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El Sabadell sacrifica su beneficio para sanear el balance ante la pandemia y los costes de reducción de plantilla

Provisiona 2.275 millones y gana dos millones, un 99,7% menos en 2020, antes de la llegada del nuevo jefe, César González-Bueno; la entidad no repartirá dividendos

Íñigo de Barrón
Presentación de resultados del Sabadell en 2020. De izquierda a derecha: Tomás Varela, director financiero, Josep Oliu, presidente, Jaime Guardiola, consejero delegado y Gabriel Martínez, director de Comunicación.
Presentación de resultados del Sabadell en 2020. De izquierda a derecha: Tomás Varela, director financiero, Josep Oliu, presidente, Jaime Guardiola, consejero delegado y Gabriel Martínez, director de Comunicación.

El Sabadell ha presentado un beneficio neto de dos millones en 2020, lo que supone un 99,7% menos que los 768 millones que logró en 2019. No obstante, todos los márgenes de la cuenta de resultados presentan mejoras, ya que el resultado se ve castigado por las provisiones de 2.275 millones. Esta partida se ha destinado a cubrir los créditos que pueden estar afectados “por la crisis derivada de la covid-19, la ejecución de planes de reestructuración en España y Reino Unido, y completar ventas de activos problemáticos”, afirma el banco presidido por Josep Oliu.

Sin las pérdidas de su filial británica, el TSB, que suman 220 millones, la entidad hubiera obtenido un beneficio de 222 millones, un 73% menos. El Sabadell asegura que TSB entrará en beneficios este año y que no lo tiene en venta porque cree que tendrá más valor dentro de unos meses cuando se perciban las mejoras implantadas. La entidad realiza estos fuertes saneamientos aprovechando que no va a repartir dividendos con cargo a 2020. Para 2021, fuentes del banco comentaron que sí esperan volver al dividendo y a los beneficios.

La rueda de prensa de resultados de la entidad ha servido para que el presidente, Josep Oliu, haga un balance de la situación tras la ruptura de las negociaciones de fusión con el BBVA el pasado noviembre.

“El tema del BBVA pertenece al pasado y ahora el banco no contempla ninguna operación corporativa. Estamos centrados en un plan a tres años que presentaremos pronto y que revalorizará los negocios del banco. No importa por qué rompimos, está claro que a nosotros no nos parecieron condiciones económicas suficientes y creímos que generaríamos más valor en solitario”, dijo.

Oliu comentó que la ruptura de las negociaciones ha sido acogida de forma “altamente positiva” por los clientes, mientras que los mercados “no han reaccionado negativamente”. Sin embargo, la cotización del Sabadell arrastra una depreciación del 60% en los doce últimos meses.

Oliu no aclara si seguirá ni las funciones que tendrá

El presidente dijo no estar preocupado por la caída de cotización porque no hay dudas sobre la solvencia del banco, sino que se debe a la falta de rentabilidad, que es un problema común en todo el sector bancario. “Este problema ha quedado en gran parte solucionado con los resultados presentados hoy”, dijo, en referencia a las grandes provisiones realizadas, la reducción de plantilla anunciada y a la limpieza de las carteras de crédito.

El mandato de Oliu termina en 2022, pero el presidente, de 72 años, no ha querido desvelar si tiene previsto jubilarse o mantenerse al frente del banco. Tampoco quiso realizar un balance de gestión como primer ejecutivo “porque seguiré y la historia futura será parte de mi balance”, advirtió. Por último, rechazó especificar qué funciones tendrá tras la junta de accionistas cuando César González-Bueno sustituya a Jaime Guardiola como consejero delegado y tome el poder ejecutivo.

Guardiola se jubila tras haber cumplido 63 años, aunque seguirá ligado al banco como presidente de la filial de México. Preguntado por el balance que hace de su estancia al mando del Sabadell comentó: “Llegué en septiembre de 2007, con la crisis de las subprime que derivó en la gran crisis inmobiliaria en España después de tantos excesos...y ahora me voy con otra crisis, la de la covid-19. Mi paso ha sido ir de crisis en crisis, pero guardo muchos momentos buenos, y otros no tanto, después de 42 años en este sector que no siempre es gratificante”.

La operación del Sabadell es un clásico en banca: la llegada de un nuevo primer ejecutivo es sinónimo de saneamiento profundo de las cuentas de la entidad. César González-Bueno, nombrado en diciembre y procedente de ING España, está detrás del cierre del ejercicio de 2020, aunque le queda algo más de un mes para tener mando en plaza de forma oficial.

Fichaje del director financiero de Bankia

El Sabadell también ha anunciado el fichaje del director financiero de Bankia, Leopoldo Alvear, que sustituirá a Tomás Varela, veterano de la casa con 61 años, como director general financiero. Es el primer movimiento estratégico de González-Bueno para configurar su equipo y ha aprovechado la fusión de CaixaBank con Bankia para hacerse con una pieza clave de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri.

Tanto Guardiola como Varela estuvieron presentes en la presentación de resultados y recibieron múltiples elogios de los periodistas por su colaboración y capacidad de explicación a los medios a lo largo de más de una década.

La entidad ha destinado las fuertes provisiones para sanear las tres carteras de activos con EPA (un seguro que protege de parte de la morosidad) de la CAM, que el Sabadell ha vendido. Esta operación le ha permitido reducir la ratio de mora en el año 0,23puntos, hasta el 3,6%, lo que le sitúa por debajo de la media del sistema.

El banco ha puesto en marcha un plan de eficiencia y transformación digital en España, “que tiene como objetivo ajustar la estructura de la organización y los costes a la nueva realidad competitiva. En el cuarto trimestre ha concluido con éxito el plan de ajuste de plantilla con salidas voluntarias de 1.817 personas. Este plan impactará positivamente en 141 millones anuales por ahorro de costes”.

La financiación de dicho plan de eficiencia se ha llevado a cabo con plusvalías de 314 millones de euros por las ventas de parte de la cartera de activos. Tras la ejecución de dicho plan, las plusvalías latentes adicionales no utilizadas del Sabadell ascienden a 1.200 millones, según el banco.

El Sabadell cuenta con 300 oficinas menos al cierre de 2020 (2.083) y cuenta con 23.458 empleados. La ratio de capital de máxima calidad, denominado CET 1 fully-loaded, se sitúa en el 12%, con una ligera mejoría 0,01 puntos respecto al trimestre anterior.

Pese a los grandes descensos de los resultados, el actual consejero delegado, Jaime Guardiola, afirma en la nota: “Cerramos un año con un excelente desempeño comercial y el aumento de todos márgenes de negocio. Con el esfuerzo en saneamiento y la ejecución del plan de eficiencia en España y Reino Unido, sentamos las bases de nuestro próximo plan estratégico que será presentado el próximo mes de mayo”.

Reestructuración de la plantilla en España

En cuanto a la cuenta de resultados, los ingresos del negocio bancario (el margen de intereses más las comisiones netas) alcanzan los 4.749 millones, un 6,2% menos en términos interanuales. En el trimestre muestran un comportamiento positivo y aumentan un 3,1%.

El total de costes asciende a 3.461 millones a cierre de 2020, un 7,7% más respecto al mismo período del año anterior “por la reestructuración en España y TSB. Los costes recurrentes se reducen un 2,4% interanual y en el trimestre un 3,4%, debido a menores gastos de personal y menores gastos generales”. Los gastos no recurrentes incorporan 314 millones por los costes de reestructuración en España y 101 millones en TSB.

En cuanto a la actividad comercial, el crédito (sin contar los activos de la CAM) ha crecido 2,6% interanual y en el 1% en el trimestre. “En España, la inversión crediticia viva muestra un crecimiento del 3,2% interanual apoyado principalmente en la concesión de préstamos ICO a empresas, pymes y autónomos, así como en el crecimiento de las hipotecas a particulares. En TSB, la inversión crediticia muestra un aumento del 1,3% interanual y del 4,4% en el trimestre, principalmente por el aumento de la cartera hipotecaria”, indica el banco.

En el lado del pasivo, los recursos de clientes en balance suman 150.778 millones, con una subida del 3,1% impulsada por el crecimiento de las cuentas a la vista, que se han incrementado un 9,6% interanual.

11.900 millones en préstamos ICO

“El Banco Sabadell ha hecho efectivo su compromiso en el apoyo a empresas, autónomos y familias para afrontar las consecuencias de la pandemia en 2020 con 125.000 operaciones por importe de 11.900 millones en préstamos garantizados por el ICO destinados a pymes y grandes empresas”, indica la entidad.

Por lo que respecta a las moratorias, este banco ha concedido hasta final de año un total de 3.697 millones; de ellos, 2.684 millones corresponden a moratorias sectoriales, mientras que los restantes 1.013 millones son las amparadas por la ley. El 98% de las moratorias concedidas son hipotecarias, y el 2% restante a préstamos consumo.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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