Feria del automóvil de Múnich: un salón con más bicicletas que coches
Múnich estrena su feria de coches con apenas una docena de marcas y buscando la nueva movilidad
Un espacio mucho más pequeño, apenas media docena de fabricantes de vehículos, quizás más bicicletas que coches y unos pasillos que nunca habían estado tan vacíos. Esa ha sido la carta de presentación de la primera jornada del salón internacional del automóvil que se celebra en Múnich desde este lunes. El reencuentro de la industria de la automoción ha sido aciago pese a que llevaba desde septiembre de 2019 sin verse las caras, cuando se celebró el último salón de Fráncfort. En abril del siguiente año se tenían que volver a ver en Ginebra, evento de referencia para el sector, pero la crisis sanitaria ya no lo permitió. Como ocurrió con el Mobile de Barcelona, anunció su cancelación cuando la moqueta ya esperaba a los vehículos.
Desde entonces, además de problemas para producir coches, casi todo han sido presentaciones por Zoom, Teams o Youtube y en Múnich, que coge el relevo de Fráncfort como sede del salón alemán de referencia, da la impresión de que todo ha cambiado. Los apabullantes espacios de exposición en los que las marcas gastaban habitualmente fortunas para presentar sus nuevos modelos brillan por su ausencia. E incluso el nombre del evento plantea un cambio de etapa que habrá que ver si tiene marcha atrás: IAA Mobility. Las siglas responden al nombre de la patronal de fabricantes germana que organiza el salón y el nombre, al reto de que no se trate únicamente de una exposición de vehículos. Es una fórmula que está extendiéndose. En Barcelona el salón Automobile tendrá este año un salón complementario denominado Tomorrow.Mobility que va en la misma dirección y que Fira de Barcelona quiere potenciar.
Uno de los cambios más significativos en el salón de Múnich es la presencia más modesta del Grupo Volkswagen. El consorcio ha renunciado a que participen en los pabellones de la feria sus marcas Audi o Porsche y su marca emblema, Volkswagen, ha limitado mucho el espacio de exposición. Menos de una decena de vehículos y todos ellos eléctricos. “Va en la línea con la ofensiva en la que está la marca”, señala una portavoz. En todo caso, la compañía mostró como novedad un prototipo —ID.Life, se llama— con el que prevé entrar en el segmento más barato del vehículo eléctrico, con una plataforma desarrollada por Seat para todo el grupo y que previsiblemente se fabricará en España. Cupra, la marca de deportivos de la compañía española, prevé presentar este martes un prototipo deportivo del modelo que lanzará en ese mismo rango de precio.
Pese a la escasa presencia de fabricantes, el modesto volumen de periodistas —los primeros días están reservados para las presentaciones a los medios de comunicación— que acudió ayer a la feria bávara continuaba agolpándose en los espacios de exposición de las marcas presentes, sobre todo europeas. En Mercedes, que no tuvo reparo en exhibir vehículos de combustión, se arremolinaban ante la versión futurista de una furgoneta. Y lo mismo sucedía en BMW (también centrado en vehículos eléctricos) o el espacio de Renault, la única marca francesa que se ha plantado en Alemania para poder presentar su Mégane E-Tech y el prototipo del nuevo Renault 5 que verá la luz el próximo año.
Dos pabellones para bicicletas
Menos visitantes había en el espacio de la asiática Wey, propiedad del grupo Great Wall Motor, que anunció su desembarco el próximo año en el mercado europeo con un todocamino enchufable. Pero en el expositor asiático no había tan pocos periodistas como la media docena que atendían la presentación de una marca de bicicletas. Este tipo de movilidad cuenta con casi dos pabellones en las que se exponen decenas de modelos de diferentes marcas. Pero ayer aparecían vacíos pese a ser los primeros por los que tenían que pasar los asistentes. La mayoría pasaba de largo. “Esperamos que en los próximos días haya más gente, sobre todo los días de apertura para el público en general”, explicaba Ignacio Giménez, responsable de marketing del fabricante de bicicletas Cannondale en España y Portugal. Es la primera vez que la marca participa en un salón del automóvil, pero Giménez explicaba que si lo hacían es por el tirón que el uso de bicicletas, también eléctricas, tiene en Alemania.
Múnich es consciente del cambio de estilo que quiere darle al salón del automóvil, que tiene un apéndice en el centro de la ciudad para probar coches o bicicletas y quiere impulsarse más allá incluso de la movilidad eléctrica. Pero el protagonismo lo siguen teniendo los de siempre: los coches, con la compañía de muchos fabricantes tradicionales de componentes. El salón de Ginebra, que se celebrará en febrero próximo, dirá si los coches continúan mandando.
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