España estrena este martes el nuevo formato de subastas de renovables con 3.000 MW en venta
Las pujas se orientarán al menor precio y al menos dos tercios del total serán de origen fotovoltaico y eólico
El Gobierno recupera este martes, 26 de enero, la celebración de subastas eléctricas de energías renovables, que estrenarán nuevo formato y se orientarán al menor precio, además de permitir la hibridación entre tecnologías, la ampliación y modificación de instalaciones existentes y ser compatibles con el almacenamiento. La primera subasta se realizará por 3.000 megavatios, de los que un tercio será fotovoltaica y otro tercio eólico, quedando el resto sin restricción tecnológica. Estas subastas establecen un nuevo marco retributivo, denominado Régimen Económico de Energías Renovables (REER), según el que los participantes pujarán ofertando el precio que están dispuestos a cobrar por la energía que genere la instalación. Antes de la celebración de la subasta, se establecerá el cupo de energía y potencia máxima que se subasta. Cada subasta se realizará a sobre cerrado y adjudicará el producto subastado a las ofertas de menor cuantía hasta alcanzar el cupo establecido. El precio para cada adjudicatario coincidirá con el precio por el que pujó (pay as bid, por su denominación en inglés) y no será objeto de actualización.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica, la nueva fórmula responde a la necesidad de ofrecer un marco estable que atraiga la inversión y fomente la actividad económica en la cadena de valor de las energías renovables en un escenario de recuperación, al tiempo que permite que los consumidores se beneficien de manera directa de las reducciones de costes de generación de estas tecnologías. El régimen persigue el cumplimiento de los compromisos de descarbonización recogidos en el Acuerdo de París y en el Plan Nacional Integrado de Energía Clima (Pniec) 2021-2030, que prevé la instalación de en torno a 60 gigavatios (GW) renovables en la presente década. Según explicó la vicepresidenta cuarta y ministra del ramo, Teresa Ribera, las energías renovables no solo son la alternativa energética más limpia, y por tanto clave para alcanzar la neutralidad climática no más tarde de 2050, sino que también constituyen la forma de generación eléctrica de menor coste.
Parte Ribera de que España cuenta con gran potencial renovable, tanto en horas de viento como de insolación, así como tejido empresarial consolidado que dispone de tecnologías maduras y otras en fases de desarrollo muy avanzado. Se estima que hasta el 90% de los componentes de los aerogeneradores, el 60% de los proyectos fotovoltaicos y el 80% de los termosolares son de fabricación nacional, por lo que la norma tendrá un impacto muy positivo sobre la cadena de valor industrial y el empleo nacional.
La última de subasta celebrada en España, en julio de 2017, adjudicó más de 5.000 MW, de los que 3.900 MW fueron para instalaciones fotovoltaicas y 1.130 MW para instalaciones eólicas, y se repartieron entre unas cuarenta empresas. En mayo de ese mismo año, se habían concedido 3.000 MW. En aquellas subastas no estuvieron presentes alguna de las grandes empresas. Sin embargo, ahora se espera que acudan, así como los nuevos actores que han entrado en el sector, como las petroleras, y otros desarrolladores, atraídos por la rentabilidad que vaticinan en el negocio y que tienen planes para crecer en renovables.
Según el Real Decreto que aprobó el Gobierno, también permite que se establezcan criterios adicionales orientados a que determinados proyectos con características específicas (reducido tamaño, proyectos de demostración, comunidades energéticas...) puedan competir en igualdad de condiciones. También será posible habilitar un proceso de adhesión al resultado de la subasta, con un precio de adjudicación calculado a partir de los resultados, para instalaciones de pequeña magnitud y proyectos de demostración. También se podrán establecer hitos de control intermedios para verificar el cumplimiento del compromiso de generación de energía que asumen las instalaciones adjudicatarias de la subasta.
Calendario y plazos
El calendario de celebración comprenderá un periodo mínimo de cinco años e incluirá plazos indicativos, la frecuencia de las subastas, la capacidad esperada y las tecnologías previstas, en cada caso. Dicho calendario se actualizará, al menos, anualmente y estará orientado a la consecución de los objetivos de producción renovable establecidos en el Pniec. Las subastas desarrolladas al amparo de cada orden ministerial se convocarán mediante resolución de la Secretaria de Estado de Energía, que se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Con esta medida, también se puede favorecer la instalación de plantas capaces de desplazar su producción a determinadas horas, como son aquellas que cuenten con almacenamiento. En su caso, este porcentaje de corrección sobre el precio fijado en la subasta se definirá en cada convocatoria, con un valor que siempre estará comprendido entre 0 y 0,5. Por último, las instalaciones adjudicatarias podrán participar en los servicios de ajuste y de balance, donde cobrarán el precio del mercado de dichos servicios.
La norma también regula el procedimiento para la inscripción de las instalaciones adjudicatarias en el registro electrónico del REER, así como la garantía económica que deben presentar, cuyo importe concreto se especificará en la orden que regule el procedimiento de subasta. Inicialmente, los adjudicatarios serán inscritos “en estado de preasignación” y, una vez hayan comenzado a vender energía en el mercado, pasarán a figurar “en estado de explotación”. La potencia inscrita en el registro en estado de explotación se corresponderá con la potencia realmente instalada, pudiendo ser superior a la potencia inscrita en estado de preasignación.
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