El español Alberto Gutiérrez será nombrado jefe de operaciones de Airbus

Alberto Gutiérrez, actual presidente de Airbus España, será designado jefe de operaciones del grupo aeronáutico europeo (chief pperating officer) y pasará a formar parte del comité ejecutivo de la compañía, según anunció este lunes la compañía.

La designación del directivo español como número dos del fabricante paneuropeo, tras el consejero delegado, Guillaume Faury, viene encuadrada en una serie de ajustes en la cúpula directiva que ha anunciado este lunes la compañía y que entrarán en vigor el próximo 1 de julio.

Gutiérrez, que se mantendrá como presidente de Airbus España, ocupará el cargo que desempeñaba desde febrero de 2019, Michael Schoellhorn, que será el nuevo consejero delegado de Airbus Defensa. Su sillón dentro del comité ejecutivo de Defensa será ocupado por Jean-Brice Dumont, que deja su puesto en el comité ejecutivo de la compañía a Sabine Klauke. Schoellhorn será a su vez el sucesor de Dirk Hoke, que “ha decidido buscar oportunidades profesionales fuera de la compañía”, según el comunicado oficial.

“Estos cambios se producen en una nueva coyuntura tanto para las actividades de aviación comercial como de defensa, con la descarbonización del sector de la aviación convirtiéndose en una ambición central para nuestra industria, y los programas estratégicos de defensa europeos entrando en su fase de desarrollo”, explica el comunicado.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha reclamado en numerosas ocasiones que los directivos españoles ocupen cargos estratégicos en la compañía, acorde con la participación del 4,16% que tiene en el consorcio aeronáutico europeo, frente al 11% de Francia y el 10,9% de Alemania. De hecho, ese fue uno de los puntos del “acuerdo de seguridad que firmaron el pasado 4 de febrero el presidente del Gobierno y Faury en Madrid para establecer un mecanismo de protección de los activos tecnológicos estratégicos que desarrolle Airbus en el país, y dar un acceso “adecuado” a españoles en los puestos directivos de la compañía.

La compañía se comprometió entonces a reducir lo máximo posible los despidos previstos en España, con la desaparición de 900 puestos de trabajo, que se suman a los 722 empleos del ajuste de la división de Defensa y Espacio anunciado anteriormente, lo que motivó en verano un fuerte conflicto social con manifestaciones y paros en las ocho factorías que tiene el grupo en España.