El sector turístico apremia al Gobierno a aprobar más ayudas para afrontar la crisis
Luis Gallego, presidente de Iberia, asegura que “es difícil competir con aerolíneas de otros países que cuentan con más ayudas”
El sector turístico se levantó este lunes como un solo hombre para clamar al Gobierno ayudas de todo tipo que permitan salvar de la crisis a una industria que genera más del 12% del PIB del país. Los participantes en la cumbre empresarial organizada por la patronal CEOE (Empresas españolas liderando el futuro) llenaron la cesta de peticiones al Ejecutivo, al que lanzaron también serias críticas. Principalmente, exigieron ampliar los ERTE, facilitar microcréditos, incentivos para impulsar la demanda y rebajar el IVA, así como participar en los planes de reactivación.
El sector de los seguros dió la salida a la segunda jornada de la cumbre empresarial para la recuperación de la economía española tras la pandemia. Participaron los presidentes de Mapfre, Antonio Huertas; Mutua Madrileña, Ignacio Garralda; FIATC, Joan Castells, así como la presidenta de la patronal del sector Unespa, Pilar González de Frutos. Tras ellos, el presidente de la patronal hotelera Cehat, Jorge Marichal, ha asegurado que el sector turístico se siente “abandonado” y ha pedido al Gobierno “medidas valientes ya” para aliviar la situación del “sector más afectado” por la pandemia y asegurar la supervivencia de las empresas. Por parte del sector del transporte, Luis Gallego, presidente de Iberia, ha incidido en que “no es el momento de elevar la fiscalidad ni de revertir medidas eficaces y penalizar al sector”.
Antonio Huertas, presidente de Mapfre. Como hicieron este lunes otros grandes empresarios, ha pedido a las administraciones públicas inversión para crear empleo. Los recursos públicos que no sean imprescindibles para atender a las personas y proteger a la población frente a la pobreza tienen que orientarse a la inversión productiva y la creación de empleo”, ha dicho Huertas. También ha pedido la colaboración público-privada para acometer esas inversiones y para sacar al país de la crisis económica que vendrá tras la sanitaria. En su opinión, las medidas puestas en marcha por el Gobierno para mitigar el impacto de la crisis son insuficientes, pues solo equivalen al 11% del PIB, mientras “en Alemania las ayudas representan el 53%; en Italia, el 24%; y en Reino Unido, un 21%”.
Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña. Garralda ha advertido de que en una economía “débil” como la española, produciría un “fuerte deterioro económico, una debacle económica”, por lo que ha abogado por luchar contra el fraude fiscal y la economía sumergida.
Jorge Marichal, presidente de Cehat. Tras la intervención de los presidentes de las aseguradoras, que se ha visto lastrada por problemas técnicos, ha sido el turno del turismo. Jorge Marichal ha descrito la dramática situación del sector. Ha admitido que las administraciones y los políticos coinciden en reconocer que el sector turístico es el más afectado por la pandemia, pero ha reprochado que ese reconocimiento no se traduzca en acción contundente “las medidas que reclamamos aun no ha llegado”, ha dicho, y tienen que llegar "lo antes posible para intentar salvar algo los muebles esta temporada y, sobre todo, para que de cara al año que viene y a la temporada de invierno, hagamos ver a los turistas internacionales que estamos abiertos”. “El sector se siente abandonado”, ha dicho.
Marichal ha pedido medidas para “proteger empresas, para que sobrevivan” y ya posteriormente el sector se ocupará de su moderniazción. “No es momento de inventos, de estar hablando de digitalización, es para estar en lo que estamos, ya nos encargamos nosotros de la digitalización”. Ha reconocido el acierto de los ERTE o de los créditos ICO, pero ha pedido más flexibilidad para los expedientes por fuerza mayor y medidas para impulsar la demanda, como desgravaciones en la declaración de la renta del gasto que los españoles realicen en sus vacaciones o bonos para que gasten en los destinos, como han hecho otros países, como Italia. También ha pedido aplazamientos en el pago de impuestos.
José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España. El responsable de la patronal de bares y restaurantes ha clamado contra el Gobierno al asegurar que “va a batir el récord de cierre de empresas y de destrucción de empleo”, a su juicio porque no han dado respuesta a las peticiones del sector hostelero. Yzuel ha reconocido aciertos como los ERTE, pero ha reclamado “microcréditos de hasta 25.000 euros avalados por el Estado”, porque, a su juicio, los créditos del ICO son más adecuados para empresas más grandes. Ha denunciado que no se haya permitido el aplazamiento de algunos pagos, “se ha trabajado poco en la fiscalidad” y, sobre todo, que no se reduzca el IVA. “Tenemos envidia de algunas medidas que se han tomado en Europa, en países con un sector con menos peso en el PIB”, ha lamentado, como los bonos a los veraneantes nacionales que se han ofrecido en otros países. Ha admitido que la relación con la ministra de Industria, Comercio y Turismo es buena, pero que el “peso del ministerio no es el que le corresponde”. De cara al plan estratégico que esta semana presentará el Ministerio, ha dicho que, por lo que sabe, “la música suena bien”, pero ha mostrado desconfianza en “lo que decidan unos funcionarios”, puesto que no se ha consultado al sector.
Simón Pedro Barceló, presidente del grupo Barceló. Además de recordar medidas como el aplazamiento de los pagos de los pagos de los alquileres o el IVA superreducido para el sector turístico, Barceló ha pedido la colaboración público-privada en forma de planes similares al Imserso (vacaciones para jubilados) para colectivos que han luchado contra la pandemia en primera fila, como los sanitarios u otros colectivos. “Esos programas permiten que haya menos desempleo, facilitan la lucha contra la estacionalidad, se cierran menos empresas en invierno y se envían menos trabajadores al paro”, ha justificado. “Esos programas son un ejemplo de que gastar en lo público no es necesariamente gastar mal, ya que por cada euro que invierte, la administración recibe 1,5”. para Barceló, es imposible reactivar el sector sin hacer una apuesta clara por la conectividad y, en ese sentido, ha apuntado que las ayudas a las compañías aéreas no deben hacerse porque sí, sino por el número de aviones.
Juan José Hidalgo, presidente de Globalia. Hidalgo se ha mostrado tajante sobre la situación crítica que atraviesa el conjunto de la industria turística y prevé unos años difíciles: “El sector va a tardar como mínimo tres o cuatro años en volver a resucitar. Todo se ha derrumbado y reconstruir va a ser muy difícil”, ha asegurado el presidente de Globalia. Su compañía, que agrupa agencias de viaje, aerolíneas y hoteles, entre otros, ya ha reanudado su actividad, pero afirma que “la gente sigue con miedo”. Ante este panorama desolador, Hidalgo ha reclamado al Gobierno ayudas al sector como se ha hecho en otros países como Alemania, Francia e Italia, según ha citado. “Si no nos ayudan vamos a durar menos que un telediario porque no podemos pagar todas las cargas y todos los costes que tienen los aviones. Está todo hecho un desastre. Por nosotros mismos es imposible que podamos salir adelante”, ha insistido. Sobre la ampliación de los ERTE hasta septiembre o hasta diciembre como pide la CEOE, el presidente de Globalia ha dicho que no será suficiente con ese apoyo. “He sufrido mucho en la vida, he hecho de todo, pero ahora lo veo imposible. El Gobierno tiene que pensar en nosotros y ayudarnos. Hemos aportado mucho y ahora necesitamos que se nos ayude”, ha concluido.
Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles by Marriott. Catalán ha distinguido entre las necesidades del sector turístico a corto y largo plazo. En el corto plazo, ha pedido que el Gobierno “sujete” a las empresas “hasta que la demanda vuelva a funcionar”, con ERTE, créditos ICO y ayudas a autónomos. “Si los ERTE no funcionan, esto terminará en EREs y concursos de acreedores”, ha dicho, mientras que “el sector saldrá en V si conseguimos que el Gobierno sujete todo”, aunque tenga que endeudarse. A largo, ha apostado por la modernización del sector, la mejora de instalaciones y por un “turismo de poder adquisitivo más alto del que tenemos”, toda vez que España tiene muchas virtudes que ofrecer: gastronomía, cultura, buenas infraestructuras y, sobre todo, seguridad, jurídica, sanitaria, etc. En ese sentido, ha pedido poner fin a las guerras de precios, “la forma más rápida de arruinarnos”, y poner en valor una oferta que “admite más precio”. Hemos aportado mucho y ahora necesitamos que se nos ayude”. Catalán ha aprovechado para advertir que “necesitamos plataformas de contratación más potentes” para el sector, recordando que no hay ningún turoperador potente español.
Luis Gallego, presidente de Iberia. Las sesiones dedicadas al transporte han comenzado con el presidente de Iberia, que ha incidido en que esta es la peor crisis de la historia de la aviación. “No hay precedentes de algo parecido. Se ha producido una caída brutal y repentina del tráfico aéreo”, ha recordado. En clave política, el presidente de Iberia ha reclamado desbloquear la llegada del AVE a la T4 del aeropuerto de Barajas, impulsar el cielo único europeo y reducir las tasas para fomentar la llegada de turistas a España. A lo que ha añadido: “No es el momento de elevar la fiscalidad ni de revertir medidas eficaces y penalizar al sector”, en línea con lo expresado este lunes por otras grandes empresas españolas este lunes. Gallego ha advertido asimismo de que el mercado se está desvirtuando por la diferencia de ayudas que reciben las empresas en cada país. “Los avales del ICO resultan de ayuda, pero es difícil competir con aerolíneas de otros países en los que se están repartiendo mayores ayudas y garantías de Estado”, se quejó el presidente de la aerolínea del holding IAG.
Además, ha relacionado la situación desoladora del transporte aéreo con el negocio turístico, los dos entre los más afectados por la crisis del coronavirus. “Están en riesgo millones de empleo y el tronco central del turismo en España. Sin aviones no hay turismo. Y sin turismo ni movilidad, peligra nuestro país”, ha destacado Gallego. Por último, ha cuestionado algunos de los rescates de aerolíneas realizados durante la pandemia: “Aerolíneas que ya estaban sin un futuro viable antes de esta crisis están siendo rescatadas con ayudas difícilmente justificables poniendo en riesgo el mercado europeo de libre competencia”, ha asegurado.
Andrés Arizkorreta, presidente de CAF. Arizkorreta ha señalado que la industria ferroviaria española, “netamente exportadora”, llegó a la crisis con una buena cartera de pedidos, por lo que pudieron ajustar el ritmo de producción. Pero sí afecta a los operadores ferroviarios, “que son nuestros clientes”. Ha considerado, por tanto, imprescindible que se invierta “masivamente” en infraestructuras para salir de esta crisis, inversiones que pueden ayudar a cumplir objetivos europeos como son el del mercado único, la conexión social, la creación de empleo y la movilidad sostenible con eficiencia, capacidad y reducciones de CO2. Por ello, ha pedido que con el plan de reconstrucción europeo “no desaparezcan partidas previamente destinadas a inversión en proyectos de valor añadido”.
Jorge Cosmen, presidente de ALSA. Cosmen puso el foco en “restablecer la confianza de que viajar en autobús es realmente seguro”, y afirmó además que el teletrabajo y la situación del transporte escolar en los próximos meses tendrán un impacto en la marcha de un sector que sufrió “un 90% de reducción de la actividad en pocos días” durante la crisis. En esta situación, el empresario asturiano opina que “mantener el empleo y el tejido empresarial debe ser el objetivo prioritario para todos”, y propone ligar el Ingreso Mínimo Vital con la formación de mano de obra de conductores, un colectivo que “sufre escasez al jubilarse más trabajadores de los que se incorporan”.
Alejandro Aznar, presidente de ANAVE. Aznar, que preside la patronal de las navieras españolas, y del Clúster Marítimo Español, añadió que “la economía azul es considerada por la UE como uno de los pilares para la recuperación”, donde da empleo a cinco millones de personas. España cuenta con 8.000 kilómetros de costa y 950.000 trabajadores. “La economía azul es un activo estratégico para nuestro país”, destacó.
Juan Pablo Lázaro, presidente de Sending Transportes. Por su parte, Lázaro aseveró: “La crisis va a ser una palanca de cambios si somos inteligentes como sociedad”. Para ello solicitó medidas como la flexibilización del mercado laboral -“flexiseguridad”-; la inversión en infraestructuras y medidas fiscales que permitan financiar las inversiones que requiere el sector logístico; la reducción de los trámites burocráticos y la digitalización de las aduanas.
Marcos Basante, presidente de Astic. El máximo representante de la patronal del transporte por carretera ha hecho un repaso a las necesidades del sector para salir de la crisis, entre las que contempla la creación de una “ley de contratos de transportes que regule las relaciones con los clientes”. En el ámbito de la transición ecológica, Basante estudiar “las posibilidades reales de tener una red de abastecimiento alternativo a los combustibles fósiles”, para lo que reclama que el sector tenga “voz y voto”.
Carmelo González, presidente de la patronal de transporte Conetrans. González requirió ayudas al Ejecutivo para un sector considerado estratégico en esta crisis, asegurando que “existe una falsa sensación en la sociedad de que el sector está a plena actividad”. “Necesitamos liquidez ya, no podemos esperar”, aseguró, al tiempo que solicitó otras medidas en el ámbito económico, como la lucha contra la morosidad, acortar los plazos de devolución del IVA o una armonización fiscal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.