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La mitad de los autónomos que no han recuperado la actividad se plantean cerrar su negocio

Uno de cada cuatro trabajadores por cuenta propia señala que la subida del precio de la luz pone en peligro su supervivencia, según el barómetro de ATA

Gorka R. Pérez
Un trabajador recoge la terraza de su bar en Córdoba el pasado 20 de julio.
Un trabajador recoge la terraza de su bar en Córdoba el pasado 20 de julio.Salas (EFE)

2021 encara ya su último trimestre y los efectos de la pandemia remiten al ritmo que aumenta el porcentaje de vacunados. Las restricciones sanitarias empiezan a ser barreras cada vez menos elevadas y la actividad remonta en grandes y pequeños negocios. Sin embargo, que el panorama haya escampado no significa que proyecte una recuperación inminente, y mucho menos para los trabajadores autónomos, uno de los colectivos más castigados por la covid-19. Solo uno de cada tres asegura que su actividad ha alcanzado los niveles prepandemia, y entre los que no lo han logrado, cerca de la mitad se plantean cerrar su negocio.

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COR01. CÓRDOBA, 11/01/2021.- Un trabajador recoge el mobiliario de la terraza de un restaurante en el centro de Córdoba, hoy lunes cuando han entrado en vigor las nuevas restricciones en Andalucía por el aumento de casos de la covid, entre ellas el cierre perimetral de la comunidad autónoma, el adelanto del cierre de la hostelería, del toque de queda de las once a las diez de la noche y la limitación de las reuniones a seis personas, estas medidas estarán vigentes hasta la medianoche del 24 al 25 de enero. EFE/Salas
Se amplía hasta el 30 de septiembre el plazo de cobertura de las ayudas directas para autónomos y empresas

Así se desprende del último barómetro realizado por la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) dado a conocer este miércoles y que se ha elaborado a partir de las respuestas de 1.354 autónomos. De entre todas las conclusiones que refleja el estudio destaca el hecho de que uno de cuatro trabajadores por cuenta propia (26,4%) considera que el incremento de la factura de la luz está poniendo en peligro la supervivencia de su actividad. Una circunstancia que colocan por encima de las restricciones que todavía siguen vigentes para frenar la expansión del coronavirus (8,1%) y solo por detrás de la subida de impuestos (30,2%).

Según el último dato de afiliados al Régimen Especial de Autónomos (RETA) el 31 de agosto, 3.262.255 personas componían el nicho de trabajadores por cuenta propia, 7.358 menos que en julio. Un colectivo que antes de la pandemia ―tomando como referencia el mes de febrero de 2020― era algo menos numeroso: 3.257.896. Sin embargo, según se refleja en el barómetro de ATA, de los 280.000 autónomos que actualmente están cobrando la prestación por cese de actividad (el 8,6% del total), 75.000 de ellos reconocen que una vez que dejen de cobrar esa ayuda se darán de baja.

Si bien la situación mayoritaria del colectivo refleja aún la vulnerabilidad de su supervivencia en el horizonte más cercano, el 30,3% afirma haberse recuperado ya, mientras que el 2,6% estima que en el último trimestre del 2021 alcanzará niveles de facturación y trabajo previos a la crisis de la covid-19. Uno de los motivos por los que muchos trabajadores por cuenta propia no han logrado rehacerse del varapalo pandémico tiene que ver con la morosidad. Esto es, por el retraso en el pago de los trabajos que realizan. Si bien a comienzos de año la tasa de impagos afectaba a cuatro de cada diez trabajadores autónomos (40%), según los últimos datos de ATA esta se ha ido rebajando ligeramente (32%), aunque sigue muy presente.

“Como ya hemos dicho, hemos ido por detrás de la pandemia, no hemos sido capaces de anticiparnos. Las ayudas directas han sido un fracaso y no llegan a los autónomos”, ha señalado Lorenzo Amor, presidente de ATA. El Gobierno aprobó en marzo un paquete de ayudas directas para autónomos y empresas por valor de 7.000 millones de euros. Estas ayudas fueron prorrogadas hasta el 30 de septiembre, tal y como se acordó en el último Consejo de Ministros. Se trata de un paquete de ayudas que autónomos y empresas pueden destinar para el pago de deudas y costes fijos asumidos por las empresas desde marzo de 2020 hasta el 30 de septiembre de 2021.

Pero su gestión ―que corre a cargo de las comunidades autónomas― no ha resultado nada satisfactoria para el colectivo de trabajadores autónomos: tres de cada cuatro (74,71%) suspende las ayudas, y las valoran con una nota de 2,8 sobre 10 (de los que un 46% las puntúa con un 1, la nota más baja).

Rechazo a la subida del SMI

Tras alcanzar un acuerdo con los sindicatos, el Gobierno decidió la semana pasada aumentar el salario mínimo interprofesional (SMI) en 15 euros, y situarlo en 965 euros mensuales en 14 pagas para los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 2021; además de comprometerse a elevarlo nuevamente el próximo 1 de enero de 2022 (previsiblemente hasta los 1.000 euros). Una decisión que no satisfizo a la CEOE, como tampoco a los dirigentes de ATA. “Los autónomos encuentran un nuevo sablazo que va a venir significando un aumento de cuota que será de entre 3 y 12 euros”, aseguró el mandatario, a quien, a tenor de los resultados del barómetro, secundan los autónomos que participaron en la encuesta.

Preguntados por su valoración acerca de la subida del SMI, el 10,4% lo consideró como algo positivo, mientras que prácticamente la mitad de ellos (49,5%) señaló que no puede permitirse subidas en costes salariales. Independientemente de la valoración y afectación personal que les pueda provocar la subida, tres de cada cuatro autónomos, el 73,5%, afirma que dada la situación actual “no es el momento” para llevarla a cabo.

Polémica por el silencio administrativo

Dentro de la negociación de la segunda parte de la reforma de las pensiones se incluye la formulación de un nuevo sistema de cotización para los trabajadores autónomos en función de sus ingresos reales. Un modelo que ha tenido una acogida desigual dentro del colectivo a tenor de los resultados del barómetro: un 35,3% se muestra a favor de cotizar por ingresos reales, un 34% en contra y un amplio 30,7% no sabe o no contesta. “Esta variedad en las respuestas, y el alto número de personas que no contestan tiene que ver con que desconocen cómo será ese modelo”, ha justificado Amor.

La agenda del responsable de ATA, como la del resto de organizaciones de autónomos, también contempla la ampliación del plazo de vigencia de los ERTE más allá del 30 de septiembre, cuando concluye la última prórroga. Este martes, durante la comisión tripartita, el Gobierno trasladó su propuesta a los agentes sociales.

Entre ellas, más allá de extender el marco hasta el 31 de enero de 2022, también incluyó la necesidad de que las empresas que los soliciten incorporen un plan de formación para los trabajadores suspendidos sobre el que versarán las exoneraciones que reciben en el pago de la cuota de Seguridad Social de estos. Sin embargo, lo que molestó a las partes fue el hecho de que si una vez que se realice la solicitud no se recibiera respuesta alguna de la Administración, esto sería entendido como un rechazo. Algo que Lorenzo Amor ha criticado duramente este miércoles. “Lo del silencio administrativo es algo absurdo”, ha indicado. “Y lo que trasciende es que se quiere complicar el procedimiento para dificultar el acceso a estas ayudas”, ha añadido.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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