Adriana Domínguez, nombrada consejera delegada de Adolfo Domínguez

Llevaba casi un año dirigiendo la compañía y hoy Adriana Domínguez ha obtenido el visto bueno del consejo de administración para convertirse en la nueva consejera delegada del grupo textil que fundara su padre, Adolfo Domínguez. La nueva primera ejecutiva ha obtenido el respaldo unánime del consejo, que premia así su labor al frente de la empresa, que ha conseguido enjugar sus pérdidas tras una grave crisis que la puso al borde de la quiebra.

En sus 10 meses como directora general de la empresa, Adriana Domínguez González (Ourense 1976), licenciada en empresariales por Icade e hija del modisto gallego que da nombre a la empresa, ha llevado a cabo una reestructuración de la empresa para dejar atrás la crisis. Ha decidido replegar velas: reducir el número de tiendas y unificar las tres marcas del grupo en una sola, lo que ha supuesto y supondrá reducciones de plantilla.

Las decisiones se han notado en la cuenta de resultados. En el último ejercicio, terminado al final de febrero, la empresa presentó unas pérdidas de 6,7 millones, un 70% inferiores a los 22,9 del año anterior. Además, las ventas aumentaron un 3%, hasta 113,7 millones, y el resultado de explotación Ebitda, mejoró un 75%, aunque siguió en negativo (-2,2 millones).

Como informa la empresa gallega en un comunicado, Adriana Domínguez, que iba para actriz, lleva 18 años en la empresa que levantó su padre, y accedió al cargo de consejera ejecutiva en julio del año pasado. Como directora general, ha liderado el proceso de cierre y remodelación de tiendas y la reunificación de las tres marcas con las que operaba —U, A+D y Adolfo Dóminguez— en una sola con el nombre del fundador. También ha contribuido a la creación de campañas comerciales para acercar de nuevo a la marca a su público tradicional. Su foco internacional se ha centrado en México y bajo su mandato la empresa ha abierto en Rusia y lo hará en Australia.