Adolfo Domínguez cede la presidencia de la compañía a su hija Adriana
El modisto gallego pone fin a casi tres décadas al frente del grupo y completa el poder de su primogénita en una de las etapas más complejas por la recesión derivada de la pandemia
Poco después de cumplir 70 años y en medio de la crisis provocada por la covid-19, Adolfo Domínguez da un paso a un lado y consuma el relevo generacional en la compañía textil que lleva su nombre. El diseñador ourensano, dueño del 31,5% del grupo empresarial, ha renunciado a la presidencia ejecutiva en favor de su hija Adriana (44 años), hasta ahora consejera delegada. El modisto se mantendrá vinculado a la gestión como consejero dominical.
Tras 28 años como presidente y principal accionista de la firma, Domínguez consuma el ascenso en el grupo iniciado por su primogénita en 2016, cuando sustituyó a su madre, Elena González, como consejera de la sociedad. Un primer peldaño desde el que, ocho meses después, saltó a la dirección general hasta que en 2019 el consejo le entregó ya todos los poderes ejecutivos al nombrarla consejera delegada.
El diseñador apostó por su hija mayor para reflotar la empresa en un momento de naufragio, marcado por la abrupta salida del grupo del veterano Estanislao Carpio.
Con su hija al frente —apoyada en el director general Antonio Puente, antiguo jefe del área financiera de Inditex en Japón— la firma comenzó a reflotar.
Tras diez años en pérdidas, el nuevo equipo consiguió aumentar las ventas totales y la rentabilidad de las ventas online reduciendo pérdidas. En enero de este año, la empresa arrojó el ansiado primer resultado operativo positivo en una década.
Pero el temporal se ha desatado de nuevo. La declaración de, estado de alarma obligó a la empresa a frenar la producción y cerrar las tiendas y puso en marcha un ERTE solicitado por causas de fuerza mayor y que expira el 30 de junio. En previsión de la reapertura gradual y escalonada de sus tiendas, la empresa ha activado un nuevo ERTE que se ejecutará entre el 1 de julio de 2020 y el 30 de junio de 2021 y que afectará al 84% de la plantilla.
La nueva presidenta ejecutiva, que ha obtenido el respaldo unánime de los miembros del consejo de administración, afrontará una de las etapas más complejas para la empresa, marcada por la recesión económica provocada por la pandemia. Economista de formación, Adriana Domínguez encarna la tercera generación de la empresa textil fundada por sus abuelos en el municipio orensano de Trives en 1950.
En 1980, Adolfo Domínguez imprimió a la empresa familiar el carácter de moda de autor y la convirtió en marca simbólica. Cuatro décadas después del eslogan más famoso de la moda española (“La arruga es bella”) la marca es decena en el sector textil en Bolsa y tiene el 52% de sus tiendas fuera de España, según ha destacado este viernes la compañía. El grupo cuenta con 391 puntos de venta en 22 países y eón el último ejercicio auditado (2018-2019) facturó 112 millones de euros.
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