La UE debe invertir hasta 10.000 millones anuales para cerrar la brecha en inteligencia artificial y ‘blockchain’ con EE UU y China
El bloque comunitario ahora apenas destina 1.750 millones a esa tecnología, el 7% mundial
Bruselas se propone impulsar con los planes de recuperación una gran transformación de la economía europea. La UE quiere liderar la revolución verde y no perder el tren del mercado digital. Pero un informe realizado por el Banco Europeo de Inversión (BEI), encargado por la Comisión Europea, señala que el bloque comunitario deberá movilizar hasta 10.000 millones de euros al año para poder atrapar a Estados Unidos y China en los dos frentes que el Ejecutivo comunitario cree que tendrán un mayor impacto en la industria: la inteligencia artificial y la tecnología blockchain. Ahora, los países del club apenas invierten 1.750 millones de euros en ese ámbito.
Europa llegó tarde a la primera gran revolución digital, que alumbró a gigantes norteamericanos como Google, Amazon, Facebook o Apple. Sin embargo, cree que está a tiempo de llegar a los cambios que se están materializando ya en el ámbito industrial con la llegada de nuevos procesos impulsados por tecnologías disruptivas. “Las regiones que se queden atrás en la carrera por la inteligencia artificial probablemente verán mermada su participación en el mercado mundial en varias industrias, desde las finanzas y el comercio electrónico a las manufacturas y la extracción de minerales”, sostiene el informe.
El documento pone negro sobre blanco las carencias de las que adolece Europa. Los centros de investigación del continente han logrado ser un hervidero de ideas, de modo que la UE tiene más investigadores (cerca de 40.000) en esos campos que Estados Unidos (30.000) y China (20.000), que copan cerca del 30% de la literatura científica mundial. El gran obstáculo está en la falta de inversión, en especial en las primeras fases de inversión de las startups (empresas emergentes). Es más, el informe señala que, tras esas etapas críticas, muchas compañías acaban siendo engullidas por grandes corporaciones norteamericanas. El top ten de compradores está en Estados Unidos y está encabezado por Google, Apple, Microsoft, Amazon y Facebook.
La UE pincha, pues, en la inversión. Estados Unidos y China copan el 80% de los 25.000 millones de euros anuales que se destinan a esa tecnología. La UE se queda muy atrás, con una media de 1.750 millones (apenas el 7% mundial), y solo 100 millones van a blockchain. El informe cree que, para recuperar terreno, Europa debe invertir entre 5.000 y 10.000 millones anuales, de los cuales el 80% debe ir a inteligencia artificial. Esas proyecciones van en línea con las de la Comisión Europea, que quiere movilizar 20.000 millones anuales en la próxima década para esas tecnologías. De hecho, el BEI ya ha empezado a desplegar programas para que el capital vaya hacia esos sectores.
Pero el informe apunta a que esa tarea no será tan sencilla. El estudio del BEI apunta que uno de los principales problemas es la “disponibilidad limitada” de instrumentos de capital riesgo. Los números en la UE están a años luz de los que lucen sus principales competidores. En las pymes europeas se inyectaron 1.900 millones en 2019, lejos de los 17.900 millones de Estados Unidos. Además, hay pocos fondos especializados en esa industria, a diferencia de lo que sucede al otro lado del Atlántico, donde hay instrumentos dedicados al blockchain como Paradigm, Andreessen, Horowitz o Pantera Capital. El análisis considera que esa falta de especialización puede dar pie a equívocos como la confusión del blockchain con el bitcoin (moneda virtual). El informe del BEI también alienta a la Comisión Europea a avanzar en el mercado único digital, que impide escalar a las startup, y a recoser un ecosistema de innovación que los autores consideran demasiado fragmentado y concentrado en cuatro países que concentran el 55% de todas las pymes de inteligencia artificial y blockchain (Alemania, Francia, España y Países Bajos).
Ampliar los fondos en marcha
El documento señala que el Banco Europeo de Inversión y el Fondo Europeo de Inversión (EIF, por sus siglas en inglés) pueden ser los dos catalizadores para impulsar la inversión, poniendo el foco en las fases de crecimiento en las que muchas empresas no logran financiación europea. Para ello, el informe propone desplegar un conjunto de instrumentos financieros y de considerar la ampliación de otros, como el mecanismo que debe servir para inyectar 150.000 millones a la tecnología de la inteligencia artificial mediante la coinversión. El informe aboga también por que los concursos públicos favorezcan la participación de esas compañías.
Hace apenas dos meses, las grandes startups europeas –con una valoración superior a 1.000 millones— empezaron una ronda de contactos con la Comisión Europea para poner sobre la mesa la creación de un gran fondo de 100.000 millones de euros para empresas tecnológicas dedicadas a áreas clave como la biotecnología, la inteligencia artificial o la lucha contra el cambio climático. La idea de esos empresarios que se reunieron con la comisaria de Innovación, Mariya Gabriel, era, precisamente, cerrar la brecha tecnológica con Estados Unidos y China, cuyo liderazgo les está permitiendo comprar empresas potencialmente disruptivas, consolidar su poder industrial, crecer y “dirigir la agenda digital y tecnológica”.
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