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Los otras causas pendientes de Google

Bruselas investiga al gigante de Mountain View por el servicio de búsqueda de empleo y por la compra de Fitbit

El País
Imagen de la sede de Google en Mountain View
Imagen de la sede de Google en Mountain ViewMarcio Jose Sanchez (AP)

Google es la mayor empresa de publicidad del mundo. La ingente cifra de ingresos que obtiene de ese negocio le permite lograr la primacía en otros servicios como los mapas, los videos o la asistencia virtual, de los que obtiene más datos para mejorar su negocio principal. La compañía ha alcanzado un volumen tal que su poder amenaza los principios de la libertad de mercados, según los supervisores estadounidenses. Pero el procedimiento abierto este martes por el departamento de Justicia de EE UU no es el único al que se enfrenta el gigante de Mountain View. La compañía tiene abiertas varias investigaciones en todo el mundo y acumula multas récord de los supervisores europeos.

Cascada de casos. El caso anunciado este martes arrancó hace justo un año, cuando 48 fiscales generales de Estados de EE UU —todos salvo California y Alabama— formalizaron la investigación contra la firma de Mountain View (California) por su posición de dominio en el mercado de la publicidad online. Sin embargo, el Departamento de Justicia prefiere centrarse en cómo la posición dominante de Google en las búsquedas en internet perjudica a rivales y consumidores, en un esfuerzo por centrar el tiro y aumentar las posibilidades de éxito. Por tanto, las investigaciones de los fiscales, centradas en el dominio publicitario, podrían derivar en una nueva cascada de demandas contra Google, tanto por el abuso en la publicidad como por las búsquedas.

Como las petroleras. Hace dos semanas, el Congreso de Estados Unidos cerró la investigación sobre monopolio a los gigantes de Silicon Valley, entre los que destaca Google. La Cámara de Representantes concluyó tras más de 15 meses de comparecencias e indagaciones que estos gigantes tecnológicos usaron tácticas de “adquisiciones agresivas” para aniquilar a la competencia, aplicando tarifas abusivas y forzando a los pequeños negocios a firmar contratos “opresivos” en nombre de los beneficios. El Congreso, que estudió la posibilidad de trocear estas corporaciones para limitar su poder —al estilo de las grandes petroleras en los setenta del siglo pasado—, reclama leyes más duras para controlar estas empresas.

Recogida de datos de incógnito. En California, Google se enfrenta a una multimillonaria demanda colectiva que podría costarle 4.600 millones de euros por seguir recopilando datos de usuarios que habían elegido navegar por internet en modo incógnito o privado, es decir, que habían negado expresamente a la empresa que recogiera esos datos de navegación y habían tomado medidas para proteger su privacidad.

Pagar por contenidos. La justicia francesa sentenció este mismo mes de octubre que Google deberá acordar una forma de pago a los medios franceses por la reproducción y comunicación pública de extractos de su trabajo en su motor de búsqueda o en productos como Google News o Google Discover. La sentencia del Tribunal francés de Apelación puede tener consecuencias en otros países de Europa, donde los medios siempre han buscado la manera de que Google retribuya por el contenido que ofrece. También en Australia los medios intentan que la empresa estadounidense pague por los contenidos y el Gobierno debate una ley para obligarle, lo que anticipa una nueva batalla jurídica.

Búsqueda de empleo. Hace poco más de un año, la Comisión Europea inició una investigación a Google por el servicio de búsqueda de empleo, después de que 23 sitios web competidores se quejaran a las autoridades europeas de competencia de que Google conseguía usuarios para su plataforma sin incurrir en los gastos que tenían que incurrir sus rivales para posicionarse en su buscador.

Objetivo de Europa. El de la búsqueda de empleo es el enésimo frente abierto entre Google y las autoridades europeas, que perciben abuso de posición dominante en varias de las actividades del gigante estadounidense: por ejemplo, al imponer la instalación de sus aplicaciones a los fabricantes de dispositivos Android (4.350 millones); por vulnerar la competencia en las búsquedas por internet referidas al servicio de comparativas de precios (2.424 millones); por "abusar de su posición dominante en el mercado publicitario online durante 10 años (1.490 millones).

La Comisión también revisa la compra de la firma tecnológica de servicios deportivos Fitbit por parte de Google porque teme que “refuerce más su posición en los mercados de la publicidad en línea, aumentando el volumen de los datos que Google podría utilizar para personalizar su publicidad”.

Problemas fiscales. En septiembre de 2019, Google acordó pagar casi 1.000 millones de euros para resolver sus contenciosos fiscales con la Hacienda francesa, que acusaba a la empresa de irregularidades en el impuesto de sociedades entre 2011 y 2014. En diciembre de 2019, las autoridades francesas de competencia multaron a Google con 150 millones por abuso de posición dominante en la publicidad online, por ver "opacas y difíciles de entender las reglas de su plataforma publicitaria. Google recurrió. En marzo, la justicia europea avaló en marzo la legalidad de un impuesto introducido en Hungría para gravar la publicidad comercializada por empresas radicadas fuera del país. Hungría quería que Google Irlanda le comunicase los datos para calcular el gravamen por la publicidad que esta empresa comercializaba en el país. Google se negó y la justicia húngara impuso una multa. Finalmente, la justicia europea dictaminó que Budapest tenía derecho a exigir esos datos.

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