_
_
_
_

Guindos: “En 2012 nadie se creía las cuentas de los bancos porque no reflejaban la realidad”

El exministro de Economía afirma que él no pidió la dimisión de Rato sino que lo hizo tras reunirse con los bancos competidores, que no confiaron en sus planes

Luis De Guindos, durante una rueda de prensa en Fráncfurt, el pasado enero. En vídeo, su declaración ante el juez.Vídeo: ARMANDO BABANI (EPA) / EFE
Íñigo de Barrón
Más información
Ordóñez carga contra Guindos por el rescate de Bankia: “Se hizo mal”
El abogado de Acebes y el auditor de Bankia se enzarzan sobre la necesidad del informe de un experto
El auditor de Bankia asegura que Rato le mintió: “Dijo que iban a pasar cosas que no pasaron”

El exministro de Economía Luis de Guindos ha dicho este martes en el juicio por la salida a Bolsa de Bankia, que en 2012 la situación era “crítica” y que “nadie se creía las cifras de la banca española, nadie creía que reflejaran la realidad”. Explicó que la UE y el BCE pidieron ajustar el valor de los activos bancarios a la realidad del mercado con tasadores independientes, y recordó que era una labor del Banco de España como responsable contable. Como prueba, recordó que exigió 86.000 millones en provisiones a la banca. “España estaba al borde del abismo”, resumió.

Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), describió, a través de su declaración, un panorama desolador que exigía medidas muy drásticas “para evitar el rescate total”, asumiendo que hubo un rescate parcial de España.

Bankia era el problema de la banca, y el sistema bancario “lastraba” a toda la economía española y existía “riesgo de contagio” a otros países de la zona euro. “En el G-20 siempre hablaba yo el primero porque todos los países me preguntaban cómo estaba la situación de España”, comentó.

De manera indirecta, Guindos responsabilizó de la desconfianza sobre los activos bancarios al Banco de España. Este organismo, recordó, “además de supervisor, es la autoridad contable ante la que todos los bancos llevan sus planes y los balances; es quien debe valorarlos”. Con este argumento justificó que no se enterara de los problemas de Deloitte, que no pudo auditar Bankia por falta de datos.

“No supe de este problema hasta el hecho relevante ante la CNMV del 4 de mayo de 2012, me pareció grave, no es en absoluto habitual. No hay que olvidar que el Banco de España es la autoridad contable y Deloitte se encargaba de la auditoría”, añadió en una segunda ocasión, para recordar, por tercera vez, que el organismo que dirigía Miguel Fernández Ordóñez era el que debía “analizar si los balances están bien”. Guindos, que fue ministro desde diciembre de 2012 a marzo de 2018, devolvió así las acusaciones que en la sesión del lunes le lanzó Ordóñez. El directivo del BCE dibujó un escenario grave porque los grandes bancos cotizaron en Bolsa con esos activos mal valorados.

González y Botín desconfiaron de Rato

Uno de los temas más sonados de la crisis de Bankia fue la dimisión de Rodrigo Rato como presidente, asunto en el que participó Luis de Guindos. Ayer, el exministro se quitó protagonismo. Negó que le pidiera la dimisión, como dijo Rato en su declaración, y lo atribuyó a una decisión voluntaria tras presentar un plan de viabilidad de Bankia ante los presidentes del BBVA, Francisco González, del Santander, Emilio Botín, y de La Caixa, Isidro Fainé, el 6 de mayo de 2012.

Rato buscaba evitar la nacionalización de Bankia y mantenerse en su puesto. Según Guindos, Botín y González mostraron su desconfianza por la insuficiencia del plan de recapitalización, que consistía en la inyección de 7.000 millones frente a los 18.000 que despúes se colocaron cuando llegó José Ignacio Goirigolzarri. Guindos dijo: “No hablamos de eso” [sobre su dimisión con los otros banqueros] y menos en su presencia”.

Guindos, que declaró como testigo en la Audiencia Nacional por videoconferencia desde la sede del BCE en Fráncfort, dejó claro que Bankia tenía muchos problemas “por su enorme exposición al sector inmobiliario, la crisis de una de sus filiales, el Banco de Valencia, que fue intervenido por el Estado, las altas refinanciaciones que tenía y la gran demanda de liquidez que dependía del BCE”.

El objetivo "número uno" del ministro de Economía en ese momento, ha asegurado, era evitar el colapso; el Estado tomó el control del 100 % de la matriz de Bankia, Banco Financiero y de Ahorros el 9 de mayo de 2012, y procedió a la sustitución de Rodrigo Rato, al que la Fiscalía Anticorrupción acusa de estafa a los inversores.

Durante las dos horas y media que duró la declaración, recordó desde que llegó al cargo, en diciembre 2011, se reunió con el gobernador y el subgobernador del Banco de España y le comentaron la necesidad de capital del sistema financiero. Después de esta cita, Guindos declaró a Financial Times que la banca española necesitaba unos 40.000 millones, algo que generó alarma en los mercados porque se sabía que el Tesoro español no podía financiarlos por el enorme déficit de aquel momento.

Un abogado de la defensa preguntó por las declaraciones del exgobernador Ordóñez sobre que Guindos le quitó el control de la crisis de Bankia. “No voy a hablar de opiniones sino de hechos. No se apartó al Banco de España, que el 8 de mayo de 2012 me envió varios correos con la situación de Bankia, diciendo que tras la dimisión de Rato se iba en la buena dirección”. Ordóñez declaró que colaboró con Guindos para evitar que el mercado conociera las divergencias en la gestión de esta crisis, pero luego adelantó un mes su salida del Banco de España como señal de protesta.

No influyó en el FMI

Guindos sostuvo en cinco ocasiones que no tuvo ninguna influencia en el informe que redactó el Fondo Monetario Internacional (FMI) de abril de 2012, días antes de la intervención, en el que se apuntaba indirectamente a Bankia como el mayor problema del sector. Según Rato y otros acusados, este documento se elaboró a instancias de Guindos para forzar la marcha del presidente de Bankia y generó gran preocupación por la entidad. Guindos lo negó. “Los problemas de Bankia venía de mucho tiempo atrás. No aportó nuevos datos al mercado”, dijo.

Sin embargo, el abogado defensor de Rato leyó un documento del propio FMI, redactado años después, en el que decía que el citado informe fue “controvertido” y “a requerimiento del Gobierno español”. “Nadie pidió ese informe, el FMI no se deja influir por un Gobierno”, respondió tajante Guindos, que concluyó con “no buscaba culpables, solo buscaba soluciones”.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_