Arranca el Mobile de Barcelona: el reto de recuperar la normalidad antes de ingresar en el metaverso
El Congreso Mundial del Móvil quiere superar la pandemia para volver a ser un referente de la tecnología y los negocios
El Congreso Mundial del Móvil abrirá sus puertas en Barcelona este lunes con el reto de recuperar la normalidad tras la catástrofe del coronavirus, y volver a ser un referente internacional de la tecnología y los negocios. Tras suspender la edición de 2020 en los albores del estallido de la pandemia, y vivir una convocatoria descafeinada y casi online el año pasado, el Mobile World Congress (MWC 2022) aspira a rescatar su esplendor pasado, con la presencia física de miles de directivos y visitantes que llenen los estands de Gran Vía de la Fira y los hoteles y restaurantes de la capital catalana.
Ni el 5G, ni la inteligencia artificial ni siquiera el metaverso serán los protagonistas de este Mobile ya que, pese a que su lema oficial es “Conectividad desatada”, los organizadores, las empresas y las administraciones implicadas no hacen más que repetir una palabra: “normalidad”.
Para empezar, el MWC 2022 recobra sus fechas habituales (del 28 de febrero al 3 de marzo), puesto que el año pasado hubo de celebrarse en verano, Con todo, la principal obsesión es que vuelva la presencialidad. Se esperan 60.000 visitantes, según la GSMA, la asociación de operadores que organiza el evento, es decir, el doble que la edición pasada, pero muy lejos de los 110.000 que se congregaron en 2019. Con un impacto económico de 240 millones, también la mitad de los 500 millones que se generaron ante de la pandemia. Los precios también se recobran. Los pases van desde los 769 a los 4.614 euros.
En aras a esa presencialidad, el recinto Gran Vía de la Fira de Barcelona en L’Hospitalet de Llobregat que acoge el MWC 2022 llenará sus siete pabellones, con 1.500 expositores, y contará con más de 1.000 ponentes de los cuales el 95% intervendrán de manera presencial, según la GSMA. Una presencia que estará marcada por estrictas normas sanitarias siendo obligatorio mostrar pasaporte covid, certificado de haber pasado la enfermedad o test negativo. También es obligatoria la utilización de mascarillas FFP2.
“En la edición 2022 del MWC brindaremos una plataforma para los debates que definen la relación de la sociedad con la tecnología y, en última instancia, seremos el lugar donde se hagan negocios”, resumía John Hoffman, consejero delegado de la GSMA.
Renovación pendiente
Las administraciones implicadas (Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat de Cataluña, Ministerio de Asuntos Económicos y la Fira de Barcelona) también quieren poner su grano de arena para crear en torno al MWC un ambiente favorable. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha dejado de lado la hostilidad mostrada en el pasado hacia los visitantes que atrae el Mobile y al turismo masivo en general, y ha prometido mayor vigilancia en las calles y en los alrededores de Gran Vía, ya que la inseguridad es una de las principales preocupaciones de la GSMA.
No hay que olvidar que Barcelona se juega la renovación del Congreso para los próximos años. En julio de 2015 se firmó el último gran contrato para realizar el MWC en esta ciudad entre los años 2018 y 2023. Un acuerdo que ahora se pretende reeditar, aunque no parece muy factible que las negociaciones que van a tener lugar durante la celebración del Congreso permitan anunciar un acuerdo inminente como colofón a la edición de este año, como intenta el Ayuntamiento.
A buen seguro que en esas negociaciones tendrá un protagonismo especial el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que acaba de ser elegido nuevo presidente del consejo de GSMA al menos hasta 2022. La operadora española ha sido una de la principales valedoras del MWC y en esta edición recupera espacio en la Fira, con gran despliegue de directivos y encuentros con inversores. Su estand tendrá casi 1.000 metros cuadrados y contará con una réplica digital en el metaverso, donde presentará sus propuestas de valor y transformación digital. También Vodafone tendrá una fuerte presencia en el Congreso.
En el plano tecnológico, la palabra de moda en el MWC 22 será el metaverso, ese universo paralelo y virtual en el que habitaremos en el futuro, y en el que se podrá interactuar con sensaciones reales como en el mundo físico, tanto para ser protagonista de un videojuego como para acudir a la oficina. De hecho, se prevé que el mercado del metaverso alcance los 814.000 millones de dólares en 2028, según Accenture. Según sus datos, en 2021, las empresas duplicaron su apuesta por la realidad virtual y aumentada, con un 88% de las organizaciones mundiales invirtiendo en tecnologías para crear entornos virtuales. No obstante, para que el metaverso aterrice en nuestra vida cotidiana habrá que esperar unos años, máxime en un país como España en que los ciudadanos —cortada la presencia física en los mostradores bajo la excusa de la covid-19— tienen a veces complicado relacionarse con las empresas, los bancos y la Administración porque los canales online no siempre funcionan de forma adecuada.
Asimismo, en esta convocatoria se recuperan espacios tradicionales como el pabellón de España, con 35 empresas expositoras, el papel de la mujer y su inclusión en la tecnología (Diversity4Tech), en los verticales (IndustryCity), y el foro de las startup (4YFN). La que no estará será Rusia cuyo pabellón ha sido cancelado por la GSMA en condena por la invasión de Ucrania.
Pese al esfuerzo de los organizadores, habrá menos glamur que en las ediciones prepandemia. No se espera la llegada de ningún tech-star que solían acudir a Barcelona, como los máximos responsables de Google, Facebook o Microsoft.
En la parte institucional, acudirá como es habitual el rey Felipe VI a la cena de gala de este domingo, una presencia que será aprovechada por los partidos independentistas, ahora en el Gobierno de la Generalitat, para hacer llegar sus reivindicaciones. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañará al Monarca en la cena y participará en la inaguración oficial del MWC el lunes.
Tampoco habrá grandes presentaciones de smartphones ni otros dispositivos. Las grandes firmas como Samsung, que acaba de mostrar su estrella del año (Galaxy S22), hace tiempo que dejaron de tener en el MWC una referencia para sus estrenos tecnológicos. La que más animaba el Congreso era Huawei. La marca china siempre ha presumido de tener el mayor estand de la feria, pero el veto estadounidense a sus redes 5G y el de Google para que instale el sistema operativo Android en sus móviles, ha dejado en un segundo plano al fabricante chino. Con todo, marcas pujantes como Xiaomi y Oppo, y segundas insignias como Realme, Honor o Poco, mostrarán dispositivos durante este fin de semana, previo al comienzo oficial del evento. Las ausencias físicas son mucho menos significativas que el año pasado. Solo Sony, Lenovo y Asus han declinado la visita presencial.
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