La rápida vacunación y los planes de gasto público inyectan optimismo en la Reserva Federal de EE UU
La Fed ve mayor fortaleza en los indicadores económicos, aunque insiste en que la economía aún depende “significativamente” del virus
El crecimiento económico estadounidense avanza al mayor ritmo desde 1983. La recuperación gana fuerza gracias, por una parte, a una política fiscal y monetaria muy agresiva y, por otra, al buen ritmo en la vacunación -más de la mitad de los adultos estadounidenses han recibido al menos una dosis- y al descenso de la incidencia del virus. Todo esto hace que la Reserva Federal (Fed) mire hacia el futuro con más optimismo. Pese a todo los problemas siguen ahí. “Estamos muy preocupados por las cicatrices en el mercado laboral”, ha advertido este miércoles Jerome Powell, presidente del banco central estadounidense, quien agregó que Estados Unidos está “muy lejos del pleno empleo”.
“En medio de los progresos en la vacunación y un fuerte apoyo de la política económica, los indicadores de actividad y empleo se han fortalecido”, apuntaron los dirigentes de la Fed en su comunicado tras una reunión de dos días. El organismo que encabeza Powell ha decidido, además, dejar los tipos de interés inalterados. “Los sectores afectados con más severidad por la pandemia siguen estando débiles, pero muestran síntomas de mejoría”, añaden los responsables de la Fed.
El mismo día en el que se anunció un nuevo plan de gasto del presidente Joe Biden, algunas pequeñas palabras dan la idea de que Powelll y el resto de gobernadores centrales de Estados Unidos ven alejarse los escenarios más pesimistas: ya no usan el adjetivo “considerables” a la hora de definir los riesgos ligados a la pandemia. Sin embargo, todo continúa dependiendo de la evolución del virus, alertan en la Fed: “Los riesgos para las perspectivas económicas continúan”.
Está previsto que este jueves se publiquen unos fuertes datos de crecimiento. El producto interno bruto del primer trimestre puede mostrar un repunte del 6,5%, según algunas previsiones. Los expertos creen que la expansión del segundo trimestre podría rozar el 10%. Se han visto repuntes en la contratación, el gasto y la inflación, pero a pesar del panorama alentador, todavía hay datos que empañan la salida de la crisis, como los casi 10 millones de desempleados, muy lejos aún de los niveles precovid.
No es el momento de retirar estímulos
Pese a los síntomas de mejora, el presidente de la Fed avisó ayer de que la situación económica del país está aún muy lejos de la ideal. “El mercado laboral tardará meses en alcanzar un equilibrio”, dijo Powell, algo que espera que ocurra cuando la primera potencia logre dejar a la covid-19 “en el retrovisor”.
Además de mostrar por dónde sopla el viento de la economía, la Fed también ha anunciado el miércoles que mantendrá los tipos de interés al 0,025% hasta lograr un empleo máximo y una inflación a una tasa del 2% a largo plazo, permitiendo momentáneamente que el índice de subida de precios supere “moderadamente” ese 2% durante algún tiempo para compensar el periodo en el que se encontraba por debajo de esa barrera. “La subida de los precios será transitoria durante unos meses y posteriormente los precios se normalizarán”, ha insistido Powell, quien agregó que tomaran las medidas adecuadas si ven que la inflación se mueve persistentemente por encima del 2%. “Pero esa no es nuestra previsión”, ha apuntado.
La mayoría de responsables de la Fed indicaron el mes pasado que esperan posponer el aumento de los tipos de interés hasta, como muy pronto, 2023. El presidente de la Reserva Federal de Chicago, Charles Evans, dijo en marzo en un seminario virtual: “Sospecho que podría ser en el 2024 cuando realmente aumentemos el objetivo de la tasa de interés”.
La Fed ha mantenido los tipos al 0,025% desde marzo de 2020, cuando la pandemia obligó a cerrar el país y, en consecuencia, su economía. También ha aplicado una serie de programas para mantener la liquidez de los mercados y el flujo de crédito. Desde mediados del año pasado, el banco central ha estado comprando al menos 80.000 millones de dólares en bonos del Tesoro y al menos 40.000 millones en valores respaldados por hipotecas. El jefe del banco central estadounidense aleja las pretensiones de los halcones que reclaman un alejamiento progresivo de los estímulos monetarios. “No es el momento de hablar sobre la retirada de estímulos todavía, todavía estamos lejos de alcanzar nuestros objetivos”, aclaró el presidente de la Fed durante su rueda de prensa.
Antes del anuncio del banco central se dio a conocer que el presidente Joe Biden propondrá en una sesión conjunta en el Congreso un proyecto a 10 años que destinará 1,8 billones de dólares a “mejorar la vida de millones” de ciudadanos a través de un proyecto bautizado como el “Plan Estadounidense para las Familias”. La senda propuesta pretende financiarse con un alza del impuesto sobre la renta a los más ricos (del 37% al 39,6%) y previsiblemente se someterá a una ardua negociación en el Capitolio.
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