Paneles para organizar el tráfico
Fixalia, que fabrica y mantiene las señales y los paneles luminosos de las carreteras, busca crecer en Latinoamérica
Volver a empezar no es solo el nombre de una película ganadora de un Oscar, también es un buen titular para la historia de los hermanos Juanjo y Joaquín Díaz. Trabajaron durante años en Odeco, la empresa que inventó las pantallas luminosas perimetrales que sustituyeron a las lonas publicitarias en los campos de fútbol, hasta que la crisis económica de 2008 se llevó por delante buena parte de la compañía. “Buscamos otro camino y decidimos emprender. Aunque para mí emprender no es solo montar una empresa, en la anterior siempre estaba emprendiendo”, afirma Juanjo Díaz, director general de Fixalia.
Con la capitalización de la prestación de desempleo de ambos, que sumó unos 50.000 euros, pusieron la primera piedra de Fixalia, que nace ese año como una compañía de reparación de sistemas electrónicos industriales. “En tiempos de bonanza nadie reparaba, luego sí. Nos convertimos en el zapatero remendón de la electrónica”.
Era el año 2012, un momento en el que la crisis azotaba con fuerza en España y donde la economía estaba prácticamente parada. “Muchos nos dijeron que no nos lo habíamos pensado bien, pero el tiempo les ha quitado la razón”, asegura Díaz.
Empezaron de la mano de la fotovoltaica, pero también llamaron a la puerta de Odeco, su antigua empresa, para ofrecerle sus servicios. Unos servicios que luego se ampliaron, cuando los accionistas de esta compañía decidieron liquidarla y ofrecer a los hermanos Díaz convertirse en el soporte de los más de 70.000 equipos implantados en todo el mundo. A partir de aquí, Fixalia decidió poner el foco de su estrategia en el servicio posventa, aunque no dejó de lado la investigación. En 2014 lanzó su propia tecnología, tras percibir la evolución en este tipo de paneles. Una tendencia que los condujo hacia el sector del tráfico, dejando de lado otro como el de los paneles publicitarios, “donde la competencia es feroz”, señala.
También la firma se internacionalizó y dio el salto hacia países como Chile, Brasil o Colombia, donde la crisis no se había dejado sentir tan a fondo como en España. “Antes de 2008 se podían instalar 600 paneles; durante la crisis, 10. Ahora parece que el mercado se mueve, porque muchos paneles de carreteras tienen más de 18 años y, como su vida útil es de 10, hay que cambiarlos. En 2019 colocamos unos 150, 40 en España”, concreta Díaz. Unos paneles que parten de un precio de 20.000 euros y que en España tienen como principales clientes a la Dirección General de Tráfico (DGT), el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) o el Servei Català de Trànsit.
Un buen año
El pasado 2020 no les pasó demasiada factura. “En mayo parecía que se avecinaba una catástrofe. Pese a todo, no hicimos ERTE y aguantamos a pulmón. A partir de julio todo cambió para bien. Si esta crisis nos influirá o no, lo sabremos en un tiempo. Nuestros contratos se desarrollan en dos o tres años”, concreta.
El pasado año facturaron tres millones de euros, frente a los 2,5 millones de 2019, con un beneficio de 150.000 euros. Una caja que llega en un 60% desde fuera de España. “Este año tiene buena pinta. Nuestra previsión de ventas para 2021 ronda los cinco millones de euros”.
En la actualidad, sus 30 trabajadores son los responsables de la tecnología y el mantenimiento de más de 9.000 paneles y 100.000 señales de mensaje variable, tanto en carreteras como en aeropuertos, estaciones de ferrocarril o de autobuses.
Además, entre sus planes está desarrollar nuevos proyectos en Colombia; mantener su presencia en Chile, el que fuera uno de sus primeros destinos, y poner en marcha una joint venture en Brasil para recuperar este mercado. También están integrando la tecnología de Alba Electrónica, una empresa del sector, adquirida en febrero de 2020, que estaba en liquidación y que había sido su principal competidor en tiempos de bonanza. Una compra que podría no ser la única. “Si en España se presenta otra oportunidad, la valoraremos. Fuera de aquí desarrollamos el negocio con colaboradores locales”, concluye el director general de Fixalia.
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