Adolfo Domínguez redujo las pérdidas un 52% el año pasado tras aumentar las ventas un 40%
El negocio por internet se triplica en cinco años y representa ya el 14% de los ingresos de la firma de moda gallega
El firma de moda gallega Adolfo Domínguez logró remontar el año pasado tras un difícil 2020 a causa de la pandemia. La empresa redujo las pérdidas netas un 52,1%, hasta 9,3 millones de euros, en el ejercicio fiscal correspondiente a 2021, finalizado el pasado 28 de febrero. Las ventas alcanzaron los 92 millones, un 39,5% más, según informó este miércoles la compañía. Un 14% de los ingresos procede ya del comercio por internet, lo que supone multiplicar por cinco la cifra en cinco años. La empresa se ha marcado como objetivos prioritarios avanzar en la internacionalización y en adoptar procesos más sostenibles desde el punto de vista medioambiental.
Los resultados presentados por el grupo suponen un avance respecto al anterior ejercicio, pero siguen siendo peores que los logrados antes del impacto del coronavirus, en 2019, cuando registró pérdidas de 8,3 millones y ventas de 114,7 millones. Un año antes había logrado casi volver a beneficios anuales, una evolución positiva que no conseguía desde 2016 y que el covid-19 echó a perder. Aunque el conjunto del ejercicio pasado cerró en negativo, en los últimos seis meses, ya con menos restricciones por la pandemia, registró un beneficio neto de 1,5 millones.
“Los eventos especiales, que son importantes para nuestro negocio, se vieron muy afectados por la pandemia, pero ahora estamos bien situados y, de hecho, creo que nos penalizan menos otros problemas actuales, como la inflación”, aseguró en una conferencia de prensa la presidenta ejecutiva, Adriana Domínguez, hija del diseñador Adolfo Domínguez, consejera de la empresa desde 2016 y presidenta ejecutiva desde mayo de 2020. Sobre posibles subidas de precios, no dio porcentajes concretos, pero insistió en que para la clientela de la marca es más importante la calidad y la sostenibilidad que el precio.
El resultado operativo (ebitda) volvió a ser positivo, de 0,4 millones de euros. Las ventas online avanzaron y se situaron un 20,4% por encima del último ejercicio prepandemia. También mejoró el margen sobre ventas hasta el 56,1%, superior incluso al 55,9% de 2019.
La firma cerró el ejercicio con 348 tiendas (180 en Europa, 136 en América, 26 en Asia y Oceanía, y 6 en África y Oriente Próximo), seis más que el anterior. Las ventas crecieron sobre todo en México, con un alza del 64%, y Europa (España, Portugal y Francia), con un 44%. En Japón, avanzaron un 3,4%. Respecto a Rusia, donde la marca operaba, pero no tenía tiendas propias, se han interrumpido las ventas tras el inicio de la guerra en Ucrania, pero el impacto es mínimo porque el volumen era muy reducido. La firma no está presente en EE UU, considerado el mercado de moda más importante para las empresas del sector en la actualidad, y no tiene planes concretos todavía para desembarcar en aquel país hasta que amase una mayor fortaleza financiera.
Producción de cercanía
La empresa está sumergida en un proceso para acercar la producción. Un 20% del total está confeccionado en lugares de cercanía, según dijo Domínguez, sobre todo Portugal y España, pero también Turquía y Marruecos, y explora posibilidades en el resto de la cuenta mediterránea, como Egipto y Túnez. “La ventaja competitiva de producir en Asia se ha reducido, y además los costes logísticos se han multiplicado”, según la presidenta ejecutiva.
El número total de empleados a fecha de cierre es de 935 frente a los 1.031 del ejercicio anterior. El año pasado la compañía cerró un acuerdo con los sindicatos para un ajuste laboral que afectó a 259 personas en España, un 30% de la plantilla en este país. En la actualidad, el 76% de la plantilla total trabaja en España (es decir, 706 personas).
Adolfo Domínguez también va a acometer algunos cambios en la cúpula. El hasta ahora director general de la compañía, Antonio Puente, ha sido propuesto por el Consejo de Administración como nuevo miembro del consejo. La propuesta deberá ser aprobada por la junta de accionistas el próximo 31 de mayo tras lo cual, el consejo le nombrará consejero delegado. Antonio Puente lleva siete años como directivo en la empresa, en la que ha desempeñado sucesivamente los cargos de director de operaciones y director general. Adriana Domínguez seguirá siendo presidenta ejecutiva, con los mismos poderes que tiene en la actualidad. “Él se centrará más en el día a día, y yo en la estrategia y el mañana”, ha explicado la presidenta. “En realidad todo funcionará como hasta ahora, pero Antonio Puente estará en el consejo”, ha añadido.
Respecto a los salarios del consejo, el salario total de Adriana Domínguez ascendió a 581.000 euros, incluido sueldo fijo, variable y pago en acciones, frente a los 220.000 del año anterior, según consta en los documentos depositados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores este miércoles.
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