Goirigolzarri cree que mejorar la reputación es el mayor reto de la banca

La reputación del sector es un reto tan o más importante que la transformación tecnológica para la banca, ha dicho José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, en el V Congreso de la Asociación del Progreso para la Dirección, que se celebra en Barcelona.

Pendiente del juicio de la salida a Bolsa de Bankia, que arranca este lunes, y que espera que cuanto más se aceleren los pasos para su resolución, mejor; Goirigolzarri ha dicho que el sector debe responder al reto reputacional escuchando lo que la sociedad está reclamando. "La sociedad culpa a los banqueros del descenso de su nivel de vida", ha dicho. Para cambiar esto en el futuro nuestras prácticas de gobierno corporativo deben ser excelentes. "Seguiremos cometiendo errores porque somos falibles", ha reconocido.

El presidente de Bankia cree que la banca debe explicar su papel a la sociedad, pues solo será relevante y sostenible en ella si la sociedad la necesita. Goirigolzarri, que ha pedido a la ley hipotecaria claridad y seguridad jurídica, ha afirmado que la enorme competencia de la banca española ha propiciado que tenga los precios más baratos de Europa. Pero un sistema financiero sólido pasa porque sea rentable y en la actualidad la rentabilidad sobre recursos propios está por debajo del coste de capital y eso no es sostenible en el tiempo, ha dicho. Unos bancos no rentables no pueden financiar el crecimiento de un país. El sistema financiero es clave para la sociedad y no se le puede mantener en “permanente sospecha”, ha declarado.

El presidente de Bankia se ha mostrado satisfecho con las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respecto a retrasar la privatización de la entidad financiera, en un momento como el actual, en el que el sector bancario está cayendo un 25% en la Bolsa.

Sin embargo, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, no está tan conforme con el Gobierno. En el congreso de la APD ha manifestado que “si queremos electrificar la economía, la tarifa eléctrica tiene que ser competitiva. Hoy el 50% de la tarifa no tiene que ver con el suministro de energía eléctrica sino que responde a distintas políticas.

Otro de los grandes problemas del sector eléctrico y el coste de la electricidad es la fiscalidad. Unos costes que, o bien deberían asumirse vía Presupuestos Generales del Estado o bien repartirse entre las distintas tecnologías de generación eléctrica para cumplir los objetivos de CO2. A su juicio, el cambio climático es uno de los principales problemas a que se enfrenta la humanidad y, si no tomamos medidas adecuadas, puede no tener solución”.

El proceso de transición debe hacerse con un análisis riguroso de coste-beneficio, ha señalado, “y decisiones prematuras como el cierre obligatorio de centrales podrían ser un punto de no retorno con riesgos elevados sobre la competitividad y la seguridad de suministro. Es preciso superar una serie de barreras serias reduciendo el coste artificial que tiene hoy la electricidad”.