral, que tan importante ha sido en las últimas décadas. Ahora, cuando ya no está con nosotros, no es difícil imaginarla dirigiéndose a su clase y repitiendo, machacona, a sus alumnos: “Todo periodista tiene la obligación de releer y corregir sus propios originales antes de entregarlos, la primera responsabilidad de las erratas y equivocaciones es de quien las introduce en el texto, ello no cambia en el papel ni en el digital”.

Cuántos y cuánto la van a recordar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_