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Las empleadas de hogar empezarán a cobrar la ayuda en julio

La nueva prestación se aprobó hace algo más de tres meses

Manuel V. Gómez
Protesta de empleadas del hogar frente al Congreso de los Diputados en Madrid.
Protesta de empleadas del hogar frente al Congreso de los Diputados en Madrid. CARLOS ROSILLO

Este mes las empleadas de hogar empezarán a cobrar la prestación que se aprobó el último día de marzo, según ha apuntado el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey en la rueda de prensa de presentación de los datos del mercado laboral el mes pasado. La ayuda, creada para aliviar la situación durante la pandemia, ha sido solicitada por 32.020 trabajadoras domésticas.

La explicación que ha dado Pérez Rey para justificar que el SEPE haya tardado estos tres meses en poder hacer los primeros pasos está en el sistema informático. Según ha explicado el secretario de Estado, al ser una prestación nueva, esto supone un desarrollo especial. De hecho, para agilizar todo y ante la avalancha de ERTE que hubo en los últimos meses que consumieron casi todos sus esfuerzos, el SEPE contrató a la empresa pública Tragsatec para poner en marcha esta ayuda.

Pérez Rey ha expuesto que en los próximos días las empleadas domésticas percibirán las ayudas y ha recordado que no habrá que esperar al día 10 por el acuerdo que suscribió el Ministerio de Trabajo con las entidades financieras. Ese pacto permite que los bancos paguen cuando el SEPE reconoce y aprueba la ayuda.

La ayuda consiste en una paga correspondiente al 70% de la base reguladora de la empleada doméstica y podía percibirse tanto si se reducían horas como si se perdía el empleo. Como en el caso de las trabajadoras de hogar, es habitual que trabajen en más de un domicilio en varios empleos a tiempo parcial, la ayuda se podía percibir si solo se perdía uno de los contratos.

Para poder solicitarla, había que estar cotizando en la Seguridad Social, es decir, estar dada de alta. Con los datos de junio hay algo más de 374.000 empleadas afiliadas. No obstante, muchas no han podido acceder a la prestación porque en esta actividad hay un alto componente de trabajo sumergido, y uno de los requisitos de acceso será estar dada de alta en el instituto público y cotizando. Para hacerse una idea aproximada de cuántas empleadas domésticas no cotizan, basta con mirar el número de ocupados en esta actividad que recoge la encuesta de población activa, 574.000 en el primer trimestre de 2020, y compararlo con las que estaban dadas de alta al acabar el año pasado, esas 374.000.

La prestación para las empleadas de hogar era una de las asignaturas pendientes de varios Gobiernos anteriores que habían asumido de ratificar el convenio 189 de OIT que conlleva esa protección. El convenio sigue sin ratificarse, pero la covid-19 impulsó la ayuda. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha declarado reiteradamente que esta prestación “ha venido para quedarse”.


Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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