El turismo canario afronta su prueba más difícil

El turismo internacional se congeló a mediados de marzo. Y todavía, ya casi en junio, sigue sin desperezarse de un mal sueño. Una pesadilla que en territorios como Canarias supondrá un duro golpe para su economía, ya que depende en más de un tercio del turismo. En el municipio tinerfeño de Adeje, un hotel se cerró a cal y canto a finales de febrero con más de 1.000 personas por un caso de coronavirus. Ahora, a la espera de la reapertura de fronteras, es un desierto cementerio de hormigón, piscinas y asfalto que espera la resurrección.

Canarias trabaja desde varios frentes para lograr la vuelta a la normalidad. Por una parte, el Gobierno regional ultima una operación financiera para avalar la instalación en las islas de una aerolínea intercontinental, One Airways, que tendrá el control operacional basado en el archipiélago. La firma española, que ha sido fundamental durante la crisis del coronavirus, funciona desde hace 3 años y hasta ahora ofrecía mayoritariamente vuelos medicalizados, chárter y otros de organismos oficiales. Durante la pandemia, por ejemplo, realizó vuelos directos desde China a las islas para llevar material sanitario fundamental.

Se trata de una idea que surgió tras la quiebra de Thomas Cook ante la evidencia de la dependencia del sector turístico de las conexiones ofrecidas por los turoperadores. Desde entonces, el Ejecutivo regional ve con buenos ojos la instalación en las islas de una aerolínea con capacidad intercontinental que pueda cubrir las vacantes o falta de conectividad en un sector lastrado por la incertidumbre actual. “Podríamos empezar en noviembre”, admite a EL PAÍS su consejero delegado, Óscar Trujillo, quien pretende alcanzar un cuarto de millón de pasajeros en el primer año.

Trujillo explica que la primera base estará en el Aeropuerto de Tenerife Sur. “Nuestro objetivo no estará en la competencia con otras aerolíneas o turoperadores, nacemos para fortalecer las conexiones allí donde los agentes habituales no estén llegando o desistan seguir operando”. El Gobierno de Canarias avalará la operación económica, que aún se está definiendo, para tratar de asegurar destinos y transporte de pasajeros en un momento en el que el sector de la aviación se tambalea. El Ejecutivo pretende reducir el impacto de la caída del turismo y ganar independencia en esta nueva etapa frente a los gigantes del sector.

“Tenemos que tomar las riendas de nuestro destino turístico. Hemos dado apoyo para impulsar el proyecto. Los hoteleros van a invertir en la creación de la aerolínea y el Gobierno de Canarias apoyará con el aval y las primeras operaciones”, admite Antonio Olivera, viceconsejero de Presidencia del Gobierno canario. El objetivo para el Ejecutivo es la conectividad internacional y la recuperación del turismo. “En julio el sector estará reabierto seguro, habrá un periodo de prueba y ya se verá cuándo se podrá volar masivamente. Somos un destino cercano, en el que repiten los turistas y la única opción de invierno en Europa. No vamos a perder el interés de la demanda”, concluye.

Mientras, en la patronal hotelera de Tenerife Ashotel se trabaja para adaptar los hoteles a los nuevos protocolos necesarios para reactivar la actividad. A su vez quieren fortalecer y enraizar en los establecimientos asociados la innovación para afrontar las reaperturas: agilizar los pagos sin contacto, los registros online en las habitaciones, implantación de controles y protocolos de desinfección. Todo ello, eso sí, conjugado de la mejor manera posible. “Los turistas buscan ocio, no buscan hospitales”, explica Enrique Padrón, responsable de innovación y desarrollo sostenible de la patronal hotelera.

Relanzamiento de la marca

Yaiza Castillo, consejera de Turismo del Gobierno canario, es favorable a los corredores turísticos que se plantean desde la Comisión Europea y que ha pedido España. “Tenemos que estar preparados para cuando sea el día”, concede. La Consejería ultima un plan sanitario que incluirá a la sanidad privada para resolver posibles situaciones vinculadas con casos de coronavirus denominado Fortaleza Sanitaria. “Todos los procesos del sector turístico tienen que estar protegidos”, sostiene. Fuentes del Gobierno creen que la vuelta a la normalidad turística será entre octubre y noviembre y todo el trabajo actual está enfocado en relanzar la marca para entonces.

En cuanto a la fiscalidad, según informan fuentes del Gobierno, se valoran diferentes herramientas que dinamicen el sector entre la población local, más de dos millones de personas. Se barajan, entre otras, posibles incentivos a residentes en Canarias o apoyos fiscales para veranear en las islas.

El consenso es absoluto cuando se explica que el comienzo de la reapertura depende de Europa. La Comisión Europea intenta incidir en el turismo a través del transporte, pero “en ocasiones es una herramienta limitada”, detalla Julián Zafra, director de Asuntos Europeos del Gobierno canario. Zafra apunta que la UE apuesta por levantar restricciones de forma gradual entre Estados miembros y entre regiones con una situación similar. Y fuentes comunitarias admiten la posibilidad de que haya varias velocidades dentro de la Unión para sumarse al turismo internacional. La fecha marcada en rojo ahora mismo es el 15 de junio, cuando Alemania anunciará el momento en el que se reabrirán sus fronteras. Hasta entonces, el sector suspira por la resurrección del turismo que genera más de un tercio de la economía canaria.

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