Las empresas gasistas critican a Ribera por el fondo de compensación para las energías renovables
Sedigas avisa que “se generarán distorsiones que acabarán pagando los consumidores”
A las empresas gasistas no les gusta el Fondo que prepara el Gobierno para sacar de los costes fijos de la factura las primas a las renovables. Los 7.000 millones de euros con los que se nutrirá tendrán que ser aportados por empresas comercializadoras de energía, entre ellas las del gas, y eso ha provocado su reacción. Joan Batallas presidente de Sedigas, la asociación patronal del sector, ha escrito un artículo remitido a EL PAÍS en el que apunta que considera “injusta” la iniciativa del Gobierno y advierte “generaría distorsiones en la economía que acabarían pagando los consumidores finales”. Se une así a críticas como las que lanzó el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quien también aludió a que serían los clientes quienes asumirán al final la aportación de estas empresas al fondo.
A finales del año pasado, el Gobierno aprobó un anteproyecto de ley por el que se pretende crear el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE). La intención es reducir el precio de la luz un 13% en los próximos cinco años. Piensan en el Ministerio para la Transición Ecológica, que dirige Teresa Ribera, que sin ese fondo la factura de la luz crecerá entre el 10% y el 15%. Con el FNSSE se pagarán los costes del régimen retributivo propio de las energías renovables, que suponen el 16% del recibo y que, así, se podrá sacar de la factura que abonan ahora las empresas y los hogares. Ese régimen busca compensar a las empresas generadoras de energía renovable por las inversiones realizadas en la primera parte de este siglo.
”Consideramos absolutamente prioritario resolver el déficit de las renovables en el corto plazo para generar mayor seguridad jurídica al sector y acabar con uno de los desequilibrios estructurales que arrastramos durante más de una década. Sin embargo, no consideramos apropiado que un sector como el gasista, en total equilibrio, se haga cargo del déficit generado por un sector distinto, como el de las renovables”, escribe el presidente de Sedigas, en un artículo titulado Pagar los platos rotos.
El texto comienza resaltando que la pandemia ha puesto de relieve la necesidad de la economía española de contar con un sector industrial fuerte. Sin embargo, apunta que el citado fondo puede ser “contraproducente” para lograr este objetivo. “La industria española, con un gran peso de sectores que requieren de un uso intensivo de la energía como la automoción o la cerámica, es muy dependiente del precio de esta y, muy particularmente, del gas. En este sentido, el FNSSE, tal y como está planteado en estos momentos, generaría un incremento en el precio de gas que restaría competitividad a estos sectores, incrementando el riesgo de deslocalización por parte de grandes multinacionales y suponiendo una nueva barrera de entrada para inversores internacionales”, advierte.
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