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El Santander pierde 8.771 millones en 2020 por los saneamientos y las provisiones ante la crisis

La entidad, que volverá a pagar dividendos, logra un beneficio ordinario de 5.081 millones. La presidenta Botín pide al Gobierno que inyecte capital en las pymes y autónomos más castigados

Íñigo de Barrón
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, en la junta general de accionistas 2019.
La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, en la junta general de accionistas 2019. SANTANDER

El Banco Santander perdió 8.771 millones de euros en 2020, frente a los 6.515 millones que ganó en 2019, tras aumentar las dotaciones hasta los 12.173 millones para hacer frente a la crisis del coronavirus y además asumir un deterioro contable del valor de sus filiales en el Reino Unido, Estados Unidos y Polonia por valor de 12.600 millones que no afecta a la solvencia. La entidad, que anunció esta medida en julio pasado, ha cerrado el ejercicio con las mayores pérdidas de su historia.

Según la información remitida este miércoles al supervisor del mercado español, la CNMV, excluyendo esos ajustes contables, el beneficio ordinario se situó en 5.081 millones en 2020, un 38% menos que hace un año, “en línea con el objetivo que se avanzó en octubre”, según el banco presidido por Ana Botín. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE, por sus siglas en inglés) desciende desde el 8,38% al 5,68% en 2020.

Reclama ayudas de Gobierno a las pymes y autónomos

“Ha sido uno de los años más difíciles de la historia del Santander”, admitió ayer Ana Botín, su presidenta. Lo cierto es que ha cerrado el ejercicio con las mayores pérdidas en sus 164 años de vida. La banquera destacó que pese a las enormes provisiones, el banco había logrado un beneficio ordinario relevante (5.081 millones) y mantener la ratio de capital de máxima calidad en el 11,89% (entre los más bajos de Europa). Y resumió la situación así: “Esta crisis ha demostrado el éxito de nuestra estrategia y nuestra fortaleza, la diversificación geográfica y de negocios”.

En cuanto al dividendo, repartirá el máximo autorizado por el Banco Central Europeo (BCE): 2,75 céntimos de euro en efectivo por acción. El banco asegura que tiene la intención de recuperar en el medio plazo un payout (la parte del resultado que se distribuye entre los accionistas) de dividendo en efectivo del 40%-50% del beneficio ordinario. Si el BCE eliminara la prohibición en septiembre, la entidad podría repartir el dividendo con cargo a 2021, pero no incrementará el del ejercicio 2020.

Lo cierto es que los números rojos empañan la cuenta de resultados, con caídas de todos los márgenes. La rentabilidad sobre recursos propios (ROE, por sus siglas en inglés) descendió desde el 8,38% al 5,68% en 2020. La Bolsa recibió las cuentas con una subida del 0,67%, aunque arrastra una caída del 31% en doce meses.

Parón de los grandes países

Y los principales países (Brasil, Reino Unido y España) han ganado menos. En cuanto a la distribución de los resultados ordinarios, Brasil aporta el 30%; la unidad de crédito al consumo Santander Consumer, el 15%; México, el 11%; Estados Unidos, el 10%; el Reino Unido, el 8%; España, el 7%; Chile, el 6%, y el resto se distribuye entre Portugal, Polonia, Argentina y el resto de Sudamérica.

Destaca la caída de España, que gana 517 millones, un 67% menos que en 2019, tras triplicar las dotaciones para saneamientos y destinar unos 700 millones para la reestructuración. Botín negó que vaya a realizar más compras en ningún mercado. A partir de ahora, su estrategia será entrar en los países con plataformas digitales de banca de consumo, “porque así no es necesario comprar bancos físicos”.

Sobre España dijo contar con el 20% de cuota de mercado, “más que suficiente para crecer con rentabilidad”. El banco está en proceso de cierre de 1.033 oficinas y con la salida de 3.600 empleados. Preguntada por si haría otro ERE, la presidenta afirmó que la banca se debe adecuar a las costumbres y a la digitalización de sus clientes, como los medios de comunicación y el automóvil. “Si no lo hacemos no estaremos aquí dentro de 50 o 100 años”.

Botín reclamó que el Gobierno conceda inyecciones de dinero a autónomos y pymes, no solo ayudas en forma de créditos, para que puedan superar la crisis. La presidenta de la entidad valoró positivamente las medidas del Gobierno en pandemia, destacando los créditos con aval del ICO y las moratorias, pero recordó que España es uno de los países que menos ayudas directas ha dado a las empresas. “Estamos en una crisis sanitaria totalmente inesperada, que es global y en la que la mejor medida económica es distribuir vacunas. Me consta que se están negociando las ayudas con Europa; debemos seguir el modelo de Estados Unidos que concede apoyo directo”, afirmó.

Evitar que suba el paro

Admitió que esta medida tendría consecuencias fiscales, por el incremento de la deuda, pero que lo prioritario era ayudar para evitar que se dispare el desempleo. Y además se frenaría la prolongación de moratorias, según Botín. En su opinión, es clave diferenciar a las empresas con futuro de la que no lo tienen, y pidió que se siguiera el modo de trabajo de la banca con el ICO, “que es modélico en Europa en este campo”.

Según el Santander, la entidad ha ayudado a seis millones de clientes con créditos con avales o moratorias por valor de 112.000 millones, lo que supone el 12% de la cartera de crédito. El banco indica que al final de 2020, el 79% de esas moratorias (89.000 millones de euros) habían expirado, con solo un 3% en dudosos. La morosidad del grupo ha caído hasta el 3,21%. Botín comentó que el Santander no necesitará más provisiones por morosidad ni en 2021 ni en 2022.

Esa es la esperanza, que no se disparen los impagos este año.

Una “optimista realista”

Durante la presentación de resultados, la presidenta del Santander, Ana Botín, comentó que es habitual que el pico de morosidad llegue después de que pase la crisis, pero que todo dependerá de cómo vaya la vacunación. Aseguró que en el Reino Unido se ha vacunado a 600.000 personas en un día. “Me consta que las comunidades autónomas se están preparando para vacunar los siete días de la semana”, comentó la presidenta. Por eso dijo que creía posible llegar al 70% de españoles vacunados para el verano como dice el Gobierno.

Y afirmó que se considera una “optimista realista” porque espera una importante mejora de la economía en próximos meses. Dijo que China y Estados Unidos son los dos motores que ya están encendidos y que empujarán a la economía mundial. José Antonio Álvarez, el consejero delegado, habló de “un fuerte rebote” en los próximos meses cuando se vaya normalizando la situación.

En su opinión, el Ejecutivo “ha tomado las medidas adecuadas en esta crisis” y alabó la capacidad de negociación de la CEOE con los ministerios. “Los acuerdos son muy importantes”, resumió.


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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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