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Otra vida para Sociópolis, el gran fiasco de la vivienda social, con la ayuda de Europa

La Generalitat reformula el proyecto paralizado en 2012 para construir 2.650 viviendas públicas con 256 millones de euros en el barrio de La Torre de Valencia, hoy un páramo donde sus pocos vecinos critican el abandono

Ferran Bono
Vivienda pública Valencia
El bloque de viviendas públicas, icono de Sociópolis, cuyas obras se reactivarán este año, según la Generalitat.Mònica Torres (EL PAÍS)

Sociópolis fue un ambicioso proyecto de levantar en Valencia un nuevo modelo de barrio, sostenible, solidario e integrado en la huerta. Se presentó en 2003 y se anunció la participación de varias estrellas del firmamento arquitectónico. Era el proyecto mediático de la vivienda social en la era de los proyectos mediáticos de la Generalitat gobernada por el PP. Se iban a erigir 18 torres y 2.800 viviendas en 350.000 metros cuadrados junto al barrio de La Torre. Hoy, el icono de Sociópolis es el esqueleto solitario de un bloque con dos torres pintadas de grafitis que irrumpe en el paisaje del sur de la ciudad, junto a la autovía V-30. El proyecto se paralizó definitivamente en 2012 tras el estallido de la crisis.

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En ese páramo viven, entre solares abandonados y promesas incumplidas, unos 200 vecinos de los escasos edificios que se llegaron a construir de promoción privada. “El proyecto de Sociópolis estaba muy bien, con huertos urbanos, con jardines, con espacios para los chiquillos, para aparcar.... Pero se quedó en apenas nada. Y aquí estamos, dejados de la mano de dios. Una lástima porque es muy tranquilo y dede luego no hay problemas para aparcar”, comenta Carlos. Este camionero fue uno de los primeros en instalarse en una vivienda de protección oficial de 90 metros cuadrados. Cristina, trabajadora de Mercadona, lleva seis años y tambien ha sacado a su perro a pasear: “Aquí no hay nada, tienes que coger el coche para todo, porque no hay servicios, no hay vida; yo no hago vida aquí, somos cuatro gatos”, señala .

Perspectiva desde los huertos urbanos de Sociópolis.
Perspectiva desde los huertos urbanos de Sociópolis.Mònica Torres

La Generalitat, gobernada por el PSOE-PSPV, Compromís y Unides Podem, quiere reactivar este año el proyecto fallido, tras su reformulación y una vez concluida la larga urbanización del área. El Gobierno valenciano se ha gastado desde 2005 solo en ese capítulo 67 millones de euros, una cifra que incluye el pago de las sentencias por incumplimiento y lucro cesante que el Ejecutivo ha tenido que afrontar como agente urbanizador.

“Ya se han iniciado los trámites para empezar las obras del bloque abandonado que albergará entre 180 y 190 viviendas públicas”, explica el vicepresidente tercero y consejero de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, de Unides Podem. Se respetará el atractivo diseño original del estudio francés Colomer Dumont integrado en el proyecto arquitectónico original de Sociópolis que coordinó Vicente Guallart. El bloque, el icono de Sociópolis, cuenta este año con 1.1 millones de euros del presupuesto autonómico para iniciar su resucitación.

“Queremos convertir La Torre en un barrio modélico, sostenible, tecnológico, verde, de economía circular, conectado a la ciudad, con edificios eficientes energéticamente que albergarán 2.650 viviendas, entre públicas (566) y de protección oficial de promoción privada; que tenga un centro de salud, un instituto y el resto de servicios de los que carece. Para ello, es fundamental la colaboración público-privada. La diferencia principal con Sociópolis es su integración plena con el casco urbano de La Torre, que no haya dualidad, además de enterrar cualquier interés especulativo en un proyecto que fue polémico en sus inicios por el mordisco que le daba a la huerta del Sur, muy deteriorada”, señala Dalmau. Se respeta también la urbanización y reparcelación del proyecto original.

El vicepresidente tercero del Consell, Rubén Martínez Dalmau, en el núcleo histórico de La Torre (Valencia).
El vicepresidente tercero del Consell, Rubén Martínez Dalmau, en el núcleo histórico de La Torre (Valencia).Mònica Torres

La canalización visible de las numerosas acequias, la restauración de algunas alquerías, como la que alberga la reconocida escuela de música Sedajazz, y, sobre todo, los huertos urbanos ya en uso, donde se han rehabilitado “les ceberes (construcciones de madera típicas de la huerta para conservar les cebes, las cebollas en valenciano), suavizan el aspecto desolador del barrio. Su aislamiento de Valencia se originó a raíz de la construcción del enorme nuevo cauce del Turia para que el río no discurriera por el centro de la ciudad, tras la gran riada de 1957. Una nueva pasarela para peatones y bicis, ya en obras, salvará el lecho y sus dos autovías paralelas y conectará el barrio con el centro urbano.

La estimación del coste global del plan integral de La Torre (se prefiere no emplear el nombre de Sociópolis) es de “256 millones de euros”, al margen de los 67 millones ya gastados, señala Dalmau. El vicepresidente asegura que el proyecto cuenta con todos los requisitos para poder optar al fondo europeo PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), que favorece la colaboración público-privada para la reactivación económica tras el impacto de la pandemia, y son claves para la financiación del mismo. En el plan se contempla la participación de las consejerías de Política Territorial, Educación y Sanidad, además del Ayuntamiento de Valencia y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, indica. “Pensamos que podrán venir a vivir hasta un máximo de 9.000 personas”, añade.

Campo deportivo del fallido Sociópolis.
Campo deportivo del fallido Sociópolis.Mònica Torres

“A ver si es verdad que se hace. Porque es una pena. Parece que vivamos al otro lado de la frontera de Valencia. Sin autobús, sin nada”, comenta Alejandro, vecino y cliente de la pequeña y única tienda de lo que iba a ser Sociópolis. La reacción mayoritaria de los vecinos consultado el pasado viernes ante la nueva reacción del barrio es de incredulidad, si bien se atisba también una expresión de esperanza. “Estaría muy bien porque, además, es una zona súper tranquila. Bueno, ya veremos qué pasa.”, apunta Andreína, la responsable del colmado.

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Sobre la firma

Ferran Bono
Redactor de EL PAÍS en la Comunidad Valenciana. Con anterioridad, ha ejercido como jefe de sección de Cultura. Licenciado en Lengua Española y Filología Catalana por la Universitat de València y máster UAM-EL PAÍS, ha desarrollado la mayor parte de su trayectoria periodística en el campo de la cultura.

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