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El turismo que se avecina en la costa sin hoteles

El modelo de segundas residencias, muy arraigado al sur de Alicante, parte con ventaja en la post-pandemia al ocuparse los visitantes de la seguridad y el distanciamiento

Una pareja, en la playa de Torrevieja, municipio alicantino donde priman las segundas residencias.
Una pareja, en la playa de Torrevieja, municipio alicantino donde priman las segundas residencias.Rafa Burgos
Rafa Burgos
Torrevieja -

La mayor parte de los visitantes del sur de la Costa Blanca, la marca turística de la provincia de Alicante, no son de paso, sino de larga estancia. Frente al modelo hotelero del gran gigante del sector, Benidorm, los principales reclamos del litoral de la comarca de la Vega Baja, Torrevieja y Orihuela Costa, oponen un entramado de apartamentos y viviendas en propiedad, en el que apenas hay plazas hoteleras. Con este sistema, encaran el primer verano post-pandemia con la ventaja que supone que el propio turista se encarga de su seguridad y de las medidas de prevención del contagio de la covid-19. Y atentos a las restricciones de movilidad.

El “modelo de viviendas individuales, turísticas reguladas o propiedad de los desplazados temporal y periódicamente” en el litoral sur de Alicante, “podría percibirlo el visitante como una ventaja por cuanto el contacto con otras personas es mucho más fácil de controlar por el propio turista”, señala José Luis Gascó, director del Instituto de Estudios Turísticos de la Universidad de Alicante (UA). El visitante “no coincide en zonas comunes salvo en lugares públicos y siempre por decisión propia”.

Según el catedrático alicantino, “el problema no es tanto si los turistas residenciales vendrán o no, como cuándo podrán venir en función de su disponibilidad, economía y las medidas restrictivas que puedan tener en origen y su percepción global de seguridad en nuestra zona”. En su opinión, resulta “imprescindible garantizar y comunicar esa seguridad a nivel de destino, como han empezado a hacer otros países”.

La situación generada por la pandemia y sus efectos sobre el turismo “afectará más, lógicamente, a residentes extranjeros por las restricciones de movilidad que tengan en sus países de origen, y por las políticas de recomendación a sus nacionales de que este año hagan turismo interior”, declara Gascó. Y también influirá “en los flujos y periodos de estancia porque, hasta ahora, ya se han perdido tres meses que, para todo el turismo, también para el residencial, eran muy importantes, sobre todo para los jubilados procedentes del centro y norte de Europa”.

Desde la patronal hotelera de Benidorm, Hosbec, apuntan también a que en el turismo residencial “el turista controla por sí mismo los protocolos de distancia social, limpieza y seguridad” que están aplicando los hoteles, según su secretaria general, Nuria Montes. “La previsión es que en verano se llegue al 50% de ocupación hotelera”, augura, “los índices serán discretos, se esperan seis meses de muchísima dificultad para el sector”.

“La gran incógnita” en uno u otro modelo, asegura, “está en el mercado de vivienda vacacional, el de los apartamentos en alquiler”. De momento, los datos que maneja dicen que “el segmento más lujoso se ha visto favorecido, prácticamente se ha agotado el mercado de vivienda grande con piscina privada”. “Pero el tramo de low cost, el que se ofrece en portales de internet a precios económicos, ha quedado muy afectado”.

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En su opinión, “la seguridad se ha convertido en un factor básico en la elección de destino, por lo que los que no puedan garantizarla, se resentirán más”. Además, “el turista que recurre a este alojamiento también se ha visto más afectado económicamente, por lo que va a tener menos oportunidades de viajar por vacaciones este año”. Y por último, “las líneas aéreas de bajo coste no van a funcionar a pleno rendimiento, sobre todo en el ámbito internacional”.

Mientras llegan los días marcados en el calendario turístico por el Gobierno, con el 21 de junio como puerta a la nueva normalidad y el 1 de julio como apertura de fronteras, Torrevieja y Orihuela ya se preparan para recibir a los que, en realidad y en su mayoría, son sus convecinos. El alcalde de Torrevieja, Eduardo Dolón, calcula que en su municipio “hay unos 20.000 apartamentos reglados y otras 73.000 viviendas con potencial turístico, es decir, residencias de familiares o amigos”. La suma da unas “250.000 plazas destinadas a personas que van a aplicar las medidas de prevención y seguridad como hacen en sus propios domicilios”.

Para Dolón, lo fundamental a la hora de abordar la nueva temporada estival radica en dos parámetros. El primero, “la unificación de criterios para todos los destinos vacacionales” respecto a medidas de prevención y movilidad. “El Gobierno ha publicado unas recomendaciones y la Generalitat, otras, más restrictivas”, sostiene el primer edil torrevejense. “Yo preferiría que se establecieran como normas obligatorias para todos, para saber perfectamente a qué atenernos”, demanda.

Por otra parte, Dolón apunta al estricto control de los viajeros tanto en origen como en destino. “Al aeropuerto de Alicante-Elche llega, aproximadamente, un 60% de turistas residenciales. De esos, estimamos que el 90% serán extranjeros”, manifiesta. Por eso considera “importante que se adopten, a nivel europeo, medidas de seguridad tanto en origen como en destino”.

El mismo criterio comparte Emilio Bascuñana, alcalde de Orihuela. “Para esta temporada, se ha puesto el énfasis en la captación de turistas de proximidad”, dice el responsable de una ciudad que cuenta con “6.500 plazas entre apartamentos y hoteles”. “Pero el turista residencial viene a su casa y Orihuela Costa es la zona con más residentes británicos de España, cuya llegada está prevista en cuanto se abran las fronteras”, avanza. “La solución más adecuada para prevenir los contagios en estos casos es el establecimiento de normas europeas para someter a análisis a los turistas”. En ambos extremos del itinerario.

Bascuñana recuerda también que “la Vega Baja ha tenido una incidencia menor en el número de contagios y fallecidos en España”. Afirma que “Orihuela es quizá uno de los municipios con menor incidencia, con 79 casos y 6 fallecidos. Eso también debemos ponerlo en valor. Hay que saber transmitir a la ciudadanía que hemos puesto todas las medidas a nuestro alcance para la prevención de contagios”.

Líder estatal en compras

La Vega Baja lidera la compra de segundas residencias a nivel del estado español”, apunta Gascó. “Torrevieja es una de las ciudades con mayor ratio turistas residenciales/residentes, de España, pero no es un modelo exclusivo”. “También Andalucía, Cataluña, Canarias o Baleares, incluso Madrid, son muy activas en compra de viviendas por no residentes”, continúa, “pero es cierto que el porcentaje es mucho mayor en nuestra zona, y mucho más evidente cuando se trata poblaciones no demasiado grandes, a las que esas segundas residencias provocan un nivel de estacionalidad que puede provocar problemas adicionales especialmente vinculados con los servicios en momentos de alta densidad de población coincidentes en gran medida con periodos de vacaciones tradicionales”.

Los datos de la Generalitat Valenciana, de 2018, indican que Benidorm (68.721 habitantes) dispone de 131 hoteles, con 41.285 plazas. Torrevieja (83.337) tan solo cuenta con 1.772 plazas hoteleras repartidas entre 13 hoteles y Orihuela (77.414, de los que 23.945 viven en la costa), de 836 en cuatro establecimientos. En cuanto a apartamentos, Benidorm suma 8.078, Torrevieja 3.692 y Orihuela 3.241.

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