Toque de atención contra Carnegie-Brown en la junta del Santander por el fiasco en el fichaje de Orcel
La reelección del responsable de la comisión de nombramientos registra un 14,4% de votos en contra tras la petición del voto de castigo por parte de un fondo activista
Los accionistas del Banco Santander respaldaron por abrumadora mayoría prácticamente todos los asuntos y las reelecciones de consejeros que se sometieron a votación en la pasada junta de accionistas. Solo un punto del orden del día se desvió algo de la tónica general: la reelección de Bruce Carnegie-Brown registró un 14,4% de los votos en contra. ISS, un importante asesor de voto de inversores institucionales, había pedido el voto en contra de esta reelección, para mostrar su enfado y hacerle responsable del proceso de fichaje frustrado de Andrea Orcel.
Carnegie-Brown, vicepresidente de Santander y consejero coordinador, es además el responsable de la comisión de nombramientos desde 2015. Su reelección fue respaldada por 8.683 millones de votos a favor, el 78% de los emitidos en la junta del pasado 12 de abril. Otros 1.601 millones de votos fueron en contra, un 14,4%, según la documentación de la sesión y 828 millones más fueron abstenciones. El apoyo del 78% contrasta con las votaciones que recibieron el resto de consejeros ese mismo día, cuya reelección se sometía a la opinión de los accionistas: todos obtuvieron votos a favor de entre el 93,8% y el 95,5%.
Así, por ejemplo, la reelección de Belén Romana obtuvo el apoyo del 95,5%; José Antonio Álvarez fue respaldado con un 95,4%; Ramiro Mato con el 95,46%; Henrique de Castro con el 95,5% y Javier Botín-Sanz de Sautuola y O'Shea, con el 93,85%. Más allá de los nombramientos, el resto de asuntos que se votaron en la jornada también registraron apoyos abrumadores: las cuentas lograron más del 96% del apoyo, la política de remuneración de los consejeros, el 91,6%; y solo bajó del 90% (con el 89,8%) el punto referido a la posibilidad de que se realicen emisiones de renta fija, bonos convertibles o participaciones preferentes. Nada obtuvo menor respaldo que la reelección del consejero responsable de la comisión de nombramientos.
Fichaje frustrado de Orcel
Carnegie-Brown llegó a la junta con algo que el resto de consejeros no tenía: la petición de un voto de castigo contra él por parte de ISS, una importante firma de asesoría de voto, los conocidos como proxy advisor. Pidió a los accionistas que le responsabilizaran por el fichaje frustrado de Orcel.
Orcel, exbanquero de UBS, fue presentado como futuro consejero delegado del Santander en septiembre. Sin embargo, en enero, antes de hacerse efectiva su entrada, quedó anulada. Según explicó el banco, porque su fichaje implicaba un gasto enorme, ya que había que compensarle con decenas de millones de euros por el bonus que perdía en UBS al irse a la competencia. Ante la anulación del proceso, Orcel contrató un despacho de abogados para estudiar si emprende acciones legales contra el banco.
ISS señaló que el “fracaso” del fichaje sugería “una falta de diligencia en el proceso de contratación” y pidió responsabilizar a Carnegie-Brown.
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