La Bolsa de Moscú logra una subida del 4,4% en su primera sesión tras casi un mes de cierre por la guerra
EE UU califica de “farsa” esa escalada y acusa al Kremlin de “apuntalar artificialmente” las acciones de las empresas que vuelven a cotizar
La Bolsa de Moscú ha tardado casi un mes completo en reanudar su actividad debido a la inestabilidad provocada por la guerra contra Ucrania. La última vez que abrieron sus parqués fue el 25 de febrero, un día después de que Vladímir Putin diese inicio a la ofensiva. Este jueves, la Bolsa de Moscú cerró con una subida del 4,3/%, después de haber despertado con una escalada de más del 10%. El parqué moscovita se vio obligado a cerrar tras registrar desplomes de más del 30% por las sanciones impuestas por EE UU y la UE a Rusia por su ofensiva en Ucrania. EE UU ha tildado de “farsa” la apertura de un mercado que calificó de “Potemkin”.
Las principales subidas, de más del 20%, se las apuntaban la química PhosAgro, la petrolera Tatneft y el productor de gas natural Novatek. La protagonista de las caídas ha sido la aerolínea de bandera Aeroflot, que perdía más de un 16% por el cierre del espacio aéreo occidental y la petición de que devuelva sus aviones a las empresas de leasing extranjeras.
La Bolsa de Moscú y el Índice RTS incluyen 43 valores: 33 compañías rusas cuya colocación tuvo lugar en el país y otras 10 cotizadas nacionales que lo hicieron en el extranjero. La reanudación solo afecta a las primeras, mientras que el peso de las otras en los índices se calculará a precios del 25 de febrero convertidos al cambio actual en rublos.
El parqué moscovita permanecía cerrado a cal y canto desde el 28 de febrero. En la sesión anterior, celebrada el 25, se habían suspendido las operaciones durante la mañana debido al desplome de más de un tercio de su valor registrado en la víspera, día que comenzó la ofensiva. Aunque el mercado moscovita recuperó un 20% aquella jornada, el banco central decidió su posterior suspensión por la gran volatilidad en la cotización del rublo provocada por las sanciones anunciadas el fin de semana del 27. Desde entonces solo había funcionado una parte del parqué, las transacciones de divisas y metales preciosos, a lo que se unió este pasado lunes el mercado secundario de deuda.
El asesor adjunto de Seguridad Nacional para Economía Internacional de EE UU, Daleep Singh, afirmó en un comunicado que la apertura es una “farsa”, puesto que solo se permite comerciar con el 15% de las compañías cotizadas. “Rusia ha dejado claro que va a invertir recursos del gobierno para apuntalar artificialmente las acciones de las empresas que cotizan. No es un mercado real ni un modelo sostenible, lo que solo subraya el aislamiento de Rusia del sistema financiero mundial”, ha afirmado.
Apertura con restricciones
La apertura se ha producido con restricciones, y solo estarán disponibles las acciones de las 33 compañías que el Banco Central ruso considera “más líquidas”. La institución que preside Elvira Nabiúllina ha emprendido esta semana la difícil tarea de reanudar la actividad de unos mercados duramente golpeados por las sanciones.
Entre las limitaciones, solo se cotizará durante cuatro horas y estarán prohibidas las ventas a corto. Es decir, las operaciones donde el inversor considera que las acciones valdrán menos en el futuro, por lo que las pide prestadas, las vende y después las recupera pagando menos, sacando de beneficio la diferencia. Al parqué regresan algunas de las mayores compañías del país, como las gasistas Gazprom y Novatek, la petrolera Lukoil y el principal banco de la nación, Sberbank. Todas las mencionadas fueron sancionadas por Estados Unidos y la Unión Europea, que llegaron a desactivar a la entidad financiera del sistema Swift.
Otra de las cotizadas que regresan al parqué es la aerolínea de bandera Aeroflot, golpeada por varios frentes ya que tiene cerrado el espacio aéreo europeo al mismo tiempo que Occidente y China rechazan entregarle repuestos para los aviones. Este martes, el ministro de Transporte ruso, Vitali Saveliev, planteó el dilema que tienen esta y otras compañías rusas. “Las aerolíneas y el Gobierno tenemos que decidir qué hacer. Abogamos por que dejen los aviones, puesto que todavía siguen pagando su alquiler”, dijo el alto cargo tras subrayar que las firmas propietarias de los aparatos han exigido la devolución de unos 500 aviones y su recompra costaría unos 20.000 millones de dólares. Otra de las empresas que vuelve al mercado es el gigante del aluminio Rusal, propiedad del oligarca Oleg Deripaska. Aunque no está sancionada, el empresario mostró tibiamente su rechazo a la guerra hace unas semanas.
Putin impide la dimisión de la gobernadora del Banco Central
El Banco Central ha publicado los resultados de su primera encuesta de previsiones de inflación entre la población tras el inicio de la guerra de Ucrania. Según el sondeo, los rusos esperan un aumento medio de los precios del 18,3% en los próximos 12 meses, aunque esta tasa se reduciría al 8% en los tres próximos años. En el caso de las empresas, estas auguran un aumento de los precios general del 41,9%, con incrementos del 75% en la venta minorista, del 39,6% en la industria, del 34,9% en servicios, y del 42,5% en el campo. Por su parte, los expertos consultados por el banco central prevén un 20% de inflación al cabo de un año. El objetivo del organismo monetario es reducir la inflación al 4% en 2024.
La institución elevó los tipos de interés del 9,5% al 20% nada más comenzar la invasión, y en su reunión mensual de la pasada semana decidió mantenerlos así a la espera de cambios en los precios. No obstante, su consejo advirtió en el mismo encuentro de que la industria rusa afronta un cuello de botella por la ruptura de la cadena de suministro con occidente, y esto podría tener un grave impacto en los precios en los próximos meses.
Según informa Bloomberg, la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiúllina, intentó renunciar después de que Vladímir Putin ordenara una invasión de Ucrania. Sin embargo, el presidente ruso negó esa posibilidad a la jefa del organismo, cuyos méritos incluso han sido reconocidos en el extranjero. La semana pasada, Nabiúllina fue nominada para un nuevo mandato de cinco años al frente del banco.
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