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Cantabria Labs, un crecimiento a flor de piel

La farmacéutica, especializada en productos dermatológicos, se ha puesto como meta facturar 300 millones en cuatro años

Susana Rodríguez, consejera delegada de Cantabria Labs.
Susana Rodríguez, consejera delegada de Cantabria Labs.Carlos.JG.Pastrana_totalcombusti

El órgano más grande del cuerpo humano, la piel, es el centro del negocio de la farmacéutica y cosmética Cantabria Labs, que terminó 2020 con una facturación de 220 millones de euros y dando empleo a 890 trabajadores. La compañía, a caballo entre sus oficinas de Madrid y su fábrica de Cantabria, comenzó su actividad hace más de 30 años, especializándose en la fabricación de medicinas y productos cosméticos relacionados con los problemas de la piel, aunque en estos años ha ido diversificándose a otras parcelas como la nutrición y el cuidado de las mascotas.

Cantabria Labs (antigua Industrial Farmacéutica Cantabria) nació en 1989 de la iniciativa de dos familias, Matji y Quintana, que siguen como únicos accionistas, siendo los Matji, de origen mallorquín, los que cuentan con la participación mayoritaria. Una historia de empresa familiar que ha vivido un importante crecimiento en los últimos años. La compañía ha pasado de facturar 60 millones en 2012 a los 220 millones actuales.

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La firma farmacéutica vivió transformaciones importantes en 2018. Cambió de nombre, comenzó la construcción de su nueva factoría en Villaescusa (Cantabria), denominada La Concha, con una inversión de 20 millones de euros, y nombró consejera delegada a Susana Rodríguez Navarro en sustitución de Juan Matji, que pasó a la presidencia que dejaba su padre y fundador, José Antonio Matji. La fábrica tiene como curiosidad un manantial de agua que aflora a 39 grados y hace sostenible la instalación de 12.000 metros cuadrados ubicada en una parcela de cinco hectáreas.

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También 2020 fue un año de expansión pese a la pandemia con la compra de la empresa francesa Elancyl al grupo Pierre Fabre. “Comenzamos a negociar en febrero y la operación se remató el verano pasado”, explica Susana Rodríguez. “Esta compra [cuyo precio no desvela] no ha ayudado a la facturación en 2020, pero ya se incluirá en nuestras cuentas para el ejercicio actual”, puntualiza.

La compañía se ha marcado como objetivo a cuatro años elevar la facturación hasta los 300 millones. El pasado 2020 logró vender 27 millones más respecto a 2019, pero la consejera delegada apunta que, pese al buen comportamiento del primer trimestre de este 2021, puede que “este objetivo de ventas tenga que prolongarse por un año más y conseguirlo en cinco años en vez de cuatro”.

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La compañía logra el 60% de su facturación fuera de España. Así cuenta con filiales en Italia, Portugal, México, Marruecos y China, siendo Italia y Francia, con un 15% de las ventas cada uno, los principales mercados tras el nacional, que el pasado año tuvo un crecimiento de ingresos del 7%. “Además de las filiales, vendemos a un total de 80 países mediante acuerdos con distribuidores que visitan a médicos con el fin de que conozcan y prescriban nuestros productos. La compra de Elancyl nos hará más fuertes en el mercado francés”, indica la consejera delegada.

Durante 2020, de la nueva fábrica de Cantabria Labs salieron 30 millones de sus productos, aunque cuenta con una capacidad para alcanzar los 100 millones de unidades. Alocare, Regaxidil, Dercutane, Heliocare, Cell­mune, Betnovate, Imunocare, Inmunoferon y Licoforte son algunos de los fármacos que fabrica y desarrolla la compañía dedicados al tratamiento del acné, psoriasis, alopecia, queratosis, eccema y dermatitis, entre otros.

Somos especialistas en productos dermatológicos recomendados por médicos. En este tema somos líderes nacionales en el tratamiento del acné y también muy fuertes en cremas antiedad y antimanchas para la piel. Asimismo, producimos Heliocare, un fotoprotector de la piel que es uno de nuestros productos líderes, y en 2020 lanzamos un anestésico tópico. También contamos con productos para la caída capilar, muchas veces provocada por situaciones de estrés”, comenta Rodríguez. Desde Cantabria Labs lanzarán este año un nuevo fármaco para la alopecia que saldrá primero en Italia y Portugal y se venderá en España en 2022.

Nutrición médica

Con un peso menor en sus cuentas, la firma también se dedica a la nutrición médica para personas enfermas. En este caso, no fabrican los productos, sino que han llegado a un acuerdo con Capsa Food (matriz de Central Lechera Asturiana) para la elaboración de dietas especiales hiperproteicas o para estados carenciales, preferentemente para enfermos diabéticos, personas con problemas de inflamación intestinal y de edad avanzada.

En cuanto a la división veterinaria, la firma está centrada en las mascotas y su producto más destacado es Condrocare, basado en semillas de cáñamo para el cuidado de las articulaciones de perros y gatos. La entrada en este mercado se produjo tras un acuerdo con la empresa Stangest en 2018.

La pandemia ha puesto en primer plano al sector farmacéutico, aunque para Cantabria Labs, sus efectos han sido pequeños. “La covid-19 ha empujado las ventas del Inmunoferon, que refuerza la barrera del sistema inmunológico. También empezamos a producir a toda velocidad geles hidroalcohólicos de los que donamos 900.000 unidades, entre otros, al hospital que se instaló en el recinto ferial de Ifema en Madrid. Pero la producción de este producto no ha supuesto una fuente de ingresos y beneficios destacable en la compañía”, indica la directiva. Además, han participado con apoyo técnico y financiero en un proyecto de investigación covid de la Universidad de Alcalá que pretende identificar qué medicamentos y tratamientos serán más eficientes desde el principio de la infección para los pacientes con el virus. Eso sí, la consejera delegada, farmacéutica de formación, cree que el virus ha puesto en valor al sector y al profesional sanitario y ha demostrado con las vacunas un potencial de desarrollo y respuesta tremendo en la industria.

En cuanto a su situación financiera, Cantabria Labs ha acometido la compra de Elancyl así como la inversión de 20 millones de su nueva planta de fabricación con recursos propios. “Lógicamente tenemos una línea de crédito abierta para ejecutar proyectos nuevos, pero no estamos apalancados”. Respecto a la salida a los mercados como pudiera ser un salto a la Bolsa, Rodríguez explica que no hay planes en este momento, “pero no sé dónde estaremos dentro de tres años”.

Apuesta por la investigación

La investigación es uno de los pilares de las farmacéuticas, como se ha demostrado en esta pandemia. En el caso de Cantabria Labs, el 12% de sus ventas van destinadas a la investigación para la mejora y el lanzamiento de nuevos productos farmacéuticos y cosméticos. El grupo cuenta con numerosas patentes, muchas de ellas surgidas de acuerdos de colaboración con distintas universidades. Así, trabaja en investigación de la mano de centros como el Hospital de la Paz o el Instituto Ramón y Cajal en España, también en el Instituto Radboud de Ciencias de la Vida Molecular (Holanda), Universidad de Toyama (Japón), Instituto de Investigación de Medicina Tropical (Filipinas), el Centro Nacional de la Piel (Singapur) y el Centro Médico Henry Ford (EE UU).



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