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Abertis pierde 392 millones en 2020 por el desplome del tráfico en autopistas

La pandemia de covid 19 ha pasado factura a la concesionaria de Atlantia y ACS

Josep Catà Figuls
La sede de Abertis en Madrid.
La sede de Abertis en Madrid.Pablo Monge

La pandemia de covid 19 ha asestado un golpe al grupo Abertis, que entró en pérdidas en el año 2020, según los resultados financieros que ha comunicado este miércoles. La concesionaria de autopistas perdió 392 millones de euros, principalmente por la caída del tráfico en vías de peaje a causa del confinamiento y las restricciones. La circulación por las autopistas del grupo cayó un 21%, especialmente por la reducción en países como España, donde fue del 31%, mientras que en América la caída fue mucho menor.

La gestora de autopistas, controlada por Atlantia y ACS tras su adquisición en 2018, ha topado con la pandemia justo cuando estaba inmersa en una etapa de crecimiento y transformación. El grupo entró en pérdidas de 392 millones de euros frente a los 352 millones de beneficio que obtuvo el año anterior. Los ingresos fueron de 4.054 millones de euros, un 24% menos que el año anterior (una reducción del 18% en términos comparables) y el resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 2.628 millones, un 30% menos (23% menos en términos comparables).

La principal razón de esta contracción en la cuenta de resultados es el impacto de la pandemia en la movilidad mundial. En el conjunto de las autopistas que gestiona el grupo la disminución del tráfico fue del 21%. Esto implica que en el segundo semestre del año la actividad se recuperó, ya que en el mes de mayo, con el primer golpe de la pandemia, la circulación por las vías de peaje se desplomó un 60%. Por mercados, las mayores reducciones se registraron en España (-31%) e Italia (-28%). Y los descensos menos pronunciados fueron los de Brasil (-7%) y México (-12%). El principal descenso de circulación corresponde a los vehículos ligeros (un 25% menos de tráfico con respecto a 2019) mientras que el transporte de vehículos pesados solo cayó un 6%. Todas las concesiones del grupo se mantuvieron durante la pandemia, porque se trata de un servicio esencial.

Además de la caída del tráfico, los resultados se han visto afectados por los cambios en el perímetro de la compañía: por un lado, por el vencimiento de la concesión de Aumar en España; y por otro, por la consolidación de Red de Carreteras de Occidente (RCO), el principal operador de autopistas de México, durante ocho meses, después de que Abertis comprara el 53% de esta compañía en el primer semestre de 2020. El año pasado fue un ejercicio de fuerte crecimiento internacional, con una inversión de 2.583 millones de euros (frente a los 670 millones invertidos en 2019). La operación de RCO costó 1.521 millones, y también se cerró la compra de la concesionaria Elizabeth River Crossing (ERC) en Estados Unidos, por 585 millones de euros, una operación que se cerró a finales de diciembre y que no contribuye en los resultados del grupo.

Actualmente, el mercado francés es el más grande para el grupo, ya que aporta un 37% del ebitda, seguido del español, con un 27%, el de Chile (11%) y el brasileño (9%). La compañía emitió en 2020 4.000 millones de euros en bonos pese a la pandemia. El grupo tiene una liquidez de más de 7.500 millones de euros a 31 de diciembre, sin vencimientos materiales de deuda antes de 2023 en AbertisInfraestructuras. La deuda financiera neta consolidada de Abertis se situó en diciembre de 2020 en los 23.971 millones de euros. Y los activos totales alcanzaron los 46.558 millones, un 9% más debido a la integración de las redes de RCO y ERC.

El impacto de la pandemia no ha cambiado los planes de Abertis en relación al pago de dividendos. El consejo de administración propondrá un dividendo por un importe total de 601 millones de euros, el máximo acordado en noviembre pasado para los próximos dos años.

Sobre la firma

Josep Catà Figuls
Es redactor de Economía en EL PAÍS. Cubre información sobre empresas, relaciones laborales y desigualdades. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona. Licenciado en Filología por la Universidad de Barcelona y Máster de Periodismo UAM - El País.

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