El ex administrador del Espírito Santo demanda al Banco de Portugal por intervenir la entidad
El ex gestor, cercano a la familia propietaria, acusa al gobernador y a la consultora KPMG de falsificación de cuentas
Lo que iba a costar cero euros a los portugueses ya le ha costado más de 7.000 millones de euros. La intervención del Banco Espírito Santo (BES), en agosto de 2014, por parte del Banco de Portugal ha provocado desde entonces un rosario de pérdidas públicas y un cruce de decenas de querellas judiciales. Ahora es el exadministrador financiero del BES, Amílcar Morais Pires, quien presenta una acción popular contra el Banco de Portugal (BdP) y la consultora KPMG y a favor de la Tesorería General del Estado.
Morais Pires fue el último administrador financiero del BES antes de que fuera intervenido. Era el brazo derecho de su presidente, Ricardo Salgado, pero llevaba allí más tiempo que la familia Espírito Santo. Morais Pires fue fichado por el Estado cuando el BES fue nacionalizado tras la revolución del país, en 1974. Después de la reprivatización del BES en los años 90, Morais Pires continuó ascendiendo en el organigrama hasta llegar a los órganos de máxima dirección a principios de siglo y convertirse en el hombre de confianza de Salgado, el patriarca de la familia Espírito Santo, como se decía entonces, dono disto tudo (dueño de todo).
En agosto de 2014, unas semanas después de completar una ampliación de capital del BES, el Gobernador decidió intervenir el banco. La solución fue inédita en Europa, en lugar de crear un ‘banco malo’, creó un banco bueno (Novo Banco) con los activos ‘no problemáticos’ del Espírito Santo y una capitalización de 4.900 millones de euros, proveniente del Fondo de Resolución.
Como se dijo entonces, la operación iba a costar cero euros al erario público, ya que el dinero puesto por el Fondo de Resolución se recuperaría con la venta del banco bueno. El banco bueno lleva acumulados miles de millones de pérdidas y el año pasado se vendió a Lone Star, un fondo buitre, por cero euros.
La intervención del BES en 2014 y la solución encontrada provocó una división de opiniones entonces, pero con el paso del tiempo es unánime la crítica al Gobernador del banco central, Carlos Costa. Con la llegada del Gobierno socialista, su ministro de Finanzas, Mário Centeno, intentó que cesara en el cargo -renovado meses antes por el Gobierno de centroderecha- , pero los apoyos del Banco Central Europeo impidieron su relevo.
El BES era hasta su muerte el primer banco de las empresas del país. Su intervención y posterior liquidación alargó la crisis bancaria en Portugal y el aumento de los créditos impagados de las empresas cuando ya en el resto de países europeos el sector entraba en la senda en la recuperación.
Con su acción popular ante el Tribunal Administrativo de Lisboa, y a la que puede adherirse cualquier contribuyente portugués -fuera o no cliente del banco-, Morais Pires intenta que el Gobernador y la consultora paguen por unas decisiones que le están costando miles de millones al Estado y que, según su reclamación, se tomaron con conocimiento de causa de los perjuicios que iban a ocasionar.
Según Morais Pires, BdP y KPMG actuaron concertadamente contra el BES “promoviendo la falsificación de cuentas del BES en el primer semestre de 2014”, incrementando artificialmente el pasivo. El denunciante acusa también al BdP de la pérdida de la garantía soberana de Angola, por un valor de 5.700 millones de dólares, que respaldaba toda la cartera de créditos del BESA, banco angoleño del Espírito Santo.
Morais Pires pide que el Banco de Portugal y la consultora indemnicen a la Tesorería General del Estado con 4.330 millones de euros. La suma corresponde al préstamo de 3.900 millones efectuado por el Estado al Fondo de Resolución más 430 millones a los fondos inyectados por el Fondo de Resolución en el Novo Banco para llegar al acuerdo con Lone Star, que compró la entidad por cero euros.
El fondo soberano de Kuwait y el plan de pensiones de IBM han presentado también una acción administrativa contra el Estado portugués
Desde la polémica intervención del Banco de Portugal en el Espírito Santo han llovido las reclamaciones en los tribunales, tanto contra los administradores del BES, principalmente la familia Espírito Santo (también contra Morais Pires), como contra el Estado, y entre unas partes y otras.
A principio de mes, la firma norteamericana de fondos Pimco, el fondo soberano de Kuwait y el plan de pensiones de IBM han presentado una acción administrativa contra el Estado portugués.
El motivo es otra decisión polémica del gobernador Carlos Costa, tomada un año después de haber creado el banco bueno, Novo Banco. Costa decidió transferir supuestos activos buenos -deuda sénior- de Novo Banco al malo, el BES. Ese cambio de la deuda impidió a los inversores recuperar su deuda ya que pocos meses después el BES fue liquidado por el Banco de Portugal.
En el caso de la acción popular de Morais Pires, la finalidad es que se adhiera cualquier ciudadano portugués y el objetivo no es que pague el Estado, sino que pague la consultora y el Banco de Portugal por los perjuicios económicos ocasionado al Estado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.