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Gestión de flotas digital

Cuatro ingenieros diseñan Eccocar, una firma de ‘software’ para compartir coches de empresa

María Fernández

Trabajaban en empresas como Intel o Accenture, en el mundo de la digitalización y el desarrollo de software, y abandonaron sus prometedores puestos para embarcarse en esa incierta lucha por la supervivencia en un sector tan saturado como el de la movilidad urbana. Iván Luarca, Fernando Martín, Daniel Díaz y Manuel González, dos ingenieros industriales, un informático y un ingeniero de Telecomunicación, son los creadores de Eccocar, y creen haber encontrado un espacio virgen en el que desarrollar una buena idea de negocio. Desde 2018 han conseguido 40 clientes y 63.000 euros de facturación con la compañía que implanta aplicaciones para gestionar de modo eficiente (como puede hacer Uber o Cabiby) flotas de vehículos. Pero en su caso se centran en los coches de una misma empresa, de modo que los empleados puedan compartir los vehículos disponibles en cada momento y no como ocurre tradicionalmente, con un coche para cada trabajador. “Hemos desarrollado proyectos en Endesa, Prosegur, Cofares...”, cuenta Luarca, de 32 años, que junto a sus compañeros y familiares recaudó los 88.000 euros que necesitaron para poner a andar la compañía. Otros 318.000 euros llegaron en forma de subvenciones y han tenido el apoyo de programas públicos como el gallego BFA o privados, como la incubadora de Wayra, el área de innovación de Telefónica. Su primera sede de la empresa fue precisamente en Galicia, pero terminaron volando a Madrid y ahora ocupan un espacio en el Campus Google. “No nos quedamos en la gestión de flotas tradicional, aportamos soluciones de carsharing. Los empleados pueden acceder a una aplicación para reservar vehículos, abrirlos con el móvil y compartir. Eso permite reducir el número de coches necesarios y optimizar su uso”, cuenta Luarca.

Admite que son conscientes de que en España hay más de 2.000 empresas de alquiler de coche que también pueden estar pensando en hacer lo mismo, pero creen que estas ofrecen un servicio muy “analógico”, consistente en llenar formularios e ir de ventanilla en ventanilla. “Con nosotros el cliente puede reservar el coche, hacer el alta de usuario a través de un sistema de comprobación biométrico [verifican a través de una fotografía del carné y otra personal, que ambas coinciden], reportar los daños si los hay y hacer un contrato digital que le llega al e-mail para comenzar el viaje”. El sistema de cobro también está integrado, si se necesitase.

La madre del asunto está en que las ventajas de este sistema, en forma de ahorros, compensen el gasto en la implantación y el mantenimiento de los programas. “Puedes reducir en un 30% tu factura, aunque depende de qué tipo de empresa seas. No es lo mismo el uso de la flota que puede hacer una aseguradora a otra de logística”. El sistema elige siempre la mejor opción disponible (favorece el uso de los coches más eficientes en emisiones y consumo frente a los menos) y permite añadir sistemas para que los empleados alquilen los coches para uso privado el fin de semana. Sus proyectos han llegado ya a Chile, México o a Martinica. Como le ocurría a Uber en sus inicios, no tienen coches propios, y al igual que la plataforma norteamericana, pierden dinero. Por ahora.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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