Canarias confía en salvar la temporada alta turística pese a la variante ómicron

Canarias teme por su temporada alta turística tras la aparición de la nueva variante ómicron, pero se esfuerza por mantener el optimismo. Los principales portavoces del sector confían en que la incertidumbre que ha generado la nueva situación y, fundamentalmente, las restricciones a la movilidad en alguno de los principales países emisores (sobre todo en el Reino Unido) se disipe en las próximas tres semanas y no afecte a las excelentes perspectivas manejadas hasta la fecha de cara al invierno.

Las reservas “se han ralentizado” de forma generalizada en todos los mercados, tal como admite el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo (FEHT) de Las Palmas, José María Mañaricúa, quien prevé que esta situación se prolongue así durante al menos hasta finales de año: “Hasta que los científicos comprueben la peligrosidad real” de la variante y “si causa formas más leves o más graves” de la enfermedad. El empresario, en todo caso, recuerda descarta alarmismo, dado que el archipiélago “presenta en la actualidad las mejores tasas de ocupación de toda Europa”.

El Gobierno canario preveía en septiembre cerrar el año 2021 con unas cifras de turistas muy similares a las de 2020 (unos 4,6 millones, un 30% de lo alcanzado en 2019). Pero con una salvedad: en 2020 se dieron unos primeros meses de actividad sin pandemia que hundieron el cómputo anual. En 2021 debía ocurrir justo lo contrario: que se dé una tendencia será alcista en la última parte del año.

“Tenemos que tener sentido común y cabeza fría”, ha completado el presidente de la patronal turística de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y presidente de Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), Jorge Marichal. “Hay una tensión contenida, porque las últimas noticias no son buenas, y esta situación está afectando a la conectividad y a las reservas”, ha admitido.

“Se está produciendo ya una ralentización de ciertos mercados, como puede ser el alemán”, añade Ignacio Poladura, director general de Viajes Insular y vicepresidente de la Asociación Canaria de agencias y Touroperadores (ACAVyT). “Pero otros mercados como el nórdico sigue yendo perfectamente bien”.

En la cabeza de los directivos están, sobre todo, las medidas restrictivas que afectan a los ciudadanos europeos en general y a los turistas británicos, el primer mercado emisor para Canarias con un 37% de los visitantes, en particular. La Comisión Europea ha respaldado este miércoles la posibilidad de imponer pruebas PCR a todas las personas que se desplazan de un país de la UE a otro, incluso si están vacunadas.

En lo que respecta a los ciudadanos británicos, el Gobierno de España les impone a partir de este 1 de diciembre el tener que contar con un certificado de vacunación. Una medida de calado: los últimos datos del Gobierno británico recalcan que en la actualidad hay 38,7 millones de británicos vacunados con doble pauta, apenas un 69,7% de la población, con lo que desde el 1 de diciembre habrá 28 millones de ciudadanos del Reino Unido que tienen prohibida su entrada a España.

El Gobierno de Boris Johnson, además, volverá a obligar a los viajeros que entren en el país a someterse a una prueba PCR en el segundo día de estancia y a permanecer aislados hasta tener un test negativo.

Destino seguro

Sin embargo, tanto Mañaricúa como Poladura aseguran estas medidas de control en los aeropuertos han de servir para garantizar que Canarias sea considerada un “destino seguro”. “Es un parón momentáneo”, recalca Mañaricñua. “Esperamos que a partir de enero esperamos que no tenga ningún efecto sobre las reservas”.

Otra cosa es el corto plazo. Hace apenas una semana, las previsiones para el puente de la Constitución eran notables, con unas previsiones de ocupación que el sector tasaba en el 90%. Las nuevas circunstancias, sin embargo, han pasado factura en las reservas. Ahora, los cálculos que hacen los hoteleros se quedan en el 80% para el puente. Y esa cifra se alcanzará, sobre todo, gracias al turista local.