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Filomena congela el reparto de comida a domicilio y asesta otro golpe a la hostelería

Las empresas paralizan a sus repartidores en Madrid y otras ciudades del centro del país y esperan a que las autoridades despejen las calles de nieve

Javier Salvatierra
Operarios de limpieza despejan de hielo y nieve una calle de Carabanchel.
Operarios de limpieza despejan de hielo y nieve una calle de Carabanchel.KIKE PARA (EL PAÍS)

La hostelería española, muy castigada ya por las restricciones derivadas de la pandemia, ha recibido este fin de semana otro golpe en forma de tormenta de nieve. Además de dejar de recibir a los clientes que aún desafiaban las frías temperaturas del invierno en las terrazas, Filomena ha enterrado bajo montañas de nieve el reparto a domicilio (delivery), al que muchos restauradores se aferraban como un clavo ardiendo, en gran parte del centro del país, incluyendo Madrid. Las principales empresas de repartos paralizaron el viernes a sus riders y este miércoles apenas realizan algunos repartos en coche o a pie en zonas cercanas a los locales. No hay horizonte claro de vuelta al trabajo, porque depende de que las calles queden despejadas de nieve y hielo, lo que puede tardar aún varios días.

Glovo suspendió el servicio el pasado viernes por la tarde en las zonas afectadas por el temporal, lo que incluía ciudades como Madrid, Toledo o Guadalajara. Solo en el caso de Madrid, la aplicación gestiona el reparto a domicilio de más de 4.000 restaurantes que, según cálculos de la empresa, han dejado de facturar entre 1,5 y 2 millones de euros. La situación de Deliveroo, también con más de 4.000 locales apuntados solo en Madrid y cerca de otro centenar entre Toledo y Guadalajara, es similar. Sus riders no hacen repartos a pie y, por el momento, nada de usar la bicicleta. Just Eat tuvo que suspender las entregas en Madrid, Lleida, Valladolid, Salamanca, Zaragoza, Burgos y Vitoria y el servicio sigue inactivo en Madrid. Finalmente, Uber Eats suspendió las entregas en Madrid, Toledo y Guadalajara, Zaragoza y Cuenca y las tres primeras siguen cerradas. En las zonas afectadas se sitúan 3.500 de los 12.000 restaurantes con los que trabaja esta empresa.

Telepizza, pionera del reparto de comida a domicilio en España, apenas ha realizado unos 30 pedidos desde el viernes, todos a pie o en coche y en domicilios cercanos a sus locales, según explican fuentes de la empresa, que calcula haber perdido 50.000 pedidos por el temporal. Su caso es distinto al de las aplicaciones de reparto, porque cuenta con una flota propia de 10.000 repartidores en plantilla en España, de los que unos 2.000 están en Madrid. Este miércoles tenía todos los restaurantes abiertos y mantiene la opción de recogida en el local, pero las entregas solo se están haciendo en direcciones cercanas y en calles principales que ya están despejadas. “Por suerte, no hemos tenido ningún parte de accidente”, dicen las fuentes.

La empresa señala que Filomena ha impactado “en el peor momento”. Justo después de navidades, cuando se retoma la rutina tras las vacaciones y aprieta el frío, haciendo que la gente salga menos de casa, es uno de sus periodos fuertes del año. Y a eso se añade la pandemia y las restricciones una ola tras otra.

Es difícil cuantificar el impacto del temporal en el sector de la restauración. Madrid es, desde luego, una de las fuentes principales de ingresos para las empresas de reparto a domicilio. Pero solo se puede estimar el golpe a la facturación. Según la consultora NPD, que cada año elabora un anuario del sector, en 2019 los restaurantes españoles obtuvieron del delivery el 7% de los 37.390 millones de euros de ingresos totales. Con el incremento de este canal como consecuencia de la pandemia, se espera que ese porcentaje se eleve al 9%.

Por el momento, no hay perspectivas de que el servicio se retome de forma inmediata. Depende de la limpieza de las calles, que se está demorando por el espesor de la capa de nieve caída y por las históricas heladas posteriores, que han convertido la capa blanca en un sólido casquete difícil de retirar. Además, en Madrid, la ciudad en la que estas aplicaciones y empresas tienen más repartidores y restaurantes asociados y de la que dependen en mayor medida sus ingresos, a la nieve se añaden las ramas de árboles caídas por el peso de la nieve.

No va a ser inmediato y ninguna empresa quiere arriesgar. Se limitan a señalar que están analizando, en contacto con las autoridades, cuándo retomar el servicio, o parte. “No haremos ningún reparto que sepamos que tiene riesgo”, afirman las fuentes de Telepizza. Fuentes de Glovo afirman que han reabierto la app en algunas zonas del interior de la M-30 de Madrid, pero excluyen la almendra central en su totalidad (sus calles son estrechas e irregulares, más difíciles de limpiar) y está realizando algunas entregas en coche, nada de bicis o motos.

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