Las restricciones por la pandemia llevan a Cirsa a perder 254 millones

Cirsa, operador del sector del juego del fondo Blackstone desde 2018, perdió el año pasado 254,6 millones de euros, lo que supone multiplicar por 38 las pérdidas sufridas el ejercicio anterior (6,6 millones). El aumento del resultado negativo se explica por las restricciones que han sufrido sus instalaciones en la lucha contra la propagación del coronavirus, que han reducido un 46% las horas efectivas de aperturas, entre horas de cierre completo y las restricciones cuando han podido abrir sus centros de juego. Esa afectación comportó que los ingresos sufrieran un recorte del 54%, hasta los 1.013,6 millones de euros, en una afectación similar al resto del sector.

El grupo basado en Terrassa (Barcelona) afirma que su beneficio operativo fue positivo, en 126 millones, y que la mejora del ebitda en el último trimestre del año (hasta los 51,1 millones) permite prever una rápida recuperación cuando la crisis sanitaria revierta y los centros de juego recuperen cierta normalidad. Ha invertido en torno a seis millones de euros en medidas de prevención sanitaria para intentar recuperar su mercado cuanto antes.

Asimismo, defiende que la posición de caja es 283 millones de euros. El informe de fin de ejercicio de Cirsa muestra como el endeudamiento neto alcanza los 2.370 millones de euros, un 7% más.

El grupo considera que el inicio del año fue “excelente”, pero que las medidas anticovid acabaron impactando sobre su cuenta de resultados a partir de marzo, cuando el covid fue considerado una pandemia de escala global. Pese a que la operativa en Europea se reabrió en junio, las nuevas oleadas de contagios volvieron a impactar en la compañía, que ha activado un importante programa de control de gastos para rebajar a la mitad los costes fijos y variables en el último trimestre.

La compañía se ha asumido a los ERTE en España para mantener a su plantilla y a un sistema similar en Italia, mientras que ha tomado otras medidas en otros países con el doble objetivo de reducir costes y poder garantizar el regreso de los trabajadores una vez la situación se normalice.

Presente en nueve países, Cirsa mantiene a día de hoy cerradas sus actividades en Italia y Marruecos. En el resto de países (España, Colombia, Panamá, México, Costa Rica, República Dominicana y Perú) mantiene aperturas parciales de su actividad. En España e Italia ha sufrido además una caída significativa de la recaudación de máquinas recreativas por el cierre de bares.