Japón aprueba el mayor paquete de estímulo fiscal de su historia
El programa asciende a 429.000 millones de euros, el doble de lo prometido en campaña por el primer ministro Kishida y de lo que anticipaban los mercados
El Gobierno japonés ha aprobado este viernes el tercer paquete de estímulo económico desde el inicio la pandemia, el más cuantioso de su historia y valorado en 55,7 billones de yenes (unos 429.000 millones de euros, más del 10% de su PIB). El nuevo conjunto de medidas representa casi el doble de la cuantía prometida por el hoy primer ministro nipón, Fumio Kishida, durante su campaña electoral en octubre, y pone de manifiesto su determinación de centrarse en la recuperación económica y redistribuir la riqueza entre los hogares y las pequeñas empresas.
La Oficina del Gabinete ha dado este viernes luz verde a un nuevo paquete de medidas destinado a sacar a flote una dañada economía japonesa, que en el tercer trimestre del año volvió a arrojar números rojos. El plan de estímulo incluye gastos para mejorar la respuesta a la crisis sanitaria, así como otras medidas que no están directamente relacionadas con la pandemia. Está previsto que se presente ante el Parlamento en diciembre, donde el nuevo Gobierno goza de una holgada mayoría.
El primer ministro Kishida, ratificado en el cargo el pasado 10 de noviembre— ha subrayado que el gasto planificado podría aumentar en un futuro hasta los 79 billones de yenes (616.000 millones de euros) si se tienen en cuenta otros elementos, como los préstamos a fondos privados. Ante las cámaras de televisión, el líder nipón ha subrayado que el paquete “tiene el tamaño y la escala suficientes para brindar una sensación de seguridad y esperanza al pueblo japonés”, y ha añadido que estas medidas económicas “conducirán a una nueva sociedad después de la pandemia”.
El monto representa casi el doble del pronóstico que anticipaban los mercados, y supera con creces el plan que activó la administración de Shinzo Abe en abril del año pasado (de unos 375.000 millones de euros) y el que aprobó el Gobierno de Yoshihide Suga el pasado diciembre (309.000 millones de euros). La financiación del nuevo paquete multimillonario se repartirá entre un presupuesto adicional que se presentará al parlamento este año (de 249.500 millones de euros), las reservas para gastos de emergencia por la pandemia (cuenta con unos 35.000 millones de euros disponibles), así como el dinero sobrante de los planes de estímulo anteriores.
El proyecto incluye grandes medidas de financiación para los sectores que más han sufrido los estragos de la pandemia y los colectivos sociales más vulnerables. La mayor parte de los fondos se destinará al desarrollo de vacunas y a mejorar las condiciones de los hospitales: se aumentará el número de camas, se ampliará la disponibilidad de pruebas PCR, y se administrará la tercera dosis de la vacuna de forma gratuita.
Cheque para las rentas bajas
Entre los planes del Gobierno japonés, destaca la entrega de un cheque de 100.000 yenes (765 euros) a las personas con ingresos bajos y otro de una cantidad similar por cada hijo menor de 18 años a los hogares con pocos recursos, con el objetivo de fomentar el consumo de productos básicos y cubrir los gastos de educación. También se han aprobado subidas salariales para el personal sanitario, empleados de residencias de ancianos, maestros de guarderías y preescolar y trabajadores sociales.
Con el fin de reactivar el turismo doméstico, la Administración de Kishida revivirá el programa de subsidios Go to Travel, que tuvo que suspenderse poco después de lanzarse en julio de 2020, debido al repunte de casos de la covid-19 en el país. El programa incluye subsidios para el sector de la hostelería y descuentos para los viajeros.
La partida también comprende una inversión de 3.855 millones de euros en industrias estratégicas para la nación, como el de los semiconductores o la inteligencia artificial, y cerca de 5.400 millones de euros para equipamiento de seguridad y defensa.
A pesar de que la mayoría de inversores ven la nueva ronda de estímulos con buenos ojos (la Bolsa de Tokio cerró este viernes en verde, con ganancias del 0,5%), algunos analistas económicos han recibido la noticia con cierto recelo. A su juicio, empeorará aún más el problema de la deuda pública de Japón, la mayor del mundo y notablemente por encima del 200% de su PIB.
Los tres paquetes de estímulo que Japón ha aprobado para contrarrestar el impacto la pandemia lo han dejado con una deuda a largo plazo que dobla el tamaño de su economía, de unos 4,4 billones de euros. El Gobierno, no obstante, también cuenta en esta ocasión con el apoyo del banco central de Japón.
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