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Almirall se desploma un 11% tras anunciar 39,4 millones en pérdidas

La farmacéutica catalana pierde volumen de negocio en Estados Unidos y confía en su negocio en dermatología en Europa

Fachada de un centro de producción de Almirall.
Fachada de un centro de producción de Almirall.
Jordi Pueyo Busquets

Almirall ha perdido 39,4 millones de euros durante los primeros nueve meses del año frente al beneficio neto de 57 millones que obtuvo durante el mismo periodo de 2020. El anuncio de números rojos en los resultados de la farmacéutica catalana este lunes ha hecho que a media mañana sus acciones se desplomaran cerca de un 11%. La compañía apunta que las pérdidas se deben al deterioro de 103 millones del valor contable del activo intangible del fármaco contra el acné Seysara (69 millones), cuya comercialización se ha ralentizado en Estados Unidos por la pandemia. Almirall alega otros dos factores: el daño de la cartera llamada legacy (medicamentos maduros), también en el otro lado del Atlántico con 22 millones, y el pago por la opción de compra de la estadounidense Bioniz, que finalmente no se ejecutó tal y como la compañía ya anunció en sus primeros resultados del año. La farmacéutica incrementa sus ventas en un 6,2%, (hasta los 601,7 millones) que se explican, en parte, por los resultados en Europa del fármaco Ilumetri contra la psoriasis.

El antibiótico Seysara, adquirido en 2018 por Almirall antes de su lanzamiento, se ha visto afectado por la crisis sanitaria. “La dificultad de la actividad comercial para visitar a los doctores y llegar a los pacientes” no permite cumplir con las expectativas iniciales del fármaco, explican fuentes de la compañía. Almirall ha detallado que destina recursos a destacar la etiqueta de medicamento microbiológico para diferenciar el producto, con la intención “de recuperar las prescripciones totales y aumentar la cuota de mercado a medida que van creciendo la interacciones cara a cara con los médicos una vez se vaya normalizando la pandemia”. Pese no seguir pronósticos anteriores, Seysara ha crecido un 40% en ventas en Estados Unidos en un año (de 13,1 a 18,4 millones) y está en fase 3 de ensayos en China. Las ventas en dermatología han caído, en el global de EE UU, un 9% en su valor interanual.

El ebitda del negocio principal de Almirall asciende los 164,2 millones gracias “a los buenos resultados del negocio de dermatología en la Unión Europea”, expone la compañía. Esta rama ha crecido un 21% en un año (de 171,5 a 207,5 millones en ventas) con un protagonismo relevante de Ilumetri que, con una variación del 93%, ha alcanzado los 56,8 millones, un 27,4% de las ventas de Almirall en el viejo continente. La compañía afronta con optimismo su flamante producto para la queratosis actínica Klisyri, que han supuesto 2,2 millones en ventas en Estados Unidos, y lanzado este trimestre en Reino Unido y Alemania. En el país germano ha obtenido 5.200 prescripciones durante el primer mes de su lanzamiento. El incremento general de las ventas de Almirall no incluye su contribución con la vacuna contra la covid-19 AstraZeneca.

“Estamos satisfechos de ver que el negocio core sigue respondiendo bien, con un sólido rendimiento operativo en línea con nuestras expectativas. Observamos un excelente impulso hacia el cuarto trimestre, en el que confiamos que los motores de crecimiento de Almirall mantendrán su sólida trayectoria”, ha apuntado el consejero delegado de la compañía, Gianfranco Nazzi, que asumió el cargo en mayo. El flujo de caja de la compañía catalana ha crecido a 161,4 millones (38,1 en 2020) tras la emisión de un bono senior por un importe de 300 millones con vencimiento en 2026. “Las nuevas obligaciones simples de rango senior, que devengarán un tipo de interés fijo anual del 2,125% pagadero semestralmente, se utilizarán para amortizar 250 millones de euros de obligaciones senior convertibles que vencen a finales de año”, ha detallado la compañía.

En 2020 Almirall presentó un resultado neto de 74,3 millones de euros, en unas cuentas que ya fueron un 30% inferiores al beneficio del año anterior. Uno de los motivos fue la introducción en Estados Unidos de genéricos que empezaron a competir con uno de los productos de la farmacéutica contra el acné, Azcone, cuya patente caducó. El año 2020 fue también en el que el consejero delegado, Peter Guenter, decidió abandonar el cargo para irse a Merk, abriendo un periodo de transición para la empresa. Las pérdidas anunciadas este lunes por la compañía no son las primeras que ven sus causas en Estados Unidos. En 2017 Almirall perdió 73 millones en el primer semestre, también por su negocio en dermatología.

Sobre la firma

Jordi Pueyo Busquets
Es periodista en la redacción de Cataluña y escribe sobre economía, innovación y tecnología. Antes de llegar a EL PAÍS, pasó por ACN, TV3, 324.cat, Bloomberg TV y Cadena Ser. Ha dado clases de redacción en inglés en la UPF y de redes sociales en la UOC. Es licenciado en Periodismo, Ingeniería Informática y máster en Innovación y Calidad Televisivas

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