Los hermanos Ruiz-Mateos: “Estamos arruinados, no tenemos nada”
La Audiencia de Palma juzga a los seis hermanos por un delito de estafa agravada en la compra de un hotel en Mallorca por 24 millones de euros
“Estamos arruinados, no tenemos nada”. Así de rotundo se ha mostrado el primogénito de los hermanos Ruiz-Mateos, José María, durante el interrogatorio que el fiscal Anticorrupción ha practicado durante la tercera sesión del proceso que enjuicia a los seis hermanos y dos supuestos testaferros por un delito de estafa agravada en la compra del hotel Eurocalas de Mallorca. La fiscalía solicita seis años de cárcel para cada uno de los hermanos y una multa de 54.000 euros porque sostiene que los Ruiz-Mateos cerraron la compra del establecimiento obviando deliberadamente la insolvencia de sus empresas, con las que avalaron la operación. El ministerio público también reclama que paguen los 13,9 millones de euros que adeudan al anterior propietario del establecimiento, con el que cerraron la compra del hotel por 24 millones.
“Con la quiebra de Rumasa hemos perdido todo, no tenemos nada, nuestras casas están hipotecadas y embargadas, no tenemos absolutamente patrimonio de ningún tipo a pesar de las calumnias que se han podido verter, estamos arruinados” ha manifestado José María, quien ha insistido en que las mujeres de la familia “trabajan a destajo” para sacar adelante a sus hijos. “A pesar de todas las calumnias, nadie en este país ha podido demostrar que tengamos un solo euro o hectárea”, ha zanjado a preguntas del fiscal Juan Carrau. El mayor de los hijos del fallecido propietario de Nueva Rumasa se ha mantenido en la línea sostenida por otros de sus hermanos, que apuntaron que era su padre quien tomaba las decisiones empresariales, incluida la de cerrar la compra del hotel Eurocalas.
Zoilo Ruiz-Mateos también ha abundado durante su declaración en la mala situación económica por la que atraviesa la familia y ha negado que los hermanos tengan patrimonio oculto. “Sobre el procedimiento que se sigue en la Audiencia Nacional conozco el sumario, me he leído los informes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional y las comisiones rogatorias. No hay absolutamente nada, cero, ni un euro ni patrimonio”, ha destacado.
En la jornada de este martes también declaró como testigo el propietario del Eurocalas, Francisco Miralles, quien ha explicado que se reunió unas ocho veces en Madrid con José María Ruiz-Mateos padre en diversos encuentros para cerrar el acuerdo de venta del hotel, en los que participaron algunos de los hijos del empresario, como Pablo y Javier. Miralles ha relatado que los Ruiz-Mateos avalaron la compra personalmente y también mediante la empresa Montumo, que poseía el hotel Cervantes, que tenía un valor muy superior al Eurocalas, lo que les daba “bastante tranquilidad”. “Días antes me mandaron un balance en el que aparecía que estaba limpio y no había hipotecas. Me escondieron que el hotel había sido hipotecado días antes”, ha subrayado.
Cuando comenzaron los impagos, después de haber cerrado la compra del establecimiento por 24 millones de euros, los hermanos le dijeron al empresario que no se preocupase porque el banco les había “apretado” por la financiación. “Me dijeron que tenían dinero suficiente para hacer frente a las deudas y que si algún hotelero me llamaba para preguntar si cobraba, que dijese que sí y les tranquilizase”. Miralles ha insistido en que en un momento determinado se intentó renegociar la deuda y los Ruiz-Mateos trataron de devolverle el hotel, a pesar de que estaba hipotecado. “Nunca pensé que hubiera falta de liquidez. En el chalet familiar de Somosaguas tenían un montón de gente de servicio, tenían mujeres con cofia, se veía abundancia a tope. Incluso cuando lo de los problemas financieros ya había salido en prensa uno de los hijos se casó e hizo un bodorrio”. El empresario ha insistido en que negoció siempre con Pablo y Javier Ruiz-Mateos y “toda la familia estaba enterada de todo”.
Los seis hijos del empresario —José María, Zoilo, Pablo, Alfonso, Javier y Álvaro— cumplen una condena de dos años y medio de prisión por otro delito de estafa en la compra de un hotel en Mallorca y otro en Las Palmas. La fiscalía pide 16 años de prisión para cada uno de los seis hijos varones del empresario por la estafa piramidal de Nueva Rumasa, que mediante acciones y pagarés les permitieron captar 337 millones de euros de 4.000 inversores.
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