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La Comisión Europea veta la fusión entre los contructores de barcos coreanos Daewoo y Hyundai

La operación habría dado lugar a que la empresa resultante se hiciera con el 60% del mercado europeo

El País
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Magrethe Vestager, al presentar la decisión sobre la fusión de Daewoo y Hyundai.
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Magrethe Vestager, al presentar la decisión sobre la fusión de Daewoo y Hyundai.OLIVIER HOSLET (EFE)

La Comisión Europea ha tomado, al fin, una decisión sobre la fusión que planean los astilleros coreanos Daewoo y Hyundai: rechaza la operación, según ha anunciado este miércoles la propia vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Margrethe Vestager. Su departamento había estado estudiando las intenciones de los conglomerados asiáticos desde noviembre de 2019 y finalmente han decidido vetarlas porque daría lugar a una compañía con una “posición dominante” en el mercado y situaciones de monopolio.

Según los números que ha expuesto la comisaria danesa, si la Comisión autorizara la operación surgiría un fabricante que, en Europa, se haría con el 60% del mercado. “Dado que [las empresas afectadas] no presentaron alternativas, la fusión habría dado lugar a menos proveedores y precios más altos para los grandes buques que transportan gas natural licuado. Por eso prohibimos la fusión”, ha añadido.

La situación descrita por la vicepresidenta europea se habría producido principalmente en el segmento de fabricación de grandes buques metaneros, que son un elemento esencial en la cadena de suministro del gas natural licuado (GNL). Estos buques requieren de una tecnología muy sofisticada, ya que transportan hasta 145.000 metros cúbicos de GNL a una temperatura de -162º. Para hacerse a una idea de las dimensiones de este mercado, Vestager ha cifrado en 40.000 millones el volumen del mercado mundial de grandes metaneros en los últimos cinco años y la demanda europea representaría casi el 50% del total.

La decisión europea va en sentido contrario a la adoptada por otros países como China, Singapur o Kazajistán. Esto se debe, según ha argumentado la propia Vestager, a que en esos mercados la fusión no daría lugar a situación de dominio aplastante: “Para China no es un problema porque ellos no tienen muchos clientes en este país”.

No es habitual que la Comisión Europea bloquee una fusión. De hecho, no había adoptado una decisión de este estilo desde que en 2019 vetó la unión entre Thyssenkrupp y Tata Steel. Entonces utilizó los mismos argumentos: posible subida de precios y reducción de competencia. Ese mismo año vetó la unión de Siemens y Alstom, que sí provocó un terremoto en Berlín y París, que veían con buenos ojos la creación de un campeón industrial europeo.


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