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La economía de la zona euro atenúa su desaceleración en junio y ya está muy cerca de volver a crecer

El índice PMI de la consultora IHS Markit confirma el cambio de tendencia producido por la desescalada

Producción de coches en la fábrica de Wolfsburgo (Alemania), de Volkswagen.
Producción de coches en la fábrica de Wolfsburgo (Alemania), de Volkswagen.Gettyimages

Europa empieza a dejar atrás lo peor de la crisis del coronavirus y la confianza sobre la economía se recupera. El índice PMI, de la consultora IHS Markit, ha pulverizado este martes todas las previsiones con unos registros esperanzadores que reflejan el cambio de tendencia provocado por la desescalada. El llamado Flash del PMI Compuesto de la Actividad Total, que se elabora con una encuesta de percepción a los directores de compras de cientos de compañías en varios Estados de la zona euro, se acerca en junio a 50 puntos, la línea que separa la contracción económica del crecimiento. Se trata de su mejor comportamiento desde febrero, cuando aún nadie era consciente de la gravedad del shock que se avecinaba.

La pandemia ha minado las expectativas de los agentes económicos desde que a mediados de marzo golpeó Europa con toda su intensidad. Ahora, por fin se empieza a ver la luz al final del túnel. Todos los indicadores del PMI alcanzan en junio sus máximos de los últimos cuatro meses, aunque ninguno de ellos llega, de momento, a la cifra mágica. En otras palabras: la actividad está cerca de empezar a recuperarse en los diferentes sectores, pero para crecer habrá que esperar, al menos, hasta julio.

De momento, lo que hay es una “atenuación importante de la desaceleración”, de acuerdo con Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit. “La actividad empresarial y la demanda siguen cayendo, pero ya no se están desplomando”, explica en el informe remitido por la consultora.

Sin embargo, hay excepciones. Francia ya crece, impulsada por una fuerte recuperación de la actividad manufacturera. También los precios pagados por las empresas de la zona euro, gracias al modesto incremento del coste de los insumos en el sector servicios, así como al aumento de los costes salariales. Los demás países e indicadores atenúan su descenso, aunque siguen arrojando datos negativos. Alemania evoluciona peor que el conjunto de la zona euro, pero continúa siendo el país con un menor impacto de la pandemia.

A falta de registros específicos para España, el PMI Compuesto de la Actividad Total de la zona euro constituye la mejor referencia sobre el devenir de la economía. El índice alcanza 47,5 puntos en junio, 15,6 más que el mes anterior, gracias a la progresiva reapertura que han vivido las principales economías en las últimas semanas. Es el segundo repunte más importante de la serie histórica, solo por detrás del de mayo, cuando comenzó la desescalada.

La actividad económica sigue bajando, especialmente en los sectores no esenciales (turismo, hostelería…), pero cada vez a un ritmo menor. Muchas compañías que, en teoría, no deberían verse afectadas directamente por la pandemia indicaron en la encuesta que la demanda no deja de caer, debido a la cautela de los clientes empresariales y los consumidores. Otras, en cambio, han podido abrir tras varias semanas. El resultado: por primera vez en cuatro meses, el número de empresas optimistas supera al de pesimistas. Se trata del segundo mayor crecimiento del índice de expectativas de actividad futura desde que existen datos comparables, en 2012.

Los servicios, mejor que la industria

Aunque la esperanza se va imponiendo, no lo hace de la misma manera en todos los sectores. El Flash del Índice PMI de la Actividad Comercial del Sector Servicios aumenta casi 17 puntos respecto al último mes, frente a los siete del equivalente en el sector manufacturero, al que ya supera. La crisis impactó más en las actividades terciarias, pero estas han podido frenar mejor la sangría que las industriales, aquejadas por el desplome de la demanda y, por tanto, de la producción y del empleo. Los precios cobrados siguen cayendo por culpa de los descuentos, indispensables para colocar los productos en una situación de recorte de rentas, pero la deflación aminora su ritmo.

No hay duda de que lo peor ya ha pasado, y ahora todas las miradas se centran en el verano. Si la tendencia continúa, julio debería ser el mes del inicio de la recuperación. Pero la amenaza de un rebrote sigue ahí, e invita a la cautela.

De momento, IHS Markit mantiene la previsión de una caída del 8% del PIB en 2020, y su economista jefe continúa muy preocupado por la evolución del empleo: “Aunque la recuperación puede comenzar en el tercer trimestre, su impulso podría menguar rápidamente, por lo que probablemente el PIB de la zona euro tardará hasta tres años en recuperar su nivel anterior a la pandemia”, concluye Williamson.

ING ve una recuperación en V

El banco holandés ING aprecia en los datos del PMI de junio el embrión de una recuperación en forma de V para la zona euro, al menos de momento. En una nota emitida por su unidad de análisis, la entidad financiera asegura que los registros del índice muestran “un fuerte rebote”, aunque continúan en el territorio de la contracción económica. El crecimiento llegará pronto, algo que, según el banco, produce “una sensación de alivio”. Sin embargo, ING recomienda cautela ante un exceso de optimismo, sobre todo a la vista del elevado nivel de desempleo. “No existen certezas de que la economía pueda mantener este impulso”, concluye.

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