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La solución a las dudas para cambiar de coche es el gas natural (GNC)

Los híbridos de gas natural comprimido y gasolina tienen la etiqueta ECO que permite circular sin restricciones en Madrid Central y añaden unos consumos imbatibles sin tener que pagar ningún sobreprecio en la compra.

Un Seat Arona entrando en el área de tráfico limitado de Madrid Central.
Un Seat Arona entrando en el área de tráfico limitado de Madrid Central.

Son el mejor antídoto contra las incertidumbres que agobian a quienes quieren cambiar de coche y no saben qué elegir: de gasolina, diésel, 100% eléctricos, híbridos eléctricos... En cambio, los híbridos de gas natural comprimido (GNC) y gasolina resuelven todas esas dudas porque tienen la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico, que permite por ejemplo circular sin restricciones en Madrid Central y hasta aparcar incluso en el episodio 4 por alta contaminación, de un máximo de 5. Y añaden unos consumos imbatibles de apenas tres euros cada 100 kilómetros sin tener que pagar ningún sobreprecio en la compra.

Estas son algunas de las ventajas que ofrecen los nuevos coches híbridos bi-combustible, pero no las únicas.

Un motor normal de gasolina sin complicaciones

Empezando por la mecánica, los modernos híbridos bi-combustible no presentan complicaciones: utilizan un motor normal de gasolina optimizado para funcionar también con gas natural comprimido o GNC, el mismo de la calefacción de casa. Así, normalmente arrancan con el gas, salvo si hace mucho frío, en cuyo caso empiezan con gasolina y al cabo de unos segundos pasan a utilizar el GNC hasta que se agota, y solo en ese momento vuelven a la gasolina. Para funcionar, incluyen depósitos de cada combustible: tres tanques de gas, y un pequeño depósito suplementario de gasolina que cumple como recurso de emergencia para poder llegar a la estación de carga o gasinera cuando se acaba el GNC.

Gas con etiqueta ECO

Etiqueta ECO que reciben los vehículos híbridos.
Etiqueta ECO que reciben los vehículos híbridos.

La clave de los vehículos de GNC está en su mecánica, porque gracias a su tecnología híbrida bi-combustible y a las ventajas que presenta esta alternativa por sus bajas emisiones, disponen de etiqueta ECO. Y este pasaporte les permite circular sin restricciones, ya sea en el centro de las grandes urbes, como Madrid Central, o en los episodios de alta contaminación de otras ciudades.

Desde tres euros cada 100 kilómetros

No hay ningún modelo ni tecnología en el mercado con un coste de uso tan bajo como los de GNC, salvo los coches 100% eléctricos, que tienen precios de compra muy superiores. Con un coste de solo 0,90 euros el kilo de GNC, recorrer 100 kilómetros circulando solo con gas puede salir por apenas tres euros y siempre por debajo de cuatro, frente a los casi siete de los diésel más económicos y alrededor de nueve euros de los modelos de gasolina más frugales.

500 kilómetros de autonomía

Vehículo repostando.
Vehículo repostando.

La diferencia es importante, porque los cerca de 500 kilómetros de autonomía que tienen con gas estos coches salen por unos 17 euros. Y es que los nuevos modelos de GNC de última generación han aumentado la capacidad de sus tanques de gas para ampliar la autonomía de los pioneros y aprovechar al máximo las ventajas de precio de este combustible (0,90 euros/kilo). Así, ahora cuentan con tres depósitos de gas que suman hasta 17,3 kilos y otro de gasolina con 9 litros para seguir la marcha cuando se agota el GNC y llegar a recargar en una estación gasinera (hay unas 65 repartidas por las ciudades y principales autopistas de toda España). La suma de ambos combustibles permite recorrer 600 kilómetros de media con ambos sin reportar, hasta 500 con el gas (GNC) y aproximadamente 150 con la gasolina en función del modelo.

Prestaciones suficientes para todo

Disposición de la tecnología TGI en el interior del vehículo.
Disposición de la tecnología TGI en el interior del vehículo.

Al margen de sus ventajas y de la libertad de acceso en el ámbito urbano, los modelos de GNC son coches normales en todo lo demás, y ofrecen seguridad y prestaciones más que suficientes para poder viajar y cumplir también como primer o único coche de la familia –cuentan con la máxima calificación en las pruebas de choque EuroNCAP–. Equipan motores de gasolina de unos 90 CV a 130 CV según el modelo, y cambios manuales de seis marchas y automáticos de siete. Y tanto las aceleraciones de 0 a 100 km/h como la velocidad máxima son similares a las de los modelos convencionales de esas mismas potencias.

Espacio interior y maletero

Si la parte mecánica y las prestaciones no plantean dudas, el espacio interior tampoco, porque los tanques de gas van situados bajo el piso, en la zona situada debajo del maletero y de los asientos traseros, consiguiendo así equilibrar el peso en ambos ejes, lo que mejora su dinamismo. En el aspecto práctico la integración de los tanques de gas se hace ocupando parte del espacio que queda libre al reducir al mínimo el depósito de gasolina. Y en la mayoría de los modelos solo restan algo de altura al maletero, porque elevan un poco la base de carga, pero por lo demás, mantienen todas las plazas inalteradas y plenamente utilizables.

Un SUV amplio y urbanita desde 15.740 euros

Hay modelos de gas de todos los tipos y tamaños, desde coches pequeños y urbanitas de apenas 3,5 metros de largo, con tres y cinco puertas, a utilitarios tipo Ibiza y compactos similares al Golf. Incluso propuestas de silueta SUV. Pero el único modelo de este tipo disponible con mecánica bi-combustible, gasolina y GNC, es el Seat Arona TGI, que acaba de salir a la venta. Tiene unas medidas compactas para circular y aparcar bien en ciudad, 4,13 metros de largo, y ofrece unos consumos homologados récord: apenas 4,4 kilos de gas (GNC) en ciudad, 3,1 en carretera y 3,3 en combinado, que traducidos a dinero suponen unos 4 euros, 2,8 euros y 3 euros, respectivamente. Y con unas emisiones mínimas de solo 98 g/km de CO2 de media. El resultado es un SUV que permite viajar con un coste real algo superior a 3 euros el kilómetro, una cifra fuera del alcance de cualquier modelo equivalente que utilice otros combustibles.

El Arona TGI está disponible desde 20.160 euros en el acabado base Reference Edition, 21.320 en el Style, y 24.030 en el Xcellence (más lujoso) y el FR (deportivo). Pero estas cifras se pueden reducir mucho con los descuentos. Por ejemplo, hay 770 euros de rebaja para todas las versiones TGI de gas, 700 euros más si se entrega a cambio un coche con más de tres años de antigüedad y 1.100 si el modelo usado es un Seat. Además, se rebajan otros 2.500 o 2.700 euros de suplementarios en función de si se financia a medio o a largo plazo con la marca. Así que contando con todos los descuentos, y sumando 300 euros del paquete Confianza Seat, que incluye 5 años de garantía, mantenimiento y asistencia en carretera, el Arona TGI Reference Edition tiene un coste de 15.470 euros, 17.450 euros con el acabado Style y 20.160 en los Xcellence y FR. Por último, Seat ofrece un seguro a todo riesgo por solo 200 euros más.

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