TUI prevé un repunte de los viajes en verano gracias al avance de la vacunación

El grupo turístico TUI sigue en su larga travesía del desierto, al igual que toda la industria de los viajes por el embate de la crisis del coronavirus. Aunque ya comienzan a atisbar brotes verdes o, al menos, ver la luz al final del túnel y la previsión es que los viajes repunten con fuerza este verano gracias al avance del proceso de vacunación. Su director general, Fritz Joussen, ha asegurado este martes que la demanda está al alza. “Los veraneantes se están poniendo al día y están dispuestos incluso a pagar más por sus vacaciones. Para el turismo, así como para las empresas de hostelería y cultura, esta tendencia es una buena señal. El mercado y los clientes están en el punto de partida, la demanda está ahí”.

La compañía alemana ha puesto negro sobre blanco los datos que le llevan a esta estimación al alza: ya hay 2,8 millones de reservas para verano con precios un 20% más altos que los que se pagaron en 2019, antes de la covid. Y esto a pesar de las incertidumbres que siguen en vigor por la situación de la emergencia sanitaria, el alto nivel de contagios por toda Europa, la incidencia de las nuevas variantes del virus, así como las cuarentenas obligatorias en algunos países y las restricciones a la movilidad.

Esta cifra de reservas, los 2,8 millones, suponen un 56% de las realizadas en las mismas fechas para la temporada estival de 2019, en tiempos previos al golpe de la pandemia. Es decir, aún están por debajo, aunque suponen un rebote importante y lo que esperan que sea el inicio de una mejora necesaria para revertir la crítica situación financiera. De hecho, estas declaraciones y la buena perspectiva para el verano se han realizado el día en que han presentado los resultados de su primer trimestre fiscal (entre octubre y diciembre), cuando las pérdidas se dispararon hasta los 802,9 millones de euros, un 524,3% más que en el mismo periodo de 2019 (entonces las pérdidas fueron de 128,6 millones).

Esa es la consecuencia de un último trimestre del año nefasto para el turismo, al igual que ocurrirá con el primero de 2021, debido al aumento constante de las restricciones a los viajes y a la movilidad entre países por la tercera ola de contagios. Por ello, las esperanzas de TUI se depositan en las vacunas y en el impulso de pruebas rápidas y fiables para que los países reabran sus fronteras. Una confianza que va en línea con lo marcado por el Gobierno de España para reactivar el turismo: “La recuperación de los corredores seguros para el turismo internacional es un factor clave. Los avances en las cartillas de vacunación y apertura de fronteras serán fundamentales para recuperar la actividad”, según recoge un documento interno del Ministerio de Economía adelantado por EL PAÍS. Unas medidas que se tendrán que aprobar a nivel Europeo, donde todavía no hay consenso.

De vuelta a los números de su mal primer trimestre fiscal, la facturación se hundió un 87,8%, hasta los 468,1 millones de euros. Algo por encima de la caída del turismo a nivel mundial, que la OMT marca en el 74%. La situación es tan crítica para el turoperador que ya ha tenido que tirar en tres ocasiones de ayudas del Gobierno de Alemania: en abril recibió 1.800 millones de euros, a finales de verano otros 1.200 millones y en diciembre 1.800 millones más, entre créditos públicos y bonos convertibles. En total, una inyección de casi 5.000 millones para salvar a la firma de la quiebra y sostenerla hasta la ansiada recuperación. “De este modo, el grupo se asegura una mayor liquidez hasta el regreso previsto del negocio”, han insistido fuentes de la compañía. Una recuperación que esperan —y necesitan— que sea este verano.

El anuncio de los resultados ha tenido su impacto en los mercados, que llevaron la cotización de las acciones de la firma a bajar en la jornada un 3,94%, hasta los 3,631 euros.