Democratizar el café de calidad por solo dos euros

Al igual que la cerveza, el café se está convirtiendo en una bebida artesana. La forma de tostarlo y de prepararlo en barra determinan su calidad final y, además de variedades premium, elpais. La tendencia es más acusada en varios países del centro y del norte de Europa, pero ha llegado a España, donde un puñado de emprendedores ensayan diversos conceptos en un centenar de locales conocidos como cafeterías de especialidad. A sus 27 años, el arquitecto Yassir Raïs, fundador de Syra, es el primero de ellos que abre cinco tiendas, todas ellas en Barcelona. En 2020, un año aciago para la hostelería, Syra duplicó su facturación de 2019 hasta acercarse a los 500.000 euros.

La historia de emprendimiento de Raïs arrancó en 2015. Entonces cursaba sus estudios en París, donde se familiarizó con los cafés de gama alta. “Los tomaba a diario y poco a poco fui madurando la idea de montar un negocio”, cuenta por videollamada. En una visita a Barcelona, su ciudad, dio con un espacio “idóneo” en el barrio de Gràcia y decidió lanzarse. Le bastaron 20.000 euros para empezar. “Me propuse aplicar una máxima que sigo como arquitecto: ser simple. No solo en la decoración, las tipografías o los formatos de bebida, también a la hora de invertir”, revela, y cuenta que eso le llevó a delegar solo lo imprescindible. “Si reduces proveedores, reduces tiempos; y si reduces tiempos, reduces costes”, resume.

Syra vende únicamente cafés para llevar. Los ofrecen a precios inferiores a los habituales en el segmento de la especialidad, lo que les permite tener un tique medio de apenas dos euros. “Queremos democratizar los cafés de calidad y eso pasa por hacerlos accesibles económicamente”, afirma Raïs. Otra de sus peculiaridades es que han dado entrada a varios inversores, entre ellos el pequeño fondo barcelonés Itnig: “No es muy frecuente en negocios como el nuestro, pero es una financiación que nos ayuda a crecer mejor”. Syra abrió tres de sus cinco tiendas durante 2020, año en el que se aproximó a sus primeras ganancias netas.

Lejos de Starbucks

Raïs no tiene como referencia el modelo de franquicias de Starbucks. “Nuestro segmento es demasiado pequeño para que tengan cabida. Y, en cualquier caso, ese no es nuestro objetivo. Algo próximo y que se ve más es que vendas el café que compras, una vez lo has tostado, a negocios que no tienen instalaciones de tueste, aunque esto tampoco nos convence. No sabes si va a ser bien trabajado en barra y te arriesgas a poner en peligro tu marca”, sostiene. Syra únicamente se asoció en 2018 con un emprendedor kuwaití para desembarcar en el país del Golfo, aunque Raïs defiende que en este caso no se trata de una franquicia, sino de una “licencia de marca” que les permite “mantener el control” sobre el producto. De Burundi, Honduras o Brasil, Syra adquiere variedades de diferentes orígenes, casi siempre tratando directamente con los productores, salvo en ciertos países, como Etiopía, donde no pasar por importadores es “complicado” por cuestiones de logística. En su modelo también incluye la venta online donde los cafeteros pueden suscribirse para recibir mensualmente nuevos productos. Además, incluyen consejos sobre cómo prepararlo y suministran varios tipos de cafeteras.

Su apuesta es crecer abriendo ellos mismos nuevos locales. “De momento nos está funcionando y así también beneficiamos al productor, pues al no haber intermediarios entre nosotros y el consumidor, no tenemos necesidad de regatear precios para mejorar los márgenes”, afirma Raïs, y pronostica que para finales de 2021 tendrán diez tiendas en la capital catalana.