Boeing encuentra más problemas técnicos en el 737 MAX
La compañía examina un posible fallo en el cableado de la cola del avión
Los problemas de Boeing con el modelo 737 MAX se acrecientan. Por un lado, según ha informado The New York Times, la compañía ha encontrado nuevos riesgos para la seguridad de estos aviones que siguen inmovilizados tras dos accidentes mortales que causaron 376 fallecidos.
Estas tragedias en Etiopía e Indonesia se produjeron por un software que funcionaba mal y que provocaba que el avión cayese en picado si el piloto no reaccionaba a tiempo. Boeing ya había averiguado dónde está el problema y asegura que lo ha corregido. Pero además, a instancias de las autoridades estadounidenses, está llevando a cabo una investigación exhaustiva para encontrar cualquier fallo adicional según unos nuevos estándares que contemplan una reacción más lenta y menos efectiva de la tripulación. Y en ese proceso ha hallado que hay dos manojos de cables situados en la cola que están muy cerca.
Ahora la empresa está examinando si ese cableado corre algún riesgo de generar un cortocircuito que complicaría el pilotaje del aparato. Fuentes de la compañía han reconocido que de producirse el fallo eléctrico podría incluso hacer que el avión se estrellase si el piloto no supiese reconocer el problema y responder apropiadamente. El fabricante debe además examinar si esa misma vulnerabilidad de los cables también existe en los modelos 737 NG, el predecesor del MAX, del que hay 6.800 unidades en servicio.
No obstante, la empresa ha afirmado que, si fuera necesario algún arreglo, estas modificaciones en el cableado son relativamente fáciles de hacer en un par de horas por avión.
Los motores del MAX también han sido sometidos a gran escrutinio. Los fabricantes de los motores, las empresas General Electric y Safran, ya comunicaron a las autoridades que existía una debilidad en uno de los rotores que podía hacer que este se rompiese. Sin embargo, los reguladores han considerado que se trata de una posibilidad muy remota. Eso sí, han pedido a las aerolíneas que inspeccionen todos los motores antes de ponerlos de nuevo en funcionamiento.
Boeing también había detectado antes un problema del avión que lo hacía vulnerable a la caída de un rayo. Para intentar que el motor encajase mejor en el aeroplano, la fábrica retiró sin darse cuenta una capa que lo protegía de la descarga.
La Administración Federal de Aviación estadounidense ha declarado que se asegurará de que todos los riesgos para la seguridad identificados sean solventados antes de que de que se apruebe la vuelta al servicio.
Según explica The New York Times, los reguladores europeos acudirán a Seattle esta semana para probar el nuevo software en un simulador, lo que demuestra que el arreglo ya está listo para ser evaluado. Las aerolíneas estadounidenses esperan poder volver a utilizar el MAX entre abril y junio.
Por otro lado, según ha publicó este lunes The Wall Street Journal, la empresa está considerando elevar su deuda, retrasar inversiones, congelar compras y recortar gastos en investigación. Todo para poder financiarse tras la inmovilización del 737 MAX.
El MAX es el principal aeroplano de Boeing. Hay 5.000 pedidos realizados de aerolíneas. Y el fabricante ha anunciado que cerrará temporalmente las instalaciones que lo producen. El pasado mes, el consejo despidió al consejero delegado, Dennis Muilenburg, por mostrarse incapaz de atajar una crisis que ya ha costado 9.000 millones de dólares a la compañía. Le ha sustituido de forma interina el exdirector financiero Greg Smith. La próxima semana ocupará el puesto el que era presidente no ejecutivo, David Calhoun.
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