Prevenir una avería antes de que se produzca

Imagínense al técnico de una compañía eléctrica acudiendo a su calle para evitar una avería que aún no se ha producido, como uno de los policías PreCrimen creados por Philip K. Dick en Minority Report. La imagen tiene cada vez más de ciencia y menos de ficción gracias a PASTORA (acrónimo en inglés de Análisis Preventivo de Redes Inteligentes con Operación en Tiempo Real e Integración de Activos Renovables), un proyecto liderado por Endesa que arrancó en 2018 para introducir inteligencia artificial en el control de la red de distribución. Su objetivo es predecir cuál será el estado futuro de la red, y cómo va a reaccionar ante lo que nos deparan los años venideros: la generación distribuida (con instalaciones de renovables próximas al lugar de consumo), el autoconsumo, el vehículo eléctrico.

“Una red más inteligente permitirá acoger con mayor seguridad y calidad a estos nuevos agentes, lo cual revertirá en un mejor servicio”, explica Susana Carillo, responsable de Smartcity Málaga Living Lab de Endesa. En ese entorno comenzó, en 2015, otro proyecto de la compañía, MONICA, que monitorizó y digitalizó toda la red de media y baja tensión de la zona para recabar millones de datos y medidas, según los consumos de los más de 15.000 clientes a los que suministra electricidad. Ahora PASTORA nace para “explotar, potenciar y sacar el valor” a todos esos datos que se están generando, mediante tecnologías big data y técnicas de aprendizaje automático basadas en deep learning e inteligencia artificial. “Supone pasar de una actuación reactiva —adoptar medidas una vez que se ha producido un incidente— a un nuevo enfoque basado en un mantenimiento preventivo y predictivo que anticipe posibles fallos en la red y permita corregirlos antes de que se produzcan”, resume.

Se trata de que ese nuevo sistema sea capaz de distribuir el suministro adecuadamente cuando los vehículos eléctricos se enchufen, o cuando los paneles fotovoltáicos viertan su excedente de energía a la red. “No solo hay que conectar, hay que integrar”, matiza Carillo. Endesa y todos los operadores se están preparando para ello, conscientes de que “han de responder a nuevas demandas sociales relacionadas con los objetivos medioambientales y la economía circular” y de que “la red de distribución eléctrica está llamada a ser una pieza clave en la transición hacia un sistema energético descarbonizado”, según apunta el responsable de Network Technologies de Endesa Distribución, Jorge Sánchez Cifuentes. Avanza también cómo se va a convertir “en la nueva nube de servicios energéticos, donde se podrán verter los excedentes de energía y evolucionar en los servicios de almacenamiento, y será la clave de la flexibilidad del sistema que nos permitirá llegar al 100% de energías renovables”.

Para eso, el concepto fundamental vuelve a ser Smart Grids o Redes de Distribución Inteligentes, da igual en qué idioma se nombre. Endesa lleva años andando por este camino. “El avance de la tecnología y la reducción de su precio ponen a nuestro alcance nuevas soluciones”, subraya Sánchez Cifuentes. Su programa de digitalización digI&N, por ejemplo, está dando los primeros pasos en la creación del Digital Network Twin o Red Digital Gemela: técnicas de modelado 3D, fotometría, tecnología LIDAR (que combina tecnología GPS con sensores láser y permite realizar mapas tridimensionales y cartografiar las líneas eléctricas) para disponer de una base digital sobre la que trabajar con aplicaciones de realidad aumentada y virtual. “Facilitarán las tareas sobre el terreno del personal, su formación, y la propia evolución de la red, racionalizando las operaciones diarias y permitiendo ampliar los límites técnicos de integración de las energías renovables conectadas en la red de distribución”, describe.

Uno de los epicentros de la innovación de Endesa ha sido, es, Smartcity Málaga. Tanto la demostración de cómo funcionan las redes inteligentes como el despliegue de sus contadores inteligentes, de los que la eléctrica tiene instalados más de 11,6 millones, con casi 279 millones de datos horarios correspondientes a la información de consumo de los usuarios, comenzaron en esa ciudad hace más de una década. Ahora toma el relevo PASTORA, que se desarrollará durante 31 meses, en consorcio con AYESA, Ormazabal, las universidades de Granada y Sevilla e Ingelectus, con un presupuesto de 2,8 millones de euros subvencionado por CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y cofinanciado por los fondos FEDER de la Unión Europea. ¿Y después? “Seguro que lo que siga pasará por escalar todo este desarrollo a ámbitos mucho mayores”, concluye Carillo.