Una cuarta parte de las directivas latinoamericanas descarta ser madre para ascender
Según un estudio de Esade, el 73% de las mujeres opina que la empresa favorece al hombre en la promoción
Siete de cada diez directivas de América Latina creen que sus empresas dan trato de favor a sus compañeros hombres a la hora de un ascenso. Y lo que es peor todavía, una cuarta parte de las ejecutivas que no tienen hijos aseguran que no son madres porque la maternidad supone un freno en su carrera profesional. Con descendencia o sin ella, el 69% de las mujeres en posiciones de liderazgo en las compañías latinoamericanas sostienen que ser madres ha repercutido en su trayectoria profesional y el 31% del total se plantea no tener más hijos para favorecer su desempeño dentro de las organizaciones.
Estas son las principales conclusiones que se desprenden del Esade Gender Monitor Latinoamérica 2019, elaborado por la escuela de negocios con sede en Barcelona en colaboración con América Economía Intelligence a partir de la consulta a cerca de 800 directivas de compañías de Colombia, Chile, México y Perú. En América Latina solo un 4,2% de las organizaciones están lideradas por mujeres y únicamente el 8,5% de los comités de dirección cuenta con presencia femenina.
El estudio revela que la cultura empresarial, la poca o nula eficacia de las políticas de igualdad de género corporativas y la dificultad para compatibilizar un puesto ejecutivo con el cuidado de los hijos son los principales obstáculos de las mujeres para ascender en estos países latinoamericanos, donde casi la cuarta parte de las ejecutivas consultadas alude a la brecha salarial respecto a sus homólogos varones como una de las mayores barreras al desempeño de su trabajo. Las mujeres tampoco se sienten reconocidas por parte de la empresa en las tareas que realizan.
En los cuatro países analizados cerca del 57% de las compañías dispone de medidas para favorecer el equilibrio de género, fundamentalmente relacionadas con la flexibilidad horaria y la formación para el liderazgo. Sin embargo, siguen encontrando dificultades para el ascenso, de hecho, sólo un 14% de las mujeres encuestadas asegura no hallar barreras. La invisibilidad para la promoción (12%), el moobing (10,5%) y el acoso sexual (casi el 5%) son otros de los hándicaps a los que se enfrentan en América Latina, según el informe de Esade.
Del lado positivo, las directivas se sienten apoyadas por sus compañeros hombres, a los que ven más comprometidos con la igualdad de género que a la organización en que trabajan. Así lo cree más del 70%. Y lo mismo ocurre en el hogar, donde el 85% tiene el soporte de su pareja. “Las directivas de los países latinoamericanos analizados se relacionan con sus parejas y compañeros varones en un ámbito de igualdad considerable y creciente, mientras que es la empresa la que parece ir a la zaga, tanto en lo que se refiere a mentalidad, como a la velocidad de implantación de políticas que respondan a sus necesidades”, señala Patricia Cauqui, profesora de Esade y una de las autoras del informe. Cerca de una tercera parte de las ejecutivas opina que la cultura corporativa premia el presencialismo.
Según el Esade Gender Monitor Latinoamérica 2019, las directivas reclaman a los actores sociales mayor esfuerzo por la igualdad de género, así como leyes efectivas para combatir el acoso y la violencia sexual y el fomento de la corresponsabilidad. Hace falta un cambio cultural.
Esade efectúa anualmente el mismo análisis en España, donde el trato desigual a favor del hombre para ascender a la dirección es una barrera aludida por el 60% de las encuestadas, frente al 73% de sus homólogas latinas. Las chilenas son las féminas que más acusan esta situación, ya que la falta de equidad afecta al 84%. Para las ejecutivas españolas los problemas para conciliar la vida familiar y profesional son más acuciantes que la brecha salarial, como sucede en Chile, México, Perú y Colombia.
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