Los países del sur forjan un frente común para que la UE frene la escalada de la energía
“Vamos tarde”, advierte Pedro Sánchez al finalizar la reunión con los líderes de Italia, Grecia y Portugal en Roma
La alianza de países del sur vuelve a tomar la delantera para atajar problemas estructurales de la Unión Europea. Después de meses intentando ejercer como bisagra del eje franco-alemán, el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Mario Draghi, ha reabierto el espacio que permitió en 2020 impulsar un histórico paquete de fondos para hacer frente a la pandemia. Esta vez, el grupo vuelven a liderarlo España e Italia y durante el viernes, junto a los jefes de Gobierno de Grecia y Portugal, prepararon una posición común para hacer frente a la subida de precios de la energía y dar una respuesta contundente y unitaria en el Consejo Europeo de los próximos 24 y 25 de marzo. “Debemos responder de forma europea. No se puede esperar más allá del 25 de marzo. Por eso es importante que salga el mensaje que debemos hacerlo ya. Vamos tarde, debimos hacerlo antes. Entre otras cosas porque estamos también reforzando al presidente Putin”, señaló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su intervención.
La cita formaba parte también de la gira europea que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realiza estos días para pactar medidas que contengan el precio de la luz. Sánchez se habrá visto en una semana con presidentes de ocho países y habrá viajado a cinco de ellos (Eslovaquia, Italia, Alemania, Irlanda y Rumania) para intentar rematar la negociación que ya comenzó en Versalles la semana pasada, pero que resulta extremadamente compleja por las resistencias de países como Holanda o Alemania, donde proseguirá su ronda de viajes esta misma tarde -el domingo estará en Irlanda- con una entrevista con Olaf Scholz. Sánchez remarcó la exigencia de una sólida unidad para afrontar este tema. “Hay que dar respuestas europeas a problemas europeos. La volatilidad del precio de la energía no puede responderse de 27 maneras distintas. Es un problema común”.
La cita en Roma —promovida por Sánchez— tuvo lugar junto al italiano Mario Draghi y el portugués António Costa (el griego Kyriakos Mitsotakis, conectado por videoconferencia porque está contagiado de covid). Los cuatro mandatarios coincidieron en la necesidad de lograr un acuerdo de los 27 en el próximo Consejo Europeo. “La invasión de Ucrania ha abierto un periodo de mucha volatilidad. Y tenemos que intervenir rápido. Hay que hacer algo sustancial inmediatamente. Debemos apoyar el poder adquisitivo de las familias y a nuestras empresas. La UE ha reaccionado con unanimidad y determinación a la agresión a Ucrania, ahora debe hacerlo de igual modo para afrontar nuestras crisis”, apuntó Draghi.
El plan del jefe del Ejecutivo italiano, según fuentes del Palacio Chigi, pasa por tres elementos fundamentales. Fijar un precio máximo de compra, realizar dichas operaciones a nivel comunitario —tal y como él mismo propuso hacer para las vacunas cuando la pandemia causaba mayores estragos y sugirió aplicar para la energía el pasado septiembre en una reunión en Atenas— y aplicar un sistema de almacenamiento de stock conjunto de la Unión Europea. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, también tiene redactado un documento que va en la misma línea y España ve con buenos ojos el plan.
Sin embargo, la delegación española y la portuguesa, que han trabajado su propuesta conjuntamente, fueron más directos en la reunión y plantearon desacoplar el precio del gas del de la electricidad mediante el establecimiento de un tope de precios. Una idea derivada de la menor dependencia del gas ruso y del mayor número de fuentes de energía renovable, a la que Sánchez se refirió indirectamente. “Es clave la seguridad de suministro. Y ofrecemos todos nuestros esfuerzos para lograr la diversificación de fuentes de energía: la Península Ibérica puede ser muy importante en una transición energética que cumpla con los requisitos del cambio climático”. Una idea compartida por Grecia, cuyo primer ministro alertó de que la subida de precios puede despertar de nuevo la pesadilla del populismo.
Italia observa con mucho interés los recursos de España y Portugal para obtener energía. El país transalpino se encuentra en una situación de máxima gravedad, ya que alrededor del 45% del gas que importa del exterior es ruso. El Ejecutivo ha centrado todos sus esfuerzos en buscar vías para diversificar la procedencia y las fuentes de energía. De hecho, la empresa gasística Snam, que gestiona más de 33.000 kilómetros de gasoductos en Italia, ha puesto en marcha un estudio para analizar la posibilidad de construir un nuevo gasoducto entre Barcelona e Italia en caso de que no fuera viable proyecto Midcat que pretende traerlo a través de los Pirineos. Roma cree que tardarían tres años como mínimo para sustituir todo el gas que llega de Moscú.
Oposición de Alemania
La compra a nivel comunitario que propone Italia, insisten en el Palacio Chigi, rebajaría los precios, cuya alza está castigando especialmente a los países del sur. Y la idea de marcar un techo para el precio, expresada por el ministro para la Transición Ecológica, Roberto Cingolani, en una entrevista reciente, se considera fundamental. Pero el almacenamiento del gas —Italia tiene un sistema muy avanzado que permitiría optimizar las compras y ayudar a otros países en momentos de dificultad— sería el seguro de vida ante situaciones de crisis como la que atraviesa ahora mismo el continente, creen en el Ejecutivo italiano.
La idea es presentar una posición común antes del Consejo Europeo de la semana que viene, ya que este apartado no resultó del todo satisfactorio en la reunión informal de la Unión Europea en Versalles la semana pasada. El problema, consideran en Italia, es que hay una oposición fuerte desde algunos países como Holanda, cuyo mercado energético cotiza en Bolsa y no quieren este tipo de regulación. Pero también desde Alemania, que trabaja más con el gas licuado que permite otro tipo de almacenamiento, o Francia, mucho más dependiente de la energía nuclear y algo más al margen de esta crisis.
Es clave que después de esta reunión en Roma, con el frente sur bien engrasado y tras una comparecencia conjunta de los tres primeros ministros, Sánchez viaje a Berlín para tratar de convencer al socialdemócrata Scholz. Si la posición de Alemania cambiase, la cumbre prácticamente estará ganada. Ahora se incluye en la ecuación la llegada del estadounidense Joe Biden, que viajará a Bruselas para encontrarse con los líderes reunidos en esta decisiva cumbre. “Es muy relevante que por primera vez un presidente de los EE UU asista una reunión del Consejo Europeo”, subrayó Draghi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.