CaixaBank y los sindicatos acercan posiciones en el ERE tras reducir los despidos hasta los 6.452 trabajadores
El banco retira la salida forzosa de empleados, con algunas excepciones. Las negociaciones continúan tras superar el plazo legal
CaixaBank ha presentado en la madrugada del miércoles, alrededor de las 4 horas, a los sindicatos su propuesta definitiva en la reunión negociadora del ERE. El banco aceptar rebajar los despidos hasta las 6.452 extinciones de contrato, lo que supone 1.839 menos de las previstas inicialmente, que eran 8.291. Esto supone un descenso del 22,2% del total. Además, retira el otro gran escollo, que los despidos sean forzosos, si bien ha establecido la posibilidad de mover hasta 100 kilómetros a empleados si salen muchos de una provincia y otra localidad tiene excedente de personal.
Diferentes fuentes sindicales han confirmado a EL PAÍS que esta posición facilita el acuerdo, pero seguirán negociando durante la mañana de este miércoles, pese a que el plazo legal concluyó el martes a las 00:00. La reunión para negociar este ajuste de plantilla comenzó la mañana de ayer martes y se reanudará en la mañana de este miércoles.
Además, según han informado los sindicatos, CaixaBank ha mejorado las compensaciones económicas que recibirán las personas que se acojan al ERE. Se han incrementado las primas de voluntariedad, lo que se cobra si te apuntas al ERE, que van de 14.000 euros para el colectivo de 52 y 53 años a 13.000 euros para los menores de 52 años, y la misma cantidad para quienes lleve menos de seis años en la entidad y 23.000 euros para los que superen esa antigüedad. Asimismo, los cupos por edad (el máximo número de trabajadores que se pueden adscribir voluntariamente al plan) se elevan a 1.650 en el caso de la franja entre 54 y 55 años y a 650 en el caso de los empleados de 52 y 53 años.
Movilidad geográfica para compensar salidas
La retirada de la forzosidad lleva a la movilidad geográfica: CaixaBank quiere que en caso de no alcanzar el excedente en una provincia determinada, se puedan trasladar a trabajadores a otra provincia con déficit de empleo, “limitando a la movilidad geográfica para estos supuestos de cobertura por decisión de la empresa a un máximo de 100 kilómetros, pero dejando que se pueda superar este límite máximo en 200 trabajadores”. El banco retiran definitivamente la forzosidad, “dejando el excedente que pudiera haber al estudio de la Comisión de Seguimiento”, según los sindicatos.
La tensión en la negociación se explica porque hay muchos ojos pendientes del ERE de CaixaBank. Entre ellos, los del Gobierno, que por boca de su vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, ha reclamado un acuerdo sindical en la negociación del expediente, el más grande de la banca y uno de los más numerosos del sector empresarial español. El Estado posee el 16% del capital del banco por su antigua participación de control en Bankia, que se fusionó con la entidad catalana.
El objetivo sindical: 6.300 despidos
Los sindicatos no han respondido a la propuesta del banco, aunque están proclives al acuerdo pese a que su cifra objetivo de despidos eran 6.300 empleados. Mientras, hacen recuento del éxito de la huelga de ayer. Fuentes sindicales de CaixaBank afirman que provocó el cierre de más del 90% de las oficinas y un descenso de la actividad superior al 95%. La empresa no ha dado sus cifras sobre la incidencia. Además de mantener clausuradas las sucursales, miles de trabajadores protestaron en la calle contra el ERE para que todas las salidas sean voluntarias.
La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri vive momentos de zozobra. El 22 de junio se hizo la primera huelga en CaixaBank en los 117 años que tiene la entidad que ha dado origen al banco. Y en una semana ha tenido su segunda huelga, también con un seguimiento mayoritario que ha paralizado su actividad.
Encajar el puzle de las plantillas por provincias
Los sindicatos han roto una tradicional forma más calmada de negociar porque no están dispuestos a aceptar las salidas forzosas. El banco quiere aliviar algunas regiones donde tiene mucha presencia porque tanto Bankia como CaixaBank ya estaban muy presentes antes de la fusión. Ese es el caso de Baleares, un territorio de origen para el banco catalán, que se junta con la gran presencia que tenía Sa Nostra, el banco integrado en Bankia.
El nuevo banco también tiene gran presencia en Andalucía y está presentando cifras de despidos elevadas que podrían provocar salidas forzosas. Fuentes de la entidad apuntan que la falta de movilidad de unas regiones a otras, o de unas provincias a otras, hace más difícil organizar el diseño equilibrado de la plantilla y temen que muchos trabajadores podrían salir de zonas en donde no sobran, mientras que se mantiene el excedente en otras regiones.
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