El Sabadell gana 220 millones hasta junio, un 51% más, gracias a los beneficios de la filial británica
El banco anuncia la vuelta al reparto de un dividendo del 30% del beneficio en efectivo tras conversar con el BCE
El Banco Sabadell ganó 220 millones de euros en el primer semestre, lo que supone un 51,5% más que en junio de 2020. La entidad se beneficia de que su filial británica, el TSB, ha pasado de aportar pérdidas de 71 millones en 2020 a lograr 39 millones positivos este año tras realizar un fuerte ajuste de costes e incrementar el negocio. La cuenta de resultados refleja la caída de los márgenes, en parte porque los beneficios de las operaciones financieras han descendido un 82%, aunque las menores dotaciones por la mejoría económica impulsan la actividad comercial y el beneficio.
El Sabadell se encuentra en plena implantación de una nueva estrategia impulsada por el nuevo ejecutivo, César González-Bueno, que ha prometido elevar la rentabilidad de la entidad hasta el 6% en 2023, el doble de la que tiene actualmente. Este plan pasa por una fuerte reducción de gastos que implica la salida de unos 1.000 empleados, aunque todavía no se han concretado los detalles.
En la nota se recuerda que el consejo de administración ha anunciado “su intención de restablecer la distribución de dividendo a sus accionistas del 30% del pay out” (la parte del beneficio que se entrega a los accionistas) “con cargo a los resultados del 2021, “en línea con el diálogo supervisor que está en curso”. En el sector financiero se entiende que el Sabadell ya tiene la autorización informal de las autoridades para repartir dividendos.
“Clara recuperación de la economía en V”
Durante la rueda de prensa de presentación de resultados, César González-Bueno, comentó que la decisión de repartir un dividendo se ha tomado “después de mantener un diálogo continuo con el supervisor y ha parecido prudente y razonable, aunque formalmente no se tomará hasta septiembre. Es una decisión que toma tras ver los resultados, el nivel de capital y los resultados de la prueba de estrés que se publicará mañana”.
Los test de estrés de este viernes son una guía para el Banco Central Europeo (BCE) a la hora de permitir el reparto del beneficio a los accionistas. De los cuatro grandes bancos sometidos a estas pruebas de estrés (Santander, BBVA, Sabadell y Bankinter), el más perjudicado en la comparativa será el Sabadell porque parte de niveles más bajos de provisiones y capital tras necesitar un saneamiento muy profundo en 2020, que le llevó a reducir los beneficios a dos millones, suspender el reparto de dividendos y buscar una fusión (frustrada) con el BBVA.
El primer ejecutivo del Sabadell se mostró especialmente optimista con la evolución de la economía española. “Creemos que los ERTEs y las moratorias del ICO han sido muy positivas. Las expectativas que tenemos es que el PIB mejorará más de lo que creíamos hace unos meses. Va a ser claramente una recuperación en V”.
Respecto al incremento de la morosidad cuando se acaben las medidas que amortiguan la crisis para las empresas y particulares, el consejero delegado afirmó que los clientes se están comportando “mucho mejor de lo que esperábamos”. Leopoldo Alvear, director financiero, añadió que ahora el banco en España tiene una morosidad del 4,4% “y el pico llegará en 2022, hasta 2023, pero en ningún caso superará el 5%”.
Hipotecas en el nivel prepandemia
Regresando a los resultados, la concesión de créditos hasta junio ha subido un 6,2% frente al primer semestre de 2020. El banco asegura que “las hipotecas alcanzan niveles prepandemia y marcan un nuevo récord de producción en España con un volumen de 1.487 millones, con una subida del 15% en el segundo trimestre”. El nivel de capital de máxima calidad, denominado CET 1 fully loaded se situó en el 12% en junio pasado.
“Cerramos el semestre con unos resultados positivos, creciendo en ingresos y en inversión crediticia. La hoja de ruta que establece nuestro plan estratégico para la transformación de la entidad avanza adecuadamente”, asegura César González-Bueno en una nota, quien apunta a “la aportación al grupo cada vez mayor de nuestro negocio en Reino Unido”.
Menos oficinas y menos empleados
El total de costes alcanza los 1.512 millones de euros a cierre de junio de 2021, reduciéndose así un 3,2% respecto al año anterior. El banco cerró un plan de 1.800 prejubilaciones con los sindicatos a finales de 2020. Entre junio del año pasado y el primer trimestre de 2021 la entidad ha reducido su plantilla en 3.100 personas, casi el 13% del total. En este mismo periodo, el número de oficinas ha disminuido un 15,5%, al cerrar 353 sucursales.
TSB, la filial británica, que estuvo a la venta aunque ahora el banco apuesta por mantenerla en el grupo, aporta 39 millones de euros. La entidad aprovecha el buen momento de la economía británica, como le ha sucedido a la filial del Santander en Londres, y mejora el margen básico al tiempo que reduce los costes y las dotaciones. Las comisiones netas crecen un 28,3% interanual por mayores tasas cobradas por los servicios y la inversión crediticia en TSB sube un 19,8% desde junio de 2020 por el fuerte ritmo en la nueva producción hipotecaria.
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