El poder de la determinación de Belén Garijo, la mayor ejecutiva de España en el extranjero
La que será ‘número uno’ de la multinacional alemana Merck asegura que la pandemia hará que la industria farmacéutica demuestre su valor social
Es una mujer menuda de ojos vivos que todavía se pone nerviosa cuando posa para un fotógrafo. Sin embargo, su fuerte carácter y su tesón la han llevado a convertirse en la ejecutiva española que más ha escalado en el organigrama empresarial internacional. Belén Garijo (Almansa, 1960) será desde el próximo mes de mayo consejera delegada de la multinacional Merck y presidenta del consejo de administración del gigante químico-farmacéutico que tiene 57.000 empleados, presencia en 66 países y una facturación de 16.152 millones de euros. “Llevo el nombramiento con orgullo y mucho trabajo. Hace nueve años que entré en Merck, ha sido una aventura muy apasionante. También un sacrificio… llevo muchos años fuera de España”, cuenta por videoconferencia desde un sencillo despacho.
La que será número uno de la empresa con sede en Darmstadt, Alemania, es médico de formación, pero casi toda su carrera se ha desarrollado en el sector farmacéutico. Licenciada por la Universidad de Alcalá de Henares, comenzó especializándose en farmacología clínica en el hospital de La Paz. Su extenso currículo comienza en 1989 como directora médica de Abbott en España. Saltando de país en país, después vendrían cargos de responsabilidad en Rhône Poulenc, Aventis Pharma, Sanofi Aventis y por fin, Merck. “Empecé en 2011 como chief operation officer a cargo del área comercial y el área estratégica de las especialidades terapéuticas en las que estábamos trabajando. En 2013 me nombraron consejera delegada de Merck Serono y en 2015 entré en el Executive Board [comité de dirección] a cargo del negocio de healthcare [salud] sucediendo a Stefan Oschmann, al que curiosamente voy a suceder ahora”, prosigue Garijo.
Como jefa de Merck Healthcare se convirtió en la mujer mejor pagada de universo empresarial alemán, según el diario económico Handesblatt, con 5,7 millones de euros. Ese ha sido uno de los motivos que ha pesado para su carrera internacional. “Una de las cosas con las que soñamos los españoles es que nuestra experiencia sea valorada en tu país, cosa que no ha sido así, a excepción de los consejos de administración en los que participo”, aseguraba en un reportaje de este periódico en 2018.
En las distancias cortas es precisa y tajante cuando le preguntan si las farmacéuticas chantajean a los Gobiernos con el precio de sus fármacos. “Creo que es demagogia política”, contestó a este diario en 2016, cuando arreciaban las protestas por la falta de tratamientos de la hepatitis C. Cuatro años después la pregunta es parecida: ¿demostrará el sector la honestidad necesaria para no aprovecharse comercialmente de la pandemia? “Creo que la industria farmacéutica nunca ha tenido una oportunidad como esta para demostrar el valor que podemos generar. El desarrollo de una vacuna tarda entre cinco y diez años en situaciones normales. Ahora va a haber vacunas en estos próximos meses. Esto quiere decir que desde el comienzo del desarrollo hasta la comercialización a lo mejor van a pasar 18 meses… Yo creo que ha sido un momento único para la industria, en el que nos hemos dado cuenta de que si bien podemos ser competidores en otros ámbitos, el covid-19 nos tiene que unir para compartir conocimiento y poder demostrar que somos una industria que estamos por el paciente. Nosotros, personalmente, que no teníamos esta focalización en covid, desde el primer momento hemos buscado debajo de las piedras de nuestro pipeline [catálogo] de inmunología para ver qué productos podrían ayudar”.
Lejos del carácter discreto o complaciente de otros directivos de la industria, no se muerde la lengua cuando tiene que sacar los colores —lo ha hecho en varias ocasiones— a la clase política española, ya sea por los recortes de fondos públicos para investigación o por la falta de políticas de apoyo al empleo juvenil y a la educación. Diligente, permeable para empaparse de culturas empresariales en distintos países, pero siempre con la estrategia y los objetivos muy claros, Garijo, consejera independiente de BBVA y L’Oréal seguirá siendo de las directivas mejor pagadas. Según Bloomberg, en los últimos tres ejercicios acumula unos ingresos de 18,7 millones de euros entre salario, bonus y otros complementos. También será, junto con la consejera delegada de SAP, la única mujer al frente de una compañía cotizada en el Dax y la primera de Merck, una compañía con 352 años de historia. “Es un orgullo para España”, dice Giuseppe Tringali, vicepresidente del Consejo Asesor Internacional de IE University, que ve en Garijo a una persona tranquila, determinada y con mucha fuerza, siempre respaldada por los resultados. Luis Truchado, socio responsable del cazatalentos Eurogalenus, lo resume en que “es una crack” con un único pero: “Es un poco workalcoholic [adicta al trabajo]”.
Ella echa la vista atrás: “Llevo 30 años o más en la industria, he estado en posiciones de todo tipo y en muchos países y la esencia de Belén Garijo he intentado que no cambie. La persona que soy, cómo me gusta liderar las organizaciones…, creo que ha sido uno de los grandes catalizadores de mi carrera profesional”. Un sector, como tantos, donde los hombres son mayoría: “Me siento frustrada de tener que seguir hablando de este tema porque de alguna manera dice que, a pesar de que se han hecho progresos, se han hecho pocos”.
La enorme responsabilidad de pilotar el gigante químico-farmacéutico no le llega en un momento tranquilo. “En todos sus negocios Merck tiene márgenes muy altos”, destaca Alberto Espelosín, gestor de Abante. “Si bien Merck está bien diversificada, la compañía no saldrá ilesa de la covid-19”, describe un análisis de Bloomberg. Pese a que han crecido en Bolsa un 20% desde enero, ella reconoce que han tenido un impacto importante en negocios como el de fertilidad y en nuevos lanzamientos, en especial en EE UU, “pero nos hemos recuperado muy bien a partir del mes de junio”. Repite que su fuerte es la solidez del proyecto, aunque no son tiempos de grandes alegrías. “Nuestro principal objetivo vuelve a ser bajar nuestra deuda e incrementar los flujos de caja. En el futuro estaremos en mejor disposición de volver a considerar compras [de otras compañías] más ambiciosas”. Y no se olvida del guiño a España, país donde tienen tres fábricas y donde solo concibe “crecer”. Antes de terminar la charla lanza una advertencia sobre el momento en que vive el planeta: “Esto no va a ser un evento de one time [único]. Nos ha recordado a todos que estamos en riesgo si no ponemos atención suficiente a determinados aspectos, como las infecciones virales, los aspectos de sostenibilidad... No se nos puede olvidar nunca más”.
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