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Por Chiqui de la Fuente
VIDA COTIDIANA

Publicidad ‘low cost’ (Segunda parte)

Nueva entrega de la creatividad de la gente para darse a conocer y vender sus servicios con un escaso presupuesto

Chiqui de la Fuente
Gimnasio anónimo. "¿Cansado de ser gordo y feo?" Autopromoción.
Gimnasio anónimo. "¿Cansado de ser gordo y feo?" Autopromoción.

El mundo de la publicidad de bajo presupuesto, como ya vimos en la primera parte de "Publicidad low cost", es un universo paralelo que se encuentra en un punto intermedio entre la falta de fondos y el elevado ego de algunas personas. Puedes estar sin un euro en el bolsillo, pero eso no debería ser incompatible con el buen gusto. No todo vale para promocionarse. Aunque como en todo, hay opiniones para todos los gustos.

Sigamos viendo ejemplos de este tipo de "producciones", algunas de ellas totalmente surrealistas, que nacen de la imaginación de personas que para su trabajo seguramente tendrán una mente prodigiosa, pero como publicistas no les auguro muy gran futuro.

El primero, que no creo que haya sido una autopromoción, sino más bien la idea loca del "cuñado" de turno con ínfulas de director que tenía una pequeña productora de vídeo en Guatemala, corresponde a la empresa familiar, Funerarias López. Imposible encontrar en poco más de un minuto tal cantidad de mal gusto para felicitar la Navidad. Chicas supuestamente muertas y en bikini que resucitan para darnos un "Me gusta", Papá Noel haciendo de vendedor y mostrando la extensa colección de ataúdes, y toda la familia, niño incluido, brindando felizmente sobre un bonito féretro. Indescriptible.

Quien seguro que sí se lo cocinó él mismo, aunque los títulos de crédito sugieran lo contrario, fue el dueño de Kingdom Alloys, una empresa ¿irlandesa? de neumáticos. No sé qué clase de trauma le diagnosticaron a este hombre en su infancia, pero su obsesión por Batman y su necesidad de reafirmar su masculinidad dan qué pensar, y no bien precisamente.

La cadena andaluza de tintorerías Vera Sevilla, que lleva en el negocio desde 1958, debe hacerlo muy bien y tener unos clientes muy numerosos y fieles, porque es ver esta publicidad y desear inmediatamente salir corriendo en dirección contraria.

El siguiente anuncio, esta vez por palabras, corresponde a una mujer murciana que lo tiene muy claro: no quiere perder el tiempo tontamente. Antes de que se precipiten los acontecimientos se dispone a buscar sustituto para su actual marido. Este seguramente no imaginaba los planes familiares. 

Tampoco se puede decir que en Cash Converters, una tienda donde se compran y se venden artículos de segunda mano, pierdan el tiempo. A rey muerto, rey puesto. No se andan con paños calientes y actúan como cómplices necesarios en una venganza no muy fría precisamente.

El siguiente anuncio no está hecho por alguien con falta de formación o cultura. Lo que es seguro es que no tiene sentido del gusto. Forzar las palabras para que casen con tus intereses y tengan sentido a veces no es buena idea. Véase el ejemplo.

La publicidad tiene mil usos; y uno de ellos, poco conocido, eso sí, es lograr feligreses. En esta iglesia presbiteriana canadiense utilizan el tablón de avisos donde se muestran los horarios de misas y eventos para ganar adeptos a la causa. Y en algunos casos, tienen razón.

Como contrapunto a todos estos anuncios "a mano alzada" tenemos la campaña viral que desarrolló TBWA, una agencia de las de verdad, para desmontar la teoría que decía que anunciarse en revistas era tirar el dinero. Para ello ideó un anuncio al estilo low cost.

De la misma edad aproximadamente de la mujer "casi viuda" era la señora que utilizó la Asociación irlandesa de editores de revistas para lanzar la campaña y demostrar el poder y la efectividad de la publicidad en los magacines irlandeses. Este anuncio mostraba a Bernie, la pobre abuelita de toda la vida, muy disgustada por la lucha de sus familiares por la herencia venidera. Fue insertado en muchas revistas del país a la vez. La centralita de la asociación quedó colapsada por cientos de llamadas interesándose por la humillada anciana. Todos querían ayudarla. Incluso algunos quisieron llevársela a casa.

Así cumplió con el principal propósito de la campaña, que era demostrar a anunciantes y centrales publicitarias que promocionarse en revistas ofrece más sensación de cercanía que si se invierte en otros medios. Obteniendo más empatía e impacto.

Pues ya sabéis, no hay dos sin tres...

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Sobre la firma

Chiqui de la Fuente
Es responsable de Formación de Redacción y ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS en diversos departamentos: Nuevas Tecnologías, Confección, sistemas editoriales... Es autor del blog Publizia y tiene una perra que se llama Rosca.

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